A.T.MÖDELL: Apocalyptophilia (Danse Macabre 2013)

9192574166_ae90fbaf04_oConfieso que no conocía a los valencianos A.T.Mödell. Probablemente por extensión a mi desconocimiento general de la escena electro-industrial, tanto en este país como más allá del mismo. Por eso, cuando Danse Macabre nos envió este disco, puede acercarme a él sin prejuicios ni ideas preconcebidas, sin nada más que las ganas de ver que se cocía dentro de este Apocalyptophilia de tan curioso título. Hace referencia a la visión irónica y sarcástica de las histéricas reacciones (de hombres y mujeres) ante un supuesto advenimiento del fin del mundo, vía profecías mayas o cualquiera otra. Buceando un poco, me entero en seguida de que es el segundo álbum de los citados, de que salió al mercado a finales de mayo y de que colabora Julio Nexus de Interfront. Buceando más (ya en el disco en sí), compruebo que son dieciséis los temas y cero las concesiones. Dejo los aparejos de buceo y me dispongo a escucharlo.

Ya desde la intro The Third Coming, las bases están claras: en lo musical electro industrial excitante y bailable; en lo literario, sátira, ironía y talento. Bueno, talento en lo musical también. De hecho no es la típica intro, tiene suficiente entidad como para dejarlo en el subtítulo solo. Bliss me recuerda a unos Alien Sex Fiend más electrónicos (si cabe), más metidos en la música de baile. Pero solo al principio, luego ya el desquicie y los bits hacen olvidar la comparación. This Time Alone responde a parámetros ligeramente diferentes. Menos chundachunda, más intensidad melódica. Lo prefiero, pero sobre gustos… Lo que a estas alturas de la película ya han demostrado los valencianos es su capacidad para manejar registros bastante diferentes. Dead in sixty-six parts vuelve al baile, al rallante además.

9189777599_c070e70a56_oLos efectos de sonido, el taladro en la cabeza. El cuidado manejo de los tiempos, el equilibrio. La letra tan bien escrita. We’re gonna eat tonight o un nuevo registro, menos orientado a la pista, aunque igual de intenso. Una de mis preferidas del CD. Intermission – May you live in interesting times no deja de ser un aparente descanso, un oasis en mitad de la barbaridad que llevamos oída. Un remanso de ¿paz? Roto por el inquietante final que da paso a Bursting into the world dónde otra vez se desata todo. Menos electrónica, con un ritmo más “humano” es, para mí, otro de los aciertos indiscutibles de Apocalyptophilia. Un estupendo tema, original y variado. A next reality nos devuelve a la senda del baile. De un baile inteligente, en el que puedes de igual manera desfasar con lo bestia de los bits como pararte a disfrutar la letra de una forma más tranquila, sin que ninguna de las dos opciones tenga porque anteponerse a la otra. Automatische Terroriv Mödell no deja de ser el nombre del dúo. Así que esperamos un resumen de lo que este significa. Electro bien hecho. Too high. Más tralla rítmica, más EBM, más llenapistas. Hay una cierta intención melódica en la voz bastante conseguida pero el objetivo es dar botes. A fe que lo logra. Llega otro Intermission – End of everything. Más extraño, menos convencional, es un punto de relax en medio de la tormenta sonora anterior, un pequeño respiro. Porque desde luego Reluctant hero no da opción. Me recuerda a cuando el Front 242 lo eran, pero pasados por el personal filtro de los del Turia, que aquí no se copia a nadie. This time together hace un ligero cambio de estilo. Percusiva, apocalíptica, desesperada. Otra de mis preferidas. The Doomsday march y sus samplers. Marcial en su inicio, está tan llena de matices que resulta difícil de comentar o juzgar; instrumental va acelerando en una secuencia que se repite, con buen gusto y armonía. La homónima Apocalyptophilia es casi el cierre del trabajo que nombra y condensa todo lo anteriormente explicado, las letras irónicas, los ritmos rapidísimos, el enfoque al baile… en fin todo lo dicho. Termina el álbum con más de nueve minutos de Outro – Fear and hope in the aftermath of obliteration. Vuelta al instrumental, vuelta al matiz, vuelta al bit disparado sin emisión posible. Gran broche.

A.T.Mödell (o Automatische Terroriv Mödell) demuestran en este Apocalyptophilia que el nivel de la música electrónica actual es más que notable, que por descontado, puesto que no tienen nada que envidiar a ninguno de los iconos electrónicos foráneos, merecen al menos tanto reconocimiento como ellos. Y que da gusto toparse con un trabajo como este, tan bien hecho. Mi más sincera enhorabuena.