ZEVLAGH: Kaelia (Autoproducido 2006)

Los pueblos prerromanos siguen de enhorabuena: tienen quien les cante y les glose. Zevlagh, en este su nuevo lanzamiento, combina con su maestría habitual lo que debieron ser los sueños, esperanzas y vivencias de esos pueblos con toda la melancolía que es capaz de extraer a sus instrumentos (que no es poca). Así, aquí hay todo el complejo mundo que encierra la mente del «mordotano» salpicado de influencias de lo más diversas y folclóricas (ojo, folclore en el mejor de los sentidos, faralaes y palmeros aparte). En general, hablando del sonido de este Kaelia en sí, resulta un disco tan espectacular como conmovedor, tan especial como íntimo. el único pero (no sé si buscado) es la omnipresencia de la instrumentación aún ahogando a veces las voces, tanto que cuesta entender la letra a pesar de estar en riguroso castellano. Pero es un detalle de poca importancia teniendo en cuanta lo que aporta en cuanto a sensibilidad y alma. Además, en el desolador panorama español, se siguen agradeciendo las incursiones en músicas y expresiones artísticas lamentablemente minoritarias y todavía más si, como es el caso, se hace desde el onanismo artístico más absoluto. Como dice el artista, con dos suevos…