SONSOMBRE: One Thousand Graves (Cleopatra/Post Gothic Records 2020)

Queda lejos ya ese enero en el que Sonsombre (o Brandon Pybus) publicara su tercer trabajo –en un par de años-, One Thousand Graves. Queda lejos pero sin embargo, dentro del estilo que practica, es uno de los que más veces he escuchado en estos meses. Ya os he indicado otras veces, al hablar de los anteriores, que el bueno de Mr Pybus se aleja lo mínimo posible de todo lo que se puede esperar de un gothic rock absolutamente canónico: sí, en el que estáis pensando. Tanto la temática habitual de las canciones como su sonoridad, siguen presentes en este One Thousand Graves. La profunda (y ahogada) voz, las guitarras omnipresentes, la caja de ritmos, el aire cementeril y nosferatuiano de cada pieza… No hay en eso grandes diferencias con The Veils of Ending o A Funeral For the Sun, aunque sí que se aprecia un sonido quizá más depurado, aparentemente mejor producido. Pero vamos, que es muy sutil, en el fondo estas canciones más nuevas siguen radicalmente las líneas maestras marcadas en los discos anteriores.

 

Esta quinta referencia del sello Post Gothic tiene la virtud de llenar de niebla la habitación en cuanto empiezan a sonar los primeros acordes de Fire. No digo invocar fantasmas, pero casi casi. No Warning baja aún un poco más la temperatura y casi físicamente notas como esa humedad típicamente londinense (pese a que el señor Pybus es de Virginia) se te mete en los huesos. Una sensación que ya no te abandonará en todo el disco. Los teclados que trufan aquí y allá las atmósferas, subrayados por los riffs guitarreros y con el bajo y la caja de ritmos a pleno rendimiento, acentúan la percepción. Until the Sun Goes Down es buen ejemplo de ello. Like Rats es otro himno gótico old school. Más melódica si se quiere que las anteriores, más épica también. Las sombras que en su día proyectaran (sobre todo al principio de su carrera) los británicos Nosferatu, están aquí más negras que nunca. Pero sería injusto reducirlo a las –evidentes- influencias: este puñado de canciones, pese a que no trate de innovar en ningún sentido, están perfectamente bien hechas y tienen empaque y calidad suficiente como para que al rato de escucharlas, esa “falta” te importe poquísimo.

Darker Skies es seguramente uno de los puntos álgidos del álbum. Pegadiza a más no poder, sería single seguramente si A Thousand Graves se hubiera publicado hace treinta años. Hoy, es la que pondría a alguien que quisiera saber de qué van estos Sonsombre. O tal vez fuera Lights Out. Más rápida, de nuevo el teclado teje una malla estucada de bajo y sobre la que dibujan las notas de guitarra y la voz, para mí la más inspirada del disco. Slumber comienza con una melodía fantasmagórica sobre la que el teclado va ejecutando acordes hasta que entra la voz. Una pieza oscurísima, muy siniestra y melancólica al mismo tiempo. Es el único corte que no llega a los tres minutos y creo que de ser más larga habría ganado, seguramente, épica y perdido melancolía. Es preciosa así. Highgate, tras un inquietante órgano, desarrolla otra canción de puro gothic rock, sin concesiones. El ritmo me saca del sitio un poco, no sé la razón, me parece como a punto de estallar por algún lado pero no termina de hacerlo. Aun con todo, es más que correcta.

A Thousand Graves lleva en el ritmo encabalgado y el bajo profundo una de sus mayores virtudes. La voz, excelente en este tema, va transportándote a esos lugares que aunque ya visitaste con bandas anteriores, sigues disfrutando. This Procession es uno de mis favoritos. Una de esas canciones que te cuesta quitarte de la cabeza y mira que con grupos de estilo tan marcado me cuesta que me suceda esto, pero así es en este caso. El disco termina con Remember Me, que amenaza medio tiempo pero después va creciendo y acelerando. Otro himno de puro gótico, van ya unos cuantos. Destaca entre el resto, pese a que estilísticamente encaje como un guante. Negro, claro.

 

Sonsombre son una propuesta interesante y la apuesta de Post Gothic por este tipo de grupos en los tiempos que corren es, de nuevo, más que reseñable. A Thousand Graves remacha lo que apuntaban The Veils Of Ending y A Funeral for the Sun: que hay gothic rock para rato. Y que Sonsombre son de los que apuntalan el género. Larga vida a ellos.