MUNIC!: Perfect Place (Autoproducido 2015)
Me estreno en La Letra Capital con mi primera reseña; como bien sabe Avatar, suelo huir de ellas como lector, porque prefiero hacerme una idea del disco escuchándolo directamente. Pero hay que reconocer que son una buena forma de dar a conocer grupos (nuevos o veteranos) al público, así que ¡qué demonios, vamos a ello!
Munic! es una banda madrileña formada en 2014, con solo un EP (Enemies) y este álbum titulado Perfect Place, ambos autoproducidos. En términos generales se adscriben al Post Punk de nueva hornada, siguiendo la estela marcada por Interpol, She Wants Revenge, y obviamente los seminales Joy Division o The Cure. Pese a ser recién llegados, ya han conseguido una buena presencia y un reconocimiento dentro de la escena alternativa. El año pasado fueron nominados para los premios Vicious Music Adwards 2015 en la categoría de Mejor Grupo Electro-Acústico, junto a otros reconocidos grupos (Esplendor Geométrico, October People, Cycle…). También han aparecido en el programa Siglo XXI de Radio 3 con el tema 600 Seconds. En octubre de 2015 fueron los encargados de inaugurar el IV Festival Melodías de Sombras (Madrid), han tocado en el Festival Dark Wave Madrid (Nature 20 Aniversario) y también junto a Linier, Strange Wishes y otros grupos.
Listado de temas
- Enemies.
- Distortion.
- Not Easy.
- Icy.
- 600 seconds.
- Mistery Land.
- Memories.
- Green Eyes.
- The Last One.
Perfect Place incluye los temas del EP Enemies y lo complementa con cinco nuevos. Si la primera escucha te sirve para encuadrarlos y saber por dónde van, sin descubrirse aparentes signos que distingan su personalidad, cuanto más escuchas el álbum, más detalles descubres y más te gustan… y eso es un buen augurio. Siendo accesibles desde el primer momento, hay que dedicarles algo de tiempo para apreciar su originalidad, pero vale la pena porque es cuando realmente empiezas a disfrutarlos.
Esa accesibilidad se apoya en composiciones aparentemente sencillas, efectivas para inducirte a bailar y para que los temas se te queden en la cabeza. Para ello cuentan con los ritmos marcados y claramente distinguibles de bajo y batería; y con una voz principal (Leandro Gómez) más orientada al Indie o al Pop británico que al Darkwave o al Post Punk de vertiente oscura, acompañada por los coros de Núria Estúñiga (bajo) y José Angel Díez (guitarra, programación). La tranquilidad de la voz atenúa la energía cruda de la guitarra y la batería, y hace que el conjunto no suene demasiado ruidoso o rabioso; lo suyo es la elegancia más que lo visceral, aunque tensión no falta.
La gravedad del bajo de Núria y sus efectos de eco/flanger se adueña de algunos temas y con sus líneas crea un efecto hipnótico. Las guitarras de José y Leandro se alternan entre arpegios con pocos efectos, notas envolventes (con flanger, delay y demás) y las murallas que construyen cuando se vuelven rítmicas, aportando el mayor grado de dureza al disco. La batería de Andrés Morillo es sencilla pero efectiva; contribuye a redondear la accesibilidad del grupo sin renunciar a las variaciones. Todo ello se complementa con los sintetizadores que aparecen en los momentos adecuados, introduciendo algunos temas o acentuando su carácter bailable sin llegar a adueñarse de la composición.
Las letras de los temas tienen una perspectiva personal, centrándose en los problemas que se viven interiormente (angustias, miedos, desorientación, infravaloración) y en los que surgen en las relaciones con los demás: sometimiento, confrontación, hipocresía… Dentro de esta orientación, temas como Icy instan a la acción, a cambiar para mejor. Así que no se trata de una loa a la desesperanza, sino más bien de un intento de encontrar un camino. Siempre hay una vía de escape, como en el tema The Last One; aunque sea una vía introspectiva como en Mistery Land, que describe un paisaje imaginario o de ensueño.
En conjunto los temas de Perfect Place tienden a los medios tiempos, con un desarrollo sin pausas y con finales súbitos en su mayor parte. 600 seconds es el tema más lento, y uno de mis preferidos por la atmósfera que consigue y lo completo que es. Todos los instrumentos, junto con el ritmo de la voz, contribuyen a producir ese efecto hipnótico, casi Trip Hop. Los coros de Núria consiguen un contrapunto muy acertado, y los teclados del final me recuerdan a los ambientes que encontramos en Nine Inch Nails.
En contraste, el siguiente tema Mistery Land es el más rockero del álbum. Un comienzo con deslizamiento de púa, seguido por guitarras distorsionadas e incluso con un espacio y momento para un «solo» de la guitarra melódica… sin abandonar por ello esa elegancia y contención. Memories mantiene la energía en los estribillos, incorporando un tono crudo a la batería y unas guitarras que alternan la ensoñación del flanger con la distorsión que respalda y acentúa la voz. Sin duda, uno de los temas más variados del disco.
The Last One, el último tema, destaca por unos sintes disonantes en plan Minimal Wave que le dan un aire actual y bailable, gracias también a la batería. Pasado su ecuador, se vuelve más guitarrero y hacia el final juega con el ritmo, que sube sutilmente. Como veis, hay una variedad muy disfrutable a descubrir. Para ello, podéis empezar a escucharlos a través del perfil de Munic! en Bandcamp. ¡A por ellos!