NEW BREED: Break the Silence (Autoproducido 2016)

New Breed regresan con un nuevo LP tras la publicación de su recopilatorio From the Vaults (2015) y la reedición de su primer álbum Pleasure & Pain en Gothic Music Records (2014). En Break the Silence encontramos ocho temas, de los cuales la mitad son reinterpretaciones de los incluidos en los álbumes anteriores. ¿Vale la pena adquirir este álbum si ya tienes los otros dos? Si te gusta el estilo del grupo, sin duda; los temas nuevos justifican el álbum por sí solos, y los antiguos suenan muy bien, con una producción mejorada y algunos cambios en los instrumentos.

Para los que no conozcáis a New Breed, se les puede presentar como un grupo noruego a caballo entre el Dark Rock y el Gothic Rock clásico, lo que se conoce como Goth’n’Roll. En este sentido, las conexiones con Elusive y The River Knows (los otros proyectos de los integrantes) están claras.

 

Foto promocional de New Breed (junio 2016)

 

En Break the Silence no hay prisa por llegar a ningún lado; los temas tienden a ser pausados y con cierta fuerza, con el tiempo muy marcado por el bajo o la batería. La voz de Kristian Gundersen es muy masculina en su expresividad, sin necesidad de desgarrarse o de forzar los tonos graves. Las guitarras suelen jugar el papel de acompañamiento, sin reclamar el protagonismo más que cuando toca, con riffs y solos que transitan entre lo atmosférico y lo enérgico.

El álbum empieza con Break the Silence, un tema en el que se impone la presencia de la batería y donde empezamos a vislumbrar el fuerte de estos noruegos: estribillos cortos y memorables, en los que todo encaja; la voz es la conductora principal y las guitarras rítmicas y solistas actúan como un apoyo perfecto. Tras el estribillo de este tema se rompe con la convención de volver a las estrofas anteriores, y en su lugar la guitarra solista se adueña del protagonismo desarrollando la melodía principal, tras la cual vuelve a repetirse el estribillo. ¿Para qué más? Genial.

City of Sin es uno de los temas que más engancha con una lenta sensualidad conducida por un bajo grueso y una voz que cautiva desde el primer momento. De nuevo se presenta un estribillo adictivo, que sabe a rememoración y que se convierte en un acto de complicidad con la banda para quien conoce las reglas del Goth’n’Roll y se deja llevar tanto por sus bondades como por sus limitaciones. Si queréis empezar a escuchar el álbum por algún tema, ¡empezad por éste!

Outside es un tema rescatado de los albores del grupo (ya apareció en el recopilatorio From the Vaults), que ha evolucionado a un formato más rockero gracias a la presencia de la batería y el abandono de algunos teclados. Las melodías vocales recuerdan un poco a las de NFD, aunque las guitarras no suenan tan potentes ni hay un sentido de la inmediatez, de “esto es Rock duro aquí y ahora”; más bien es una invitación a un viaje interior acompañados por unas guitarras ensoñadoras.

Fragile destaca por incorporar elementos nuevos: teclados sintetizados y una voz femenina en los coros, en la onda de los temas más accesibles de Tiamat. Curiosamente, un poco antes de la mitad del tema se pueden escuchar de fondo unas guitarras muy nephilianas, atenuadas para que la cosa no se desboque… En sí es un tema particularmente lento, que contrasta con los anteriores y que logra mantener el interés al escuchar el álbum.

El contraste continúa con Neurotica, un tema bastante más movido gracias a la batería y al bajo, sin duda un candidato sólido a que se pinche en cualquier garito rockero. Aquí vuelven a aparecer los solos de guitarra como puente hacia el estribillo, y también los teclados con regusto discotequero como contrapunto al bajo. Sin embargo, esta versión es bastante más rockera y sin tantos efectos sintetizados (no hay caja de ritmos), en comparación con el tema publicado en Pleasure & Pain.

Memories también apareció en el susodicho álbum, y desde el primer momento se vuelven a apreciar las diferencias. Unos riffs de guitarras más completos y con mayor presencia, unos sintes más amenazantes… este tema es un buen ejemplo de cómo han vitaminado las reinterpretaciones.

Ghost, el cuarto tema nuevo del álbum, me trae a la cabeza en su comienzo al Love Under Will de los FOTN, pero esa impresión desaparece en cuanto aparece la voz de Kristian. Su cadencia lenta y su desarrollo más convencional hace que no destaque tanto como otros temas.

Rain (también incluido en From the Vaults) despide el álbum con un ritmo muy pausado que se acelera en el último cuarto del tema, reforzándose con un solo de guitarra que lo conduce a su fin. Entre medias, una voz que vuelve a realzar el valor de la canción mediante un nuevo estribillo resultón.