GITANE DEMONE QUARTET: Substrata Strip (Dark Vinyl Records 2018)

 

Creo honestamente que hablar de un disco como Substrata Strip con la mirada puesta en el pasado, es un error. Como era un error hacerlo hablando de Past the Sun, el disco anterior del cuarteto. También creo que es un error atender al Gitane Demone Quartet pensando que estamos en los ochenta y que acaba de publicarse Ashes. Es un error porque ha pasado el tiempo, todos hemos cambiado (sí, amigo, tú también estás más viejo) y, los más afortunados, han evolucionado. Es materialmente imposible que Rikk Agnew sea el de Only Theatre of Pain, que Gitane sea la de los lamentos de Tales Of Innocence o que Paul Roessler o Deb Venom sean las mismas personas que fueron hace treinta años. Es más, me parecería criticable que lo siguieran siendo. De la misma forma, me parece que escucharlo desde un planteamiento puramente enfocado a lo siniestro, tampoco es ni acertado ni justo. Por supuesto que las canciones tienen en su mayoría un poso oscurísimo, negro como lo más negro que te puedas imaginar. Pero si ya en la época de los Christian Death de Sex, Drugs and Jesus Christ o The Scriptures, la garganta de la Demone coqueteaba sin tapujos con el jazz, el soul y la música negra (negra de raza, no de siniestra), ahora todas estas influencias se han intensificado bastante. ¿Quiere decir esto que Substrata Strip sea para fanses de Ella Fitzgerald? Pues por supuesto que no. O no solo al menos. Quiere decir que si eres un talibán del gótico que espera encontrar en el GDQ la reencarnación de Catastrophe Ballet ni te molestes en intentarlo.

 

El disco abre con Douglas Street. Cinco minutos de samplers, riffs de guitarra, percusiones y ritmos con aires a club lleno de humo y, por encima de todo, la estupenda (quien tuvo retuvo, supongo) y carismática voz de esa diva que fue, es y seguramente será Gitane Demone. Da igual que se envuelva en satén o en cuero negro, da lo mismo que se maneje en cualquiera de la multitud de registros que domina. Siempre sobresale. Over the High Side es un tema en el que cuesta (al menos a mí) bastante más entrar. No termina de gustarme el teclado ni el ritmo y me da la sensación de que la voz va en otro plano distinto. No es un mal tema, en absoluto, pero ya digo que a mí me costó incorporarlo. Todo lo contrario que Bells of Barbara. Desde las campanas iniciales me atrapó. Los gorgoritos perfectos marca de la casa y la también perfecta instrumentación hicieron el resto. Y eso que últimamente los trinos demasiado agudos me irritan, pero por alguna razón, no en este caso.

Amaranthene me gusta un poco menos. Me parece a ratos demasiado convencional, demasiado “bien hecho”. Salvando las distancias (no se parecen en nada) me pasa un poco como con los discos de The Eden House. Reconozco que objetivamente son magníficos, pero me supera tanta excelencia. Les falta entraña. Algo parecido me pasa con Amarenthene. Sensación que rápidamente desaparece con Kill War. Tal vez sea la pieza más clásicamente oscura y canónicamente siniestra del álbum. Lamentablemente es de las más cortas porque es de esas que no quieres que terminen nunca. Intensa, tremendista, épica, perfectamente ejecutada en lo instrumental y en lo vocal… Una auténtica maravilla. Retrospect es bastante más difícil. Casi trece minutos de experimentación sonora, desfase instrumental y elementos que parecen no ensamblarse del todo bien, recuerda a una especie de jam session improvisada y desquiciada. Si siguiéramos en el club que citaba al principio, sería ya muy tarde y el alcohol y otras sustancias (posiblemente prohibidas) llevarían ya mucho rato embotando sentidos y abriendo puertas a otras percepciones. Difícil, sí, pero termina haciéndose bastante adictiva. Substrata Strip es una, corta, maravilla energética y energizante. Uno de esos cortes más que pinchables en cualquier sesión del palo, en cualquier sesión que se precie, claroestá. Os dejo enlace del bandcamp para que la escuchéis vosotros mismos. Prayer for Peace está muy muy en la línea habitual de la Demone. Quizá sea el corte más típicamente demoniano, tanto que podría pertenecer sin desentonar a cualquiera de sus proyectos anteriores. De nuevo la garganta ya conocida por todos dando el máximo de sí. De nuevo, las punzantes guitarras marca Agnew, de nuevo la sección rítmica y los teclados en “su sitio”. Para mi gusto, uno de los mejores temas del disco. Tanto, que da pena que sea el último y que con él acabe Substrata Strip. Un trabajo muy destacable, uno de los mejores discos del año a mi parecer. Lo que viniendo de dónde venimos todos, no es moco de pavo.