RED SUN REVIVAL: Identities (Autoproducido 2015)

10408962_828716273883215_3153550342819499987_nConocí a estos británicos a raíz de enterarme de que actuaban en la Semana Gótica de Madrid, el año pasado. Había oído alguna canción de ellos pero reconozco que no los había prestado demasiada atención. Gótico inglés clasicote, voz masculina y dramática, violines ocasionales… Demasiado lugar común. Pero llego la SGM y su actuación en la misma. Aún mermados por la falta de un batería físico, de uno real, sujetos a la caja de ritmos, dieron un tremendo concierto. Y caí en las redes de esa especie de gótico victoriano que practican, caí en las redes de temas incontestables como My Child o Mistakes, por poner simplemente dos ejemplos. A partir de ahí empaparme de Embers (su EP de 2014) y Running From The Dawn (su debut en 2012) y desear que hubiera nuevos trabajos que llevarse a la oreja lo antes posible.

 

Con estas nos llegó este Identities hace unas semanas. Y desde entonces todo ha sido escucharlo una y otra vez, tratando de entrar en todos sus matices, en todo lo que tiene este disco para ofrecer: Premonition, el tema que abre el disco, es una impresionante letanía oscura, hipnótica, repleta de épica y de decadentismo decimonónico, una de las claves de la banda a mi modo de ver. Las luminosísimas guitarras de Echoes, no esconden la oscuridad subyacente, la intensidad y la melancolía en una especie de trágica procesión de sentimientos que podría firmar Poe si en vez de una canción fuera un relato. Should I remember you today? The sacrifice you made. I’m helpless but I’m not afraid. Are you an echo of the past, returned to me at last from all these years apart.

 

Four Walls redunda lo apuntado. Ritmos relativamente pausados, entre el medio tiempo y la típica tonada épica, melodías apoyadas en la voz de Mr. Leydon y en las líneas de guitarra de Matt Helm, bajos señalando el camino (gran trabajo de Panos Theodoropoulos) y, en general, un gusto por el sentimiento romántico de chorrera y chistera bien entendido. Compararlos con bandas como The Mission sería una vía fácil, a mi entender les falta histrionismo y tienen menos querencia por el rock de los setenta. Se me antojan más completos. The Reckoning es más lenta, todavía más “sentida” con el piano subrayando las voces y el crescendo apuntalado del violín de Christina Emery, uno de los temas más emocionantes de Identities (y eso que hay un montón). Fade in Time, con los parches y baquetas de Simon Rippin liberados y de nuevo la épica, el desgarro, el romanticismo no cursi y toda la fuerza melódica del quinteto. Y la voz, mejor que nunca. Are we forsaken here today? And will our legacy remain? In undiscovered vaults and shrines beneath the surface in decline.

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In Your Name es otro de los para mí temas clave del CD. Intensa, apasionada, otra vez con el protagonismo de las teclas y las sensaciones a flor de piel que remiten a las épocas citadas. El violín no sé si más presente pero sí más trascendente y la grandiosa epopeya en la interpretación vocal son otros de los puntos fuertes del tema. No debería dejar indiferente a nadie. Y Mistakes, claro. Remezclada para la ocasión, ligeramente distinta de la “original”. Tal vez más compleja pero igual de emocionante. Una de esas piezas que no te cansas de oír una y otra vez. Las dos partes de The Condemned se pueden comentar juntas. Largos desarrollos instrumentales, sobre todo en el caso de la primera y más fuerza en la segunda (que es casi respuesta a la otra) pese al inicio a base de teclado, pronto el crescendo de la batería toma el control.  Y cierra el trabajo la también, no podía ser de otro modo, estupenda The Awakening. No exactamente un “final feliz” aunque sí que sea cierto que la luminosidad del tema podría invitar a pensar en algo así, una especie de redención de dolores pasados. En The Awakening desaparecen prácticamente los toques amargos que llenan el disco y solo queda la belleza pura. Un broche genial a un disco magnífico.

Después de muchas escuchas, se mantienen en mí las sensaciones  producidas en la primera: emociones de las que erizan la piel y el deseo constante de volver a escuchar las canciones una y otra vez. La producción de Stephen Carey consigue enseñar mil matices en cada minuto sonoro, mil pequeños detalles que hacen de cada corte algo único e irrepetible. Identities es una preciosa colección de canciones que no deberían faltar en ninguna discografía oscura. Un CD absolutamente imprescindible. De verdad.