BROTHERHOOD: The Other Side Of Fear EP (Autoproducido 2015)

Los suecos Brotherhood han regresado. Tras su estupendo Turn The Gold To Chrome (2012) y el no menos magnífico The Dark EP (2013) sacaron a finales de 2015 (MUY a finales) este The Other Side Of Fear que nos ocupa. Cuatro canciones para poco más de diecisiete minutos que sin duda saben a poco, a muy poco. Cuatro canciones, eso sí estupendas, que mantienen (es difícil esto, mucho más de lo que parece) el altísimo listón conseguido con sus producciones anteriores. Cuatro canciones de las que es complicado, mucho, destacar alguna. Hablemos un poco de cada una de ellas, aunque insisto en que podría hacerse en conjunto.

11039275_969539689752107_6279054038239044370_n
12227650_964072876965455_6278850911073535104_nAnother Day recuerda en su inicial teclado a los primeros Depeche Mode para ir ganando en oscuridad y en profundidad según va avanzando en minutaje. El ritmo marcado y la exacta (así suele ser) voz de Micke redondean uno de esos temas que oirías una y otra vez. Una voz que sabe cuándo debe sonar contenida y elegante y cuándo debe dejarse llevar más; fría a veces y abrasadora en otras ocasiones, se hace rápidamente con el oyente y lo mueve por dónde desea. Repito, una de esas canciones que no cansan pese a escucharlas muchas veces. Anymore es más pausada y oscura ya desde sus comienzos, con las notas de la guitarra de Stefan soportando el peso melódico de una pieza tremendamente refinada, casi podríamos decir que de gótico aristocrático (si no existe una etiqueta, creadla), de darkwave profunda y estilosa. Precioso corte, anymore. Canciones como dicen ellos mismos sobre el amor y el odio, sobre la vida y la muerte. Black Lies. La estructura es muy reconocible en la trayectoria de los escandinavos. Pianos, guitarras, bajos casi subterráneos, las guitarras habituales (muy buenas, otra vez) y la reconocible voz del citado Micke hacen de Black Lies uno de esos temas que por sí solos sostienen todo el EP. El dúo mismo habla de influencias depecheras en la canción, influencias que sin embargo veo menos obvias que en otros temas, no sé. La misma The Light que cierra el trabajo recuerda muchísimo más a esa otra evidente influencia (sisterciense a tope, adrenochrome-era), dándole una vuelta de tuerca, claro, moderna y tremebunda. Épicas reminiscencias ochenteras (en el sentido antedicho) y un cierre descomunal a un EP que como decía se queda muy corto.

 


Brotherhood
se han ganado por derecho propio la fama y el éxito que cosechan por toda Europa. Tras estos dos EPs y el CD de debut andan girando con relativa frecuencia y actuando en algunos de los principales festivales centroeuropeos. Por supuesto, por aquí ni noticias, pero eso tampoco es de extrañar. Por todo ello se echa de menos ya un nuevo CD largo, una nueva ocasión para disfrutarlos no ya en un formato necesariamente reducido (cuatro canciones de verdad que saben a ná), sino en un disco de una hora u hora y algo que permita el paladeo lento y necesario, el disfrute tranquilo de una de esas propuestas que en laletracapital son especialmente bien recibidas. De hecho es uno de los grupos que más han sonado en el podcast. Por algo habrá sido…