VESTIGIAL: Solar/Aeon CD (Cyclic Law 2013)

Cyclic Law en colaboración con el sello ucraniano Old Captain reeditará a final de mes los dos primeros EPs del proyecto italiano Vestigial: Aeon (2007) y Solar (2009) aunque realmente los temas del segundo EP se compusieron antes. Como no podía ser de otro modo, la edición preparada está tan cuidada como es habitual, en este caso limitada a quinientas copias y en un bonito digipack y, además, por si lo dicho fuera poco, incluye dos temas más que fueron publicados en sendos recopilatorios (Old Europa Café compilation -2008- y Saar Maas compilation -2011-). Magnífica oportunidad por tanto de conseguir así reunidos estos trabajos francamente difíciles de encontrar en su edición original hoy en día.

Centrándome (que ya es hora) en el disco en sí, estamos ante otra gran obra de dark ambient. Ya sabéis qué quiere decir eso: paisajes sonoros, samplers, ruido, melodías tranquilas, belleza y mala baba a partes iguales… una especie de banda sonora especialmente compuesta para ti, que disfrutas de la escucha tranquila y preferiblemente a oscuras. A ratos pausada y “bonita”, a ratos agresiva u oscura, a ratos… en algún sitio intermedio entre ambos extremos. El único defecto que le puedo poner a este Solar/Aeon es que al recopilar “canciones” de diferentes orígenes pierde un poco el hilo argumental y aparecen algunas inconexiones motivadas por las diferentes (en tiempo y espacio) procedencias. Es claramente un defecto menor, pero sí que me parece destacable, toda vez que, para mí, una de las grandes virtudes del género es precisamente la capacidad para sumergirte en el ambiente que crea, sea este opresivo y asfixiante o, por el contrario, liberador. Si se pierde esa capacidad, no queda nada más que un cierto ruido, más o menos molesto. Ojo, no quiero decir con esto que en Solar/Aeon suceda, no hay para tanto. Simplemente en este caso no hay una unicidad paisajística tan clara, el artista tras Vestigial no propone de este modo un único viaje (como sucede si analizas cada EP por separado) sino que éstos se multiplican, con todo lo que eso tiene de bueno y de malo. De bueno porque la mayor variedad (dentro de un estilo que concede pocas alegrías así entendidas) triplica las sensaciones elevando el paroxismo sonoro a límites que, en ocasiones, se hacen difícilmente soportables. Para bien, me refiero. De malo porque se agradecen las coherencias (incluso las más ruidistas) estilísticas en tanto en cuanto permiten profundizar más y mejor. Es en esta mayor profundidad dónde habita ese placer decididamente personal, íntimo incluso, que obtenemos los aficionados cuando la jaula sónica nos rodea y nos envuelve para solo soltarnos al terminar el disco.

No obstante, no nos confundamos. Aeon/Solar no es solamente una sucesión de paisajes más o menos amelódicos (palabro imprescindible, amigos de la RAE, estáis tardando), también hay lugar para la fuerza, la rabia, la violencia extrema. Venga esta de los samplers, de los cambios de “ritmo” o de dónde sea. Áspero y opaco sonido, desapacible y huraño cuando ha de serlo, Vestigial no deja de lado el uso del martillo y el escoplo cuando son necesarios, no hay pausa, no hay descanso. Hablamos de sugerir sensaciones, de provocar sentimientos incluso. Hablamos de meterse dentro del escuchante y de hacerle reaccionar. Hablamos de una especie de violación mental, consentida claro, de incluso cierto tipo de posesión, cierta forma de modelar tu voluntad llevándote de algún modo a la locura; todo a través del sonido, de la “música”, por poco convencional que esta sea. Hablamos de esto, de algo no hecho para todos los paladares, evidentemente, pero que una vez probado es complicado abandonar.

Habrá quien lea el párrafo anterior y dude de mi salud mental. Habrá quien piense que he perdido la cabeza. Locura, violación consentida, posesión, voluntad modelada… Diantres, ¡que es solo un disco! ¡Solo música! ¡Arte, al fin y al cabo! Solo puedo añadir: no habéis entendido nada. Es una pena, claro, pero qué le vamos a hacer. O puede que aún no hayáis escuchado a Vestigial. Por fortuna, eso tiene arreglo. No pierdas más tiempo.