A.T. MÖDELL: Wired For Evil (Autoproducido 2014)

15099730559_20d81e89cd_oLa electrónica ha terminado por convertirse en un tremendo saco donde cabe casi todo. Simplemente con que haya un teclado presente que sustituya una guitarra (o prepondere sobre ella) ya es electrónica. No dudo, en ningún caso, de que así sea, pero el tamaño de la etiqueta la hace tan inútil como las tarjetas de estilos en las tiendas de discos de segunda mano. Igual sucede por supuesto con los otros “grandes” estilos (rock, pop, etc), pero nos ocuparemos de eso en otra ocasión, ahora estábamos con la de las teclas. Porque Electrónica son Kraftwerk y electrónica es el reggaetón. Y en medio casi todo. Electrónica es el tecnopop ochentero y también el industrial más bestia. Electrónica es Yazoo y Electrónica son los levantinos A.T. Mödell. Y, obviamente, no se parecen en nada. O casi en nada. Desde luego en nada que justifique el meterlos en el mismo saco. Ahora que tenemos entre las manos el nuevo trabajo de los Automatische Terroriv Mödell, esto es todavía más patente. Ya desaparecida la sorpresa que nos produjo (por ignorancia, aunque no solo por ella) el Apocalyptophilia del pasado año, tenía curiosidad por saber si este Wired For Evil (tercer disco del dúo que será con toda probabilidad lanzado a primeros de octubre) mantenía el alto nivel del anterior o incluso si lo superaba. Altavoces al máximo volumen (modo quesejodanlosvecinos on) y al lío.

15263775776_4c57aaa7dd_oLo primero que se percibe ya en una primera aproximación es el endurecimiento industrial que han imprimido a todo el disco. Roza incluso el metaleo en ocasiones. No es que Apocalyptophilia fuera un disco pausado pero trallazos por ejemplo del calibre de My Life Is Mine (con ese tecladín que recuerda a un tema de OMD, incluso) es imposible que dejen indiferente a nadie. Las letras siguen siendo duras, irónicas y explícitas. Los ritmos, desde el EBM más bestia al industrial electrificado, las voces tan desgarradas como suelen y el conjunto general, espléndido. Desgranando temas, el disco empieza con la intro Enjoy Your Fear. Toda una declaración de intenciones, cuando lo que busca todo el trabajo es recrear de algún modo el Mal con mayúsculas. En Visions Of A Future Lost, se aprecia la exquisita conjunción vocal-instrumental en un tema que va y viene entre constantes cambios de ritmo. Llenapistas sin duda. Si te gusta bailar al menos. Speeding refleja los primeros devaneos metaleros (especialmente en la manera de escupir las letras), sin exagerar. Y llegamos a mi tema preferido del CD. Sí, me refiero a la antedicha My Life Is Mine. Me parece que lo tiene todo. Es pegadiza, compleja, desatada… mejor escúchala. Wired For Evil, da nombre a todo el disco, es quizá la que más recuerda a los trabajos anteriores: el tratamiento vocal, el acompañamiento con capas y capas electrónicas… Un puntito de desgarro enloquecido. A.T. Mödell en estado puro. Black Dawn es de nuevo un corte muy bailable y, para que nos vamos a engañar, bastante bestia; como dice la letra, el aire se torna gris, terrores antiguos renacen… Allische Protve Alliv, EBM en alemán purista. Como volver al 96 en cinco minutos. Los nostálgicos lo agradecerán. No quiero decir que suene antigua, pero se nota dónde están sus raíces. Y eso siempre que se mira adelante es bueno. Prepárate para el final de la raza humana. Esperanzador. My Greatest Wish y They Speak My Soul siguen parámetros similares: en la línea de Visions Of A Future Lost, temas concebidos para destrozarse las rodillas y los tobillos en la pista. Yo no soy tan de “darlo todo”, pero les reconozco el valor. With A Smile es diferente. Más introspectiva, supura maldad en cada nota. Rítmica, desasosegante. Otro acierto absoluto. Take Your Heart and Kill It es electorock puro. Del brutico además. Con ramalazos ebemeros. Instrumental, ya con el título lo dice todo. Erase The Lies, sin aportar grandes novedades, es otro corte de los de romper pistas. Desconozco como está la escena en ese sentido, pero a poco que siga pinchando gente este palo por Europa, no deberían perderse esta canción. El disco cierra con I Am Your Destiny a modo de outro de casi diez minutos. Aunque tiene una pausa de silencio en medio, tiene suficiente calado como para dejarte con ganas de más, o, al menos, de escuchar es disco entero de nuevo. Wired For Evil es un estupendo ejemplo de electrónica inteligente y bien hecha. Dura cuando ha de serlo, contestataria, irónica, ácida… Sin duda de lo más interesante que se hace hoy en día en este país en cuanto a éste género (y otros muchos). Ya sabes, el 1 de octubre…