MON A LA COVA: L’Abisme i la Font (Autoproducido 2021)

Vaya por delante que esta reseña debiera de haber sido publicada hace meses. Y que para eso, debiera de haber sido escrita hace un número de meses parecido. La razón, no hay excusas, en absoluto tiene relación ni con la calidad del disco, ni con nada que no sea achacable a mí mismo. Diversas circunstancias que no detallaré, repito, sin excusas, lo han impedido. Pongámosle remedio que dicen que más vale tarde que nunca.

 

Y no hay excusas porque L’Abisme i la Font es un discazo. Emotivo, melancólico, oscuro… un conjunto de canciones tan bellas como intensas, tan penetrantes como sentidas. Consigue transmitir además todo eso, lo que suele ser bastante complicado. Pero es que claro, hablamos de Mon a la Cova, uno de los artistas ibéricos que mejor maneja esa difícil conexión artista-público. Desde los tiempos de Casual, en estudio y en directo, en solitario o en compañía de otros, el catalán siempre se ha caracterizado por esa capacidad de transferencia, esa cualidad reservada a muy pocos elegidos de hacer llegar su arte. Desde Viuen hasta Defora, es decir, de principio a fin, es un álbum sin desperdicio alguno, todo crema.

 

La propia Viuen que abre el CD, con esa guitarra acústica casi folkera (o folkera directamente), es una estupenda pieza llena de rabia y de sentimiento. Sin necesidad de endurecimientos fatuos, sin adornos innecesarios, perfecta en su aparente sencillez y desnudez. Una apariencia que ya no abandonará ninguno de los cortes del disco. El aire darkfolero tampoco. Boires es una preciosa pieza de (fundamentalmente, no es el único instrumento presente aunque lleve buena parte del peso de la canción) guitarra acústica donde la grave y aguardentosa (sin exagerar) voz de Mon rompe en jirones esa niebla de cuerdas y percusiones salpicadas aquí y allá. La Nit de la Guilla Morta cuenta con la colaboración en las voces de Sandra Raak, que da el perfecto contrapunto a las teatrales condiciones vocales del señor A la Cova. La melodía de la guitarra recuerda un poco en algunos momentos a los Cure más inspirados. Siempre desde lo otoñal, lo bello y lo melancólico. La Nit de la Guilla Morta es un corte triste, desesperadamente doloroso, sería una de mis preferidas del álbum si fuera capaz de quedarme con algunas. No es el caso, porque Grenaa (y el resto) no me dejan. Otra vez se demuestra lo bien que se maneja el artista en este registro, triste y oscuro, tremendamente lejos de etiquetas que solo constreñirían lo que es una canción (un disco, una carrera) que va mucho más allá de cajitas encorsetadoras.

Empoderament trae a las orejas un apunte más experimental aunque sin renunciar en ningún momento a esa poesía a la que nos tiene acostumbrados, tanto en la letra como en la intención. Un empoderamiento que resiste un sinfín de escuchas sin cansar, una mirada a ese abismo y a esa fuente referenciadas tanto en la lírica de la canción, como en el propio título del CD. Un CD que, antes de que se me olvide, se ha publicado en dos versiones, una en digipack “normal” y otra limitadísima a 100 ejemplares en una preciosa caja y con un libreto extra con las letras en catalán, inglés, castellano y alemán. Precioso diseño del también artistazo Epi Neuraska. Pero sigamos con el contenido, que es lo sustancial aquí: llega la kingvolcaniana (sobre todo en su inicio) Animal Negre. Tres minutos y medio de contantes cambios rítmicos, metacanciones si quieres ponerte pedante, pero de los que no dan puntada sin hilo. Un tema quizá más difícil a la primera escucha, pero que una vez que te entra ya no te deja salir. MALenconia quizá sea la canción en la que la presencia de sintetizadores acompañando a las voces y guitarras se hace más evidente. Quizá también sea de las más notables: en un disco como ya he dicho sobresaliente. Con Unaltrapell regresa esa personalísima manera de entender el neofolk por parte de este artista, una manera que tiene la inusual virtud de transportarte más allá de lo que las notas puedan expresar. Una manera tan distinta como maravillosa.

Desafiament es una canción extraña. Recitada más que cantada, posee una extraña fuerza que te atrapa. Es una canción, como digo, rara. Pero en el mejor de los sentidos. Una letra dura a la vez que personal (todas son lo segundo) te envuelve todo el tiempo. Sempre Sol trae de nuevo la tristeza, la melancolía y la poesía. Un tema que es todo corazón. Roto, pero corazón. Un negro nubarrón convertido en canción. En Canción. Como Canción es Des de Fora del Món. No en vano fue uno de los adelantos que se lanzaron antes de la publicación del disco. Rock oscuro y lento en el más puro estilo A la Cova. Acústica y tremendamente certera en cada acorde, en cada nota, en cada frase. Uno de los imprescindibles de este L’Abisme i la Font que por desgracia va tocando a su fin. Queda solamente Defora. Una pequeña pieza que evoca a los ínclitos (en la imaginería covesca) Bauhaus, Burning from the Inside era. Casi dos minutos de delicada belleza que funcionan muy bien como epílogo e incluso como prólogo para volver a escuchar el disco completo. Una y otra vez.

 

Decía al principio (si has llegado hasta aquí a lo mejor no te acuerdas, que me está quedando el texto larguito) que esta reseña debiera de haber sido publicada hace meses. Pues sí. Principalmente (y me repito de nuevo) porque L’Abisme i la Font es un discazo mayúsculo. Un trabajo que desde luego no debería dejar indiferente a nadie que tenga una mínima sensibilidad, un trabajo que trasciende estilos y etiquetas y que toca en lo más sublime, en el centro de la misma esencia de las cosas bien hechas. De la Belleza.