NEAR EARTH ORBIT: Trans Neptunian Objects (Solar Lodge 2015)
Pues ya tenemos aquí, anunciado estaba, la segunda parte del proyecto Near Earth Orbit: Trans Neptunian Objects. Dejamos con el primero (End Of All Existence) el anuncio del apocalipsis para 2034 y la consecución de ese mismo apocalipsis. La raza humana ha sido exterminada y se nos anuncia con diecinueve años de adelanto desde IO, uno de los satélites de Júpiter. No quedan claras ni las causas ni las razones, pero poco importa, pues tampoco queda claro que se pueda hacer algo para evitarlo. Para narrar todo esto, para ponerle banda sonora, Ashley Dayour (Whispers In The Shadows, The Devil & The Universe) y Artaud Seth (Garden Of Delight, Lutherion, Chaos GOD, Merciful Nuns) mezclan sus sensibilidades y crean un paisaje sonoro, a ratos atmosférico y a ratos más inscrito en el rock gótico ortodoxo. Ah y a ratos mezclados ambos, claro. Así lo hicieron en EOAE y es de prever que lo mantengan en este TNO y en el próximo cierre de la trilogía que tendrá lugar en mayo del año que viene. Pero centrémonos en Trans Neptunian Objects, el disco central del proyecto. En TNO se nos cuenta, se nos revela, por qué la misión E.D.E.N. fue descargada donde lo fue, la importancia del agujero de gusano (o puente de Einstein-Rosen) o ese objeto enterrado en el desierto. Anterior al ser humano, viejísimo y cuyo objetivo no es otro que cambiar la humanidad. El monolito de Arthur C. Clarke, 2.0. Post-apocalipsis, espacio, futurismo, ciencia ficción… y oscuridad, atmósferas perturbadoras y opresivas, gothic rock. Menuda mezcla. Fantástica mezcla.
Trans Neptunian Objects sale a la venta el 9 de octubre en edición limitada a 1500 ejemplares y con edición de lujo (poster, camiseta, etc., 250 ejemplares solo) en paralelo. Contiene de nuevo ocho temas y, como decía antes, mezcla sabiamente el guitarreo con bajo profundo, voz gutural y caja de ritmos de los Nuns o de, en ocasiones, Whispers In The Shadows y las atmósferas tenebrosas, frías y desasosegadoras de The Devil & The Universe o, también en algunas ocasiones de los propios Nuns. El disco se inicia con Jupiter Ignition y la constatación de que la raza humana no ha sido totalmente destruida. En un mensaje grabado. Samplers y loops que van creando un ambiente a modo de introducción de lo que está por venir. Artaud empieza sus recitados aún con los samplers de fondo y el tema va creciendo hacia una estructura más propia del gothic rock. Perfecto inicio. Se ensambla con Kepler 186F. El título hace referencia a un exoplaneta que orbita la estrella enana roja Kepler-186. Es el primer planeta del tamaño de la Tierra que ha sido descubierto en la zona habitable de una estrella. Es el último de los cinco planetas que orbitan esa estrella, todos ellos descubiertos por el telescopio Kepler de la NASA, a casi 500 años luz de la Tierra. Es una pieza casi instrumental, cortita, parece parte como decía del primer tema y al mismo tiempo engarza Earth Research. Lenta, ritmo pausado, oscura. Las letanías de Mr Seth te van rodeando, cubriéndote del habitual manto de espesa negrura. La voz tratada, las guitarras y el ritmo tranquilo, engañosamente tranquilo, tejen una impresionante red, capa a capa, que te va tapando. La letra no se detiene aunque salte el número de pista. Ya está aquí Ignition Started. Poco a poco, de nuevo capa a capa, el tema ha ido desarrollándose y este Ignition Started es la culminación. Un péndulo de reloj marca el final de esta “primera parte” del CD.
Trans Neptunian Objects da comienzo a la segunda. Ritmos electrónicos que recuerdan a Abandoned World (del primer disco). Pero obviamente esos ritmos no impiden que la canción sea un himno oscuro, como tampoco lo hacían en la otra. Cinco minutos y medio extrañamente hipnóticos, te sumergen en una especie de mantra raro y la voz de Artaud, más desde el púlpito que nunca, se escucha jaleada por alguna clase de ¿seguidores?. Planet X es el pelotazo bailable y bestia de este disco. A priori demasiado de ambos para mi gusto pero es de esas piezas que poco a poco te van entrando y sin darte cuenta te acaban llevando a su terreno. Y una vez allí ya no quieres salir. Pitch Black mantiene el pulso sin problema. Sintética, lóbrega. Nothing illuminates. Hace que no te des cuenta de que el CD se está terminando. Un sampler de voz final da paso a Jupiter Moon. Tristísima en su arranque de teclado y con la desgarrada voz de Artaud entonando otro canto final, no hay esperanza. Life life life dead. La segunda parte del tema se abre rozando el dark ambient, los paisajes fríos, desolados, el vacío espacial. Jupiter en el horizonte, enorme desde cualquiera de sus lunas. Soledad absoluta. Solo queda silencio.
No sé qué vamos a hacer hasta que llegue mayo del año que viene…