GEOMETRIC VISION: Virtual Analog Tears (SwissDarkNights 2015)

Italia se ha convertido de un tiempo a esta parte en un auténtico hervidero de nuevos grupos oscuros, casi se podría decir que dos de cada tres bandas de las que surgen nuevas (y últimamente son muchas en general) vienen del país trasalpino. Especialmente en subgéneros como la coldwave, el afterpunk y, en general, el revival ochentero bien hecho. Será el clima o el agua o que sé yo, pero bienvenido sea desde luego. Sobre todo porque el nivel medio es bastante alto, ignoro si hay muchos grupos por debajo, pero desde luego a mí no me llegan…

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El trio italiano Geometric Vision nos sorprendió muy gratamente hace ya dos años con su debut, Dream. Entonces comentamos que era uno de esos grupos que tenían la extraña (por no ser demasiado frecuente) cualidad de transportarte a otros mundos, a otras épocas, a otros ambientes. Tenía muchas ganas de comprobar si en el segundo CD (tan difícil, tantas veces) eran capaces de continuar haciéndolo. Y, claro, si eran capaces de mantener un nivel altísimo, un horizonte de insultante creatividad, un paisaje sonoro de tremenda actualidad con añejo origen. Con clase, estilo y savoir faire. En resumen, si eran capaces de repetir el tiro, el puñetazo en la mesa (y en la boca del estómago) que fue Dream. Repiten en SwissDarkNights, lo que también es una garantía, al menos en cierto modo.

 

Black Heaven recupera (de nuevo) el aire ochentero ya desde el inicio, tanto en el sonido como en la propia estructura del tema. Profundos bajos, teclados y efectos, guitarras tan cristalinas como difuminadas, voces con reminiscencias de esos primeros Cure (por ejemplo). Elementos y características ya presentes en Dream, repiten en este inicio de álbum. No obstante, se aprecia una cierta evolución, una intención de llevar esas influencias más allá. Ochentas sí, pero sin perder de vista que han pasado más de treinta años. Think se mueve ciertamente en el mismo mundo de Black Heaven, aunque es más fría, más coldwave. Una canción bailable, inteligente y muy bien ejecutada. Diría que a estas alturas se aprecian ya también mejoras en la producción, más elaborada, menos “inmediata” que en el disco debut (lógico) pero que aún con ello se mantiene la esencia de las canciones, la propia personalidad de estos italianos. Hills es redundante para bien en lo apuntado. Preserva el aire pretérito de las anteriores y amplia un poco el registro, sobre todo en lo que se refiere a las guitarras, más presentes. Un corte frío y al mismo tiempo fácilmente bailable. Another Day Without Blue se acelera, se llena de rabia con el bajo dominante y la voz volando por encima de notas frías de teclas, sonidos ominosos para una, en mi opinión, de las destacadas de todo el álbum. De nuevo demostrando que se puede ser gélido y movido al mismo tiempo.

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Generation A recuerda inmediatamente a alguna de las grandes bandas antiguas del género, sin terminarse de parecer a ninguna. Evocadora, onírica, cortante como el hielo… Da paso a la estupenda In Your Silent Room, aires adolescentes de incomprensión y autosuficiencia aun no adquirida pero ya deseada. Dulce y triste al mismo tiempo, otro de esos cortes que podrían tener treinta años perfectamente. Estos Geometric Vision se permiten el revival sin olvidar el presente, pero más que asentados en una época que, gracias a ellos y a otros del mismo palo, está más viva que nunca. Panic lo confirma. De nuevo el bajo en protagonista absoluto en una pieza que si no te hace mover los pies es que no estás vivo en absoluto. Como Joy, con parecidos planteamientos, algo más lenta pero con similar espíritu. Se me terminan los adjetivos, se me acaban las comparaciones, Virtual Analog Tears es de esos trabajos que son más fáciles de escuchar que de comentar. La homónima lo demuestra: mucho más reflexiva e introspectiva. El efecto de la voz y el omnipresente teclado, algún deje de postpunk… impresionante canción. Stupid Song For Dreamers es mucho más sintética. Más tecnopop, como más oscura es Novembre. De nuevo el frío intenso en una melodía de esas que se te pegan absolutamente, una de esas que te apetece escuchar una y otra vez, en un bucle casi infinito. El CD termina con Nenia, la más larga del disco, una de las más intensas. Teclados, bajos, efectos mil para una melodía oscura, en italiano. Un final francamente perfecto, con esos samplers finales. Precioso todo.

 

Decía al principio que podían quedar dudas de si Geometric Vision serían capaces de repetir lo apuntado en Dream o si serían uno de tantos grupos que tras un debut más que esperanzador, se diluyen en un segundo disco (insisto, el más difícil) sin lograr igualar siquiera las cotas alcanzadas. A estas alturas, no me queda ninguna. Dream era (y es) un disco tremendo, pero este Virtual Analog Tears me parece incluso mejor, más completo y personal. Más maduro también, demostrando que aquello no fue casualidad y abriendo un futuro mucho más que prometedor.

 

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