MONICA RICHARDS (INFRAWARRIOR): Naiades (Danse Macabre 2012)

Todavía sin recuperarme del todo de la impresión sufrida al enterarme de la disolución de Faith & The Muse llega a mis orejas este Naiades. Tiene pinta de que será de ahora en adelante el proyecto “principal” de la Richards, toda vez que su Infrawarrior de 2007 era claramente un “paralelo”. El caso es que estas Náyades previstas para el año pasado se han terminado de gestar en este y a través del más que de moda crowdfunding. Sí, ya sabes, adelantas como fan un dinerillo y de ese modo el autor saca el disco. Una especie de mezcla (bastante inteligente) entre el mecenazgo y la reserva o el pago por adelantado. Un sistema que normalmente te permite elegir la cantidad con la que “ayudas” al artista recibiendo uno o varios productos en consonancia con lo aportado. En este caso, había una cantidad única, elevada, a modo de “ayuda”. Esa cantidad aportada hacía que tu nombre fuese imprimido en el propio libro que acompaña el cd, lo que, sin duda, si te podáis permitir ese pago por adelantado era un “extra” atractivo. ¿El signo de los tiempos? Probablemente, pero me parece un buen sistema, pese a todo.

Digresiones aparte, vamos con lo que importa, este Naiades es muy de su autora. Ecléctico, doce canciones que de algún modo tienen un nexo común en las ninfas que le dan título. El mar, presente todo el rato, se presenta en sus diferentes caras, en sus múltiples facetas. Por ello, encontramos temas oscuros y agresivos como las tempestades (en The Tail Of Two por ejemplo, que sin letra pero con voz será seguramente el tema más F&TM de todo el disco o Pride, otro latigazo), dulces como el rumor de las olas con el mar en calma (en por ejemplo, Lureinlay, con un aire casi new age –salvando las distancias- o en Nereides, aunque aquí se pueda degustar una especie de violencia contenida, el mar es dulce, sí, pero peligroso también), mantras “sirenaicos” (como en la deadcandanciana Naiades o en la más terrena Endbegin) y también arrebatos cuasi bailables (The Strange Familiar que ya fue comentada en el EP del mismo nombre). Ecléctico, como decía antes, como la propia Monica que igual se transmuta en musa deathrockera que se marca un tema como el también ya publicado en el EP The Mighty. Vamos, como ha sido siempre. Una Monica que tiene en su voz el otro nexo (además del perfume oceánico) de todas las canciones, en su personal, particular e impresionante voz. Y lo sabe. Y lo desarrolla a voluntad, llevándote y trayéndote en un disco (como –de nuevo – en toda su carrera) un poco irregular por ello pero indiscutiblemente mágico. Añádele el impresionante “book” y para que queremos más. Naiades es un trabajo tan cuidado como imprescindible. Casi (casi casi) consigue hacer que la ruptura mencionada al principio duela un poco menos…