VIOLET SKY: Demo (Autoproducido 2013)
Una de las mayores satisfacciones que me produce (y no es de ahora, es de siempre) esto de escribir sobre música es, sin duda, la posibilidad de conocer nuevas bandas y más si, como es el caso, te permiten conocerlas en “estado de demo”. Los tiempos de las maquetas en cassette ya pasaron y hoy en día, lógicamente, las posibilidades de hacer algo con un mínimo de calidad sin gran inversión económica y de manera más o menos artesanal son enormes y están al alcance de casi cualquier artista. Así, actualmente es difícil diferenciar muchas veces los “productos” autoproducidos de los que tienen detrás compañías discográficas, etc, etc. Además esas mismas “nuevas” tecnologías permiten que no existan fronteras, que sea igual (o casi) de sencillo conocer lo que están haciendo cuatro muchachos en un garaje de Tbilisi que dos calles más allá de donde vivas. Todo esto podría banalizar las sensaciones que se producen al acceder a dicho conocimiento, pero, por fortuna, la satisfacción sigue siendo la misma, eso no ha cambiado un ápice, no se ha perdido. Es más, se acrecienta ésta cuando el grupo que te envía su demo es de fuera, no por nada concreto, sólo por lo que tiene de universalización del trabajo que haces. Suma más, claro.
Un buen amigo, colaborador de estas letras, me habló de Violet Sky. Me habló muy bien, quiero decir. Tanto que creó unas expectativas tal vez demasiado grandes, pero bueno, consiguió que me pusiera en contacto con el grupo y ellos gentilmente me enviaron su demo. Tras una primera escucha, debo decir que no cumplieron las ideas que me había hecho sobre ellos. Me parecieron correctos sin más, con grandes y marcadas influencias que me dio la sensación de que deslucían el resultado final. Pero tuve el buen juicio de no dejarme convencer por esa primera toma de contacto y decidí darle más oportunidades al disco. Poco a poco, escucha tras escucha, mi impresión es bastante diferente a esa primera. Porque resulta que es cierto que Dark Emotions bebe claramente de aguas conocidas, con esa voz femenina llena de ecos y esa guitarra repleta de efectos que la hacen parecer un teclado. Es cierto, que el ritmo lento con el estribillo más pop trae a la cabeza otros grupos, otros genios. Pero también es verdad que es una de esas canciones pegajosas que se te meten bajo la piel y son difíciles de quitar, especialmente porque las sensaciones que producen son tan placenteras que tampoco hay nada que invite a hacerlo. Melancholia, repite la guitarra distorsionadísima y el recuerdo de los del vals con Mefisto. Repite el cantar medio susurrado de Morgane y, por suerte, repite también la descarga de siniestrismo oscuro, murcielagoso, calavérico. Del que nos gusta y nos emociona desde hace décadas. Dos canciones y la constatación de que en la originalidad brutal y sin concesiones no está la mayor virtud de estos franceses. También de que no siempre es imprescindible. Decadence tiene un ritmo más rápido (sin exagerar) y sigue recordando un poco en exceso a los antes mencionados, en su mejor época, por cierto. Pero desarrolla la línea, la tela de araña que tejieron los Bari Bari y compañía, no se queda en la mera copia formal sino que va más allá, como si fueran de algún modo herederos, más que simples seguidores. Per Amorem confirma esta impresión. Las campanas, las atmósferas, ahora sí más personales, alejan el sonido de las influencias citadas. Se mantiene el aire deathrockero en la que, para mí, es uno de los aciertos de la demo. Lo tiene todo, personalidad, fuerza, oscuridad… unos crescendos de lo más resultones. Tenebrosa y bailable al mismo tiempo. Night Steps también se aleja de influencias obvias. Según va transcurriendo el álbum va haciéndose más personal el sonido, más original, dentro de que las coordenadas en las que se mueven el dúo son de sobra conocidas. Las guitarras de Erik D. empastan perfectamente con la voz sinuosa de Morgane y te van conquistando poco a poco. Damnation, otro de los hits de la demo, la misteriosa y dura Black Soul, la preciosa Sidh… confluyen en el mejor “bloque” del disco, ese que por sí mismo justifica su compra. Las tres, las cinco, cada una en su estilo, son un ejemplo de por qué hay que dar varias oportunidades a algunos cedés, especialmente si confías en quien te los recomienda. Waking Fairies me parece más floja. Algo tópica, no termina de entrarme, le reconozco valía pero me parece a años luz de las citadas. Possession no termina de remontar aunque lo intenta. Spirit, por el contrario, sí que tiene un cierto espíritu de ser punto de inflexión, llega tarde pero llega y te desarma de nuevo. Algo barroca de instrumentación, algo confusa, me parece una muy buena pieza. Me hace gracia que termine todo con Mephisto Inside. Estoy seguro de que no es una declaración de intenciones pero… Instrumental, es un buen cierre para un disco que como he dicho varias veces he necesitado escuchar varias veces para que me entrara pero que después se ha revelado como un trabajo más que notable. Más, tratándose de una primera demo. Especialmente porque no lo parece. Podría ser un tercer, un cuarto trabajo sin ningún problema. No ve en él ninguno de los habituales defectos de las primeras maquetas, no veo tanteo, no veo amateurismo. Sí que por el contrario me parece que las ideas están claras y están bien definidas e interpretadas. Queda solamente pulir un poco el sonido para hacerlo aún más personal y et voilá, estaremos posiblemente ante unos de los grandes. Si es que no lo estamos ya. Mi más sincera enhorabuena a Erik D. y a Morgane, les ha quedado un disco muy bonito.