JANE JOYD: Shy Little Jane Presents: The Dramatic Tale Of Her Animals (Origami Records 2012

Este Ep de nombre “cortito” es en sus cuatro temas una sucesión de buenas noticias. La principal es posiblemente la constatación de que se puede ser independiente sin ser indie, como se puede ser chica y cantar en inglés sin parecerse a quien ya sabes o como se puede tener una voz de terciopelo sin resultar ñoña. ¿Quieres más noticias de estas? Pues que cuando se viste las canciones de buen gusto, tanto da que el acompañamiento sea un sencillo (que no simple) piano o que te rodees de la más completa gama de instrumentistas que se te ocurran. Jane Joyd demuestra en los cuatro temas que lo suyo está más cerca de “el nuevo folk americano” que de otras cantautoras de acá. Más cerca de PJ Harvey o de Rykarda Parasol que del pop indie british. Como si Marina Gallardo hubiera cambiado Cádiz por A Coruña, dicho sea solo por el ánimo de comparar y para que el lector que no se haya acercado a la de la doble J sepa de qué estamos hablando. Dicho esto, en las mismas cuatro canciones la propia y susodicha se encarga de destrozar todo lo anterior y hacer que, en cada escucha, aparezcan nuevos matices, nuevas perspectivas e incluso nuevas etiquetas. Y es que este tratado de cómo la pequeña y tímida (a mí no me engaña, no obstante) Jane nos presenta cuatro más que dramáticas historias de animales, termina recordando a una de esas absurdas muñecas rusas (incomprensibles tanto como juguete o como adorno, no me extraña que de adultos se den al vodka) que al abrirlas tienen otra muñeca dentro y otra y otra y otra, en una especie de incruenta cesárea sin fin. Un compendio lleno de eficaces melodías (igual remite al jazz que a un folk un poco marcial, lo mismo se acerca peligrosamente a Neutral Milk Hotel que a la Makovski) que mutan y cambian en otras también certeras. Un manual de cómo conseguir que cuatro canciones sean cuarenta en tus oídos y que entre la caricia de una voz heterodoxa (pero preciosa) y la instrumentación adecuada no te canses y anheles que el deseado “largo” esté a la vuelta de la esquina. Por cierto que si te das un poco de prisa, puedes hacerte con una cuidada edición en CD (con la caja hecha de origami y acompañada de cuatro postales – obra de la propia Jane Joyd, un alarde de muchacha – que ilustran cada canción) en el propio sello (Origami Records) a un precio ridículo. Tan ridículo como el tiempo que estás perdiendo en leerte esto en vez de estar escuchando el EP.