SONSOMBRE: The Veil Of Ending (Post Gothic Records 2019)

Sonsombre, o Brandon Pybus, que viene a ser lo mismo, es uno de los más prolíficos proyectos actuales en esto del Gothic Rock Old School: Está ya en preorder su nuevo disco (One Thousand Graves, del que daremos cuenta en cuanto nos llegue), cuando todavía está caliente en nuestras manos este The Veils Of Ending que nos ocupa. Y no muy lejano en nuestras orejas el estupendo A Funeral For The Sun de otoño de 2018. Tomándolo como lo que es, un proyecto unipersonal, más mérito todavía. Y sí, es cierto que Sonsombre no descubren nada nuevo, ni inventan la rueda ni son la originalidad hecha surco. Y sí, es cierto que en una primera escucha te puede sonar todo a ya escuchado, las cajas de ritmos (mucho menos “sintéticas” que en otros combos del género), las guitarras afiladas, los bajos a caballo, la voz ahogada y profunda… Nada nuevo bajo el sol. Pero claro, dentro de ese canon, hay quien se limita a copiar esquemas, incluso melodías; hay quien se entretiene en hacer, esta vez sí, exactamente lo mismo. Y hay quien sabiendo perfectamente de dónde viene y a dónde quiere llegar, mezcla todas esas obvias influencias, les da una vuelta y ofrece un material más que destacable. Y de entre todos esos que se dedican a esto último en los últimos años, destacan los discos de Mr Pybus.

The Veil Of Ending está publicado por Post Gothic -es su cuarta referencia- y, como es costumbre, viene en un muy cuidado digipack de ocho paneles que incluye letras y algunas fotos. Cementerio neblinoso en la portada (cover art de Gothicrow), para completar el cuadro. Profundizando en el álbum y en las once piezas que lo forman, que al fin y al cabo hemos venido a eso, cabe destacar la bailable y noventera Fear. Puro y negrísimo gothic rock à la The Wake (por poner un ejemplo sin salir de los USA). También son dignas de mención las oscuras e intensas Matte Black, Between o Night Child, llenas de matices siniestros y Unfit for Endings, pausada y lóbrega, no llega a ser exactamente una balada épica (Love Like Blood eran los más grandes en esto), pero estremece casi lo mismo. O por supuesto la tremebunda The Future is Black, con su desasosegadora intro y su teclado llevando bastante peso entre los riffs y las andanadas salvajes. Por encima cabalga la voz del de Virginia, terminando de conformar uno de los mejores cortes del disco, a mi juicio. El resto de cortes (Coming for You, Mirror Mirror, A Ghost Story –con sus ecos a Floodland en el bajo morrisoniano- o It’s Alright) están a un nivel notable también, no hay ninguno de ellos que destaque por debajo. Incluso el brevísimo epílogo The Veils of Ending y sus aires a película de terror con niño, es un más que digno final a un disco que, como decía al principio, no se desmarca por su insultante originalidad pero sí que es capaz de aportar mucho (y muy nuevo) a un palo bastante enrarecido e incluso anclado en un pasado glorioso, sin terminar de despegar hacia delante.

Sonsombre sí se atreve: The Veils of Ending es un fenomenal repaso a todo lo bueno que se ha ido haciendo en el gothic rock clásico de los últimos treinta años. Pero lo mejor es que no se queda ahí y renueva un género al que le hacía falta que alguien le abriera las ventanas y le obligara a recibir aires nuevos (fríos, oscuros y cargados de malevolencia, si queréis). Al fin y al cabo es o eso, o seguir esperando a que las viejas glorias saquen algo nuevo. Nada hay que envidiar aquí a las antedichas, más bien, como hasta ahora, seguir señalándolos el camino, por si algún dia se decidieran. Por más que sea ya innecesario.