SHADOW IMAGE: Kiss The Ashes (Danse Macabre 2013)

9192576174_573314b013_oShadow Image son Harley Mace (cantante y multiinstrumentista) y Mandy Monster (teclados). El año pasado debutaron con un EP homónimo que llamó la atención a las cabezas pensantes del mítico sello alemán Danse Macabre (sí, el de Bruno Kramm de Das Ich) y ahora (bueno a finales de mayo) presentan su primer CD largo: Kiss The Ashes. Echándole un vistazo al libreto del CD y a las fotos llama la atención la importancia que el dúo de Michigan da la imagen. Lentillas blancas, pelos tintados y erectos, arregladísimos en el vestir y un cierto tratamiento de las fotografías que hacen pensar en el enésimo proyecto supermegagótico de la muerte. Una especie de London Alter Midnight 2.0. Por supuesto, dado que si no fuera así no estarías leyendo esto, si te quedaras en esa superficie murcielagosa photoshopeada te equivocarías de medio a medio. Por supuesto si solo fueran la versión moderna de los citados, Mr. Kramm no habría reparado en ellos. Digo esto porque Shadow Image no es la envoltura bonita de un proyecto vacío. No es la nueva encarnación de “sin laca no hay infierno que valga”. No. SImage son mucho más.

La receta es sencilla. Coges lo mejor de cada uno de los diferentes subgéneros que de lo denominado música oscura hayan sido y los metes en la batidora. Aliñas con bastante ingenio y ya lo tienes. O no, depende quién lo haga, pero el dúo desde luego lo consiguen. Los once temas que componen el CD siguen unas directrices parecidas, las que marcan lo anteriormente indicado, todo el sinfín de influencias que supuran cada surco del CD. Voces dramáticas, épicas, desgarradas, llenas de ecos y efectos, guitarras aceleradas o rítmicas según conviene, coros femeninos, teclados etéreos, bajos abrasivos, ritmos complejos… En fin todo lo que se supone que ha de ser un disco de rock gótico clasicote y bien hecho.

9192574922_854c758bb0_oApuntemos como es costumbre un par de líneas de cada canción. Por si acaso aún no os habéis hecho a la idea. This Side of the Wasteland abre el CD, atmósfera al principio con ese ominoso teclado, entran bajo y ritmos, guitarras y el tema se desata en el estándar habitual del género: sugestivo, conmovedor, oscuro. Dejes tilowolfianos en las voces… Kiss the Ashes sigue la misma senda, la combinación de teclado y guitarra, totalmente noventero el tema (todo el disco en realidad). Más épica, más drama, más efectos. The Call of Midnight entra más despacio con el bajo marcando la pauta y guitarras como cuchillas por encima, la voz también corta… Medio tiempo repleto de fuerza. In the Name Of es otra pieza absolutamente dentro del patrón. Cambios de ritmo, voz llena de entraña, teclados… de nuevo me retrotrae a hace veinte años. Las canas no perdonan. There in the Snow es diferente, mucho más tranquila, instrumental, repleta de sentimiento, como un jardín superpoblado, victoriano, algo dejado (ese momento en que las plantas toman el control de nuevo), cementeril. Casi se nota la mezcla de aroma de flores y putrefacción, leve, pero ahí está. I Died for Love, romántica (en el sentido del s. XIX), llevada por la guitarra acerada otra vez y el teclado. Diferente al resto, mismo resultado. The Shadows Linger On con sus guitarras deathrockeras (a ratos recuerdan al bueno de Bari Bari) es, para mí uno de los mejores cortes de este Kiss The Ashes. Oscura y desgarrada, acaricia y hiere al tiempo como solo las buenas canciones consiguen. Shades of Demise es, aunque mantiene el ritmo rápido, bastante más melancólica, dolorosa casi. Por debajo de la anterior pero también destcable. Lost but not Forgotten respeta el efecto de guitarra de los citados, aunque tal vez sea un poco más convencional, está bien, pero epata menos, bastante menos (aunque en su descargo diremos que era difícil mantener el nivel). Shade’s Piano, instrumental como la de la nieve, basada en la melodía que generan piano y teclados, es una preciosa pieza clásica, repleta de sentido y sentimiento. Muy muy bonita. Para cerrar el CD nos encontramos con Lost but not Forgotten (Reprise) que es exactamente lo que promete, una versión a piano y teclado del homónimo. Dota al conjunto de una enjundia que la versión más instrumentada no tenía, aporta cosas que no estaban. Poco habitual en un reprise, pero oye. El disco ha terminado.

Noto como de nuevo se me aparece la sombra de los clásicos del supergoticismo. De nuevo se manifiestan para indicarme que Kiss The Ashes no destaca por su originalidad, que no le hace falta. Las sombras indican que desde luego si te gusta el gótico en su vertiente más pura, menos mezclada, más ortodoxa, Shadow Image no te van a dejar indiferente. Gran ejemplo de inmortalidad de género.