NEAR EARTH ORBIT: End Of All Existence (Solar Lodge 2015)

10455963_336060319937516_8442316693224199334_n¿Qué sucede si juntas a Ashley Dayour (Whispers In The Shadows, The Devil & The Universe) y a Artaud Seth (en su día Garden Of Delight, Lutherion, Chaos GOD, etc; hoy Merciful Nuns)? Pues lo que tenía que suceder, un Nuevo ejemplo de lo que la creatividad, el talento, el dominio compositivo e instrumental y el gusto por lo esotérico, lo apocalíptico y en general, el trabajo conceptual pueden dar de sí. Near Earth Orbit es uno de esos grupos en los que la idea va casi antes que el propio grupo. El concepto por delante de todo lo demás, o prácticamente. En este caso, el concepto es tan claro, como curioso. Las futuras “presencias” de ambos músicos emiten este disco desde el futuro (bueno, en realidad ya está siendo emitido) para avisar al mundo de su extinción, que sobrevendrá concretamente el 16 de marzo de 2034 y con pinta de que nada se puede hacer para evitarlo. Está masiva extinción está programada desde el principio de los tiempos por dioses (extraterrestres) arcanos. Sí, esos que son responsables de “nuestra” creación y que proceden del espacio exterior. Los ya conocidos annunaki, de Nibiru, etc (nota: revisar discografías de ambos próceres para más información sobre ellos). De este modo, este End Of All Existence se convierte a la vez en diario de la destrucción y advertencia de la misma. Además el proyecto está previsto que se desarrolle en tres discos en total: el siguiente aparecerá en octubre (Trans Neptunian Objects) y el último en mayo de 2016 (Near Earth Orbit, como el propio proyecto).

 

Musicalmente es perfectamente equidistante de los sonidos a los que nos tienen acostumbrados tanto Mr. Dayour como Mr. Seth: ambientes oscuros y gélidos, guitarras más o menos ensoñadoras o distorsionadas, bajos profundos, voces más cerca de la letanía y el recitado que de la canción propiamente dicha… Lo dicho, a medio camino entre los otros grupos de ambos líderes. Así The End va preparando el camino para lo que será narrado, para lo acontecido. Lo sucedido que en este caso se mezcla con los que va a suceder en un extraño bucle en el que ni pasado ni futuro existen como tales. Un inicio cercano al dark ambient desemboca en un ritmo hipnótico dónde las guitarras (Dayouresque style) y la profunda voz del predicador Artaud te va metiendo en faena. Samplers, ritmos, secuencias, es el fin de toda existencia. Abandoned World comienza con un ritmo electrónico, invierno postnuclear, apocalipsis sonoro y metafísico. Letanías oscuras, recitados siniestros. Voz altiva, no hay salida. Es el eclipse, la oscuridad definitiva. El final tras el final al darte cuenta de que no hay posibilidad de renacer. The Warning es tribal al inicio y va creciendo sobre la líneas ensoñadoras y desquiciadas de las cuerdas de guitarra. Metálica e inhumana, uno de los mejores temas del álbum (si es que los hay, dada la insultante excelencia de todas las piezas), el final es simplemente magnífico, de dejarte sin palabras (ni aliento). Observing The Sun empieza también con aires de dark ambient, samplers y atmósferas frías y oscuras, pero rápidamente gira hacia un goticismo lustroso, sin perder un ápice de ambiente, además. El sol se muere, o mejor, se transforma. En cualquier caso, desde la perspectiva terrestre de estrella sostenedora de vida, es su final.

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T.H.E.M. o Trans Human Earth Migration , armónica, acompasada, letárgica en el mejor de los sentidos te va corroyendo con el eco de las voces, recitadas de nuevo y el bajo pulsante y profundo. Lentamente se arrastra en seis minutos y medio de lenta agonía, atrapándote. Todo para que llegue Heat Death y te arranque las entrañas. Y es que es probablemente la canción más “canónica” del álbum. Acelerada, siniestra, gothic rock del fetén. Impresionante y cautivadora. Podréis oírla próximamente en el podcast, fijo. Taken es otra pieza maestra. El desenlace de lo inevitable, el resumen de lo que acontecerá. No hay una razón para la destrucción, es el final de un ¿experimento?, ¿un capricho divino? Solo sabemos qué, pero no por qué. Anybody Out There no da respuestas tampoco. Tal vez no las haya. O quizá todo quede más claro cuando finalice la trilogía. De momento nos quedamos con este corte tranquilo, de guitarra acústica, ambiente fantasmal de teclado por detrás y sampler por delante. Comunicación de radio, es el momento exacto del final. La canción empieza exactamente tres minutos y treinta y tres segundos antes del fin. Termina lógica y exactamente ahí. Con esa comunicación de radio.

 

Oh my God, the apocalypse is fucking beautiful! (Ashley Dayour dixit). Añado que este álbum también. Lo han vuelto hacer. Que cabrones.

On tour:

NEOtour