MAIKA MAKOVSKI: Maika Makovski (Origami Records 2010)

De un tiempo a esta parte han proliferado los grupos (o solistas) con voz femenina al frente, más o menos folkies, más o menos cantautoras, más o menos idénticos entre sí. La culpa será de lo que queráis: tras el rotundo y masivo éxito de alguna de ellas todos los sellos quieren a su chica triunfadora, los gustos de la gente así lo dicta… Da igual. El problema es que entre tanta propuesta es complicado separar el grano de la paja. Y desde luego Maika Makovski son grano. Su tercer (y homónimo) disco no hace sino refrendar lo apuntado en los anteriores. Se puede hacer música de calidad sin caer en el topicazo. Se puede hacer (todavía) un disco por el placer de hacer canciones y contar historias. Aquí no hay un interés en protagonizar musicalmente anuncios (o por lo menos no es el principal objetivo), no se busca denodadamente y pese a lo que pese el reconocimiento de las radiofórmulas y las referencias a las que se alude no son tan obvias. En este trabajo hay pop, hay rock, hay blues y hay, por encima de todo, talento. A raudales. No se copia a nadie y no se renuncia en absoluto a la música amada. Parish produce pero Maika no es PJ Harvey. Porque la Polly es solo una más entre los artistas que te vienen a la cabeza cuando escuchas las once canciones. Ente pianos, guitarras, voces y, sobre todo, canciones. Entre pantanos, deltas, aguardiente y pasión. E intensidad. Mucha. Tanta que el disco se hace cortísimo y eso siempre es bueno. Especialmente cuando la paja antes citada es tan insultantemente abundante.