FADING RAIN: Let Silence Begin (White Zoo Records, 2018)

Colllage promocional de Fading Rain (2017)

Fading Rain (Italia) volvieron a la carga en mayo de 2018 para publicar su primer álbum Let Silence Begin, tras la muy buena impresión que nos causó su EP de debut Winter Ballads (2015). Entre medias, un cambio de sello (de Misleaia Records, un pequeño sello especializado en estilos góticos, a White Zoo Records, más orientado al punk rock); pero sobre todo, una tragedia que condiciona el presente y el porvenir de estos italianos: en enero falleció su cantante Pierpaolo Romanelli de un ataque al corazón.

Con semejante circunstancia, se hace difícil encarar la crítica de un álbum que, si bien es más que correcto y coherente con el post punk de corte oscuro que practican, personalmente no me sorprende ni agrada tanto como lo hizo el EP. En general, me da la sensación de que han perdido parte de la garra y el punto de locura que tenían en Winter Ballads; aunque hay que matizar que no del todo, y que en momentos puntuales resurge esa intensidad. Si en la crítica anterior hablábamos de un equilibrio entre la tensión y la relajación, en Let Silence Begin mi impresión general se decanta hacia el lado más calmado, sin llegar a ser lo sugerente que debiera para mantener el interés.

Puede que esa impresión sea debido a las melodías que se desarrollan a lo largo de los 9 temas de Let Silence Begin. Tomando como base los punteos de guitarra y de bajo tan característicos del revival del post punk, las melodías desarrolladas en este álbum suenan a ya visitadas por otros grupos, lo que disminuye la capacidad de sorpresa y el grado de originalidad de la banda.

Poniéndome en el lugar de la banda tras la ausencia de su cantante, supongo que no habrá sido nada fácil terminar el álbum sin él, y no sé hasta qué punto habrá influido a nivel compositivo o técnico. Desde luego, no creo que haya sido para mejor, y en ese sentido hay que aplaudir el esfuerzo de la banda por salir adelante.

En el tema Collapse el espíritu de la demencia brilla con un comienzo de lo más interesante, batería animada, bajo insistente y punteos a lo Bauhaus. Pero para mi gusto, el tema deriva hacia un estilo más experimental de lo que debiera con los instrumentos, y la promesa de encontrarnos ante un tema genial se va diluyendo. Solo cuando Pierpaolo pasa de una presencia esporádica a adueñarse del tema, adoptando unos tonos agudos y desgarrados, es cuando el tema cobra su sentido.

Canciones como Side by Side, Crystal Tears y Memoria – L’Addio se desarrollan con una cadencia lenta que no me acaba de atrapar, ya que no encuentro en ellas un ambiente psicodélico o de oscuridad que me seduzca, probablemente por discurrir por senderos harto transitados.

En Until the New Sun el grupo se acerca al pop-rock oscuro recuperando el espíritu de The Cure a través de los arpegios de guitarra, las notas sostenidas del teclado y las melodías agridulces de Pierpaolo. Sin duda, uno de los temas más bonitos del álbum.

The Cradle por su parte es uno de los temas más consistentes en el que, pasado su ecuador, solo falta unos punteos de guitarra más interesantes para que todo suene compacto.

Como se suele decir, hay tantas opiniones como cabezas; y para que os forméis la vuestra, os recomiendo la escucha de Let Silence Begin a través de Bandcamp. Por mi parte, estaré atento a los próximos pasos de Fading Rain para, esperemos, se abra una nueva etapa y se produzca un cambio hacia nuevos e inexplorados caminos.