OCTOBER PEOPLE, 23 de enero de 2015, Sala Moby Dick, Madrid

Frío, mucho frío en Madrid la noche del 23 de enero. Frío necesario seguramente si lo que te dispones a hacer es disfrutar del calor de la presentación de un disco que lleva por nombre Love Is Colder Than Death. Por paradójico que resulte, la idea que tenía antes de empezar sobre lo que acontecería aquella noche, era exactamente esa. Una impresionante radiación de calor y energía… fría como solo pueden ser el amor y la muerte. Todo lo presagiaba, la reciente entrevista con el grupo responsable, la frecuente audición de un disco que en poco tiempo se ha convertido en uno de mis favoritos, uno de los que más giran en los últimos tiempos en mi reproductor. October People se prodigan poco en directo (menos, mucho menos de lo que me gustaría) y la sala Moby Dick tenía pinta de ser el recinto ideal.

IMG_4181

Antes del concierto, conversaciones esperadas, la mejor compañía posible (o casi) para el acontecimiento y el profundo deseo de que todo fuera un éxito. Y frío, del que se cuela en los huesos. Mucho aunque eso se solucionaría pronto. Más o menos en cuanto empezara la larga (para lo habitual) intro que precedió Wishes. Un tema que hacía, ya, tan pronto, de resumen de lo dicho, de compendio de lo esperado para toda la noche. Suena muy bien y Gio parece especialmente exultante. Con todo esto, ambos aspectos mejorarían durante el resto del recital. Por difícil que parezca ya que desde el principio, desde el primer tema, todo parece perfectamente “engrasado”. Las luces habituales, rojos y azules, humo, mucho humo ochentero. Ambienta todo pero dificulta el trabajo de los fotógrafos. Si es que han venido a trabajar, que los veo aplaudir cada momento.

IMG_4211IMG_4607Por detrás noto como a la compañía antes citada le gusta el tema.es una sensación porque no habla mucho, tan concentrada… Voices, también del primer disco, el homónimo de la banda. Trabajada, mucho, la guitarra de Vito, especialmente viva, especialmente “ruidosa”. En el mejor de los sentidos. El bajo de Kike contundente como suele y las baquetas (Dani cada vez que lo veo toca mejor) aparentemente introspectivas, sostienen todo el entramado sonoro y proporcionan la plataforma ideal para que Gio arengue al público, se desgañite, baile. No tiene culpa de parecerse al Gahan, de hecho le quedan peor los pantalones de cuero. Nada parece forzado, todo fluye, por donde debe. Igual que la canción crece, también lo hace el sonido, más perfecto, más nítido. Between Frames es la constatación de lo dicho. Canta todo el mundo, incluso quien no suele. El tema que abre LICTD mejora en directo (bueno, todos lo hacen, por lo menos esta noche), tan tremendo como Our Darkest Time. Una de mis preferidas del nuevo disco, que ahora sí, es repasado convenientemente. Van sonando seguidas las esperadas Not The One (único single hasta ahora del grupoy un pelotazo como pocos), Leave Your World Behind (con ese inicio à la Lucretia) y sobre todo, La Transformación.

IMG_4121

Que La Transformación debe de ser single (PREFERIBLEMENTE CON VIDEOCLIP) es algo que pienso desde la primera vez que la escuché. Entiendo las razones para la duda (ver entrevista), pero aun así… El público enloqueció -no he comentado nada antes pero era bastante numeroso, no hubo un lleno total pero se aproximó bastante-. Cantó a voz en grito todo el tema y si antes había alguna reticencia (que sinceramente creo que no) a partir de esta canción, la “comunión” ya fue total. Agradeciendo el sudor y las ganas que lanzaban desde el escenario, disfrutando del fantástico sonido, de la estupenda interpretación, de lo que debe ser realmente un directo: canciones bien tocadas, bien cantadas pero no solo eso, debe haber un plus respecto de las grabaciones, o así lo entiendo yo. Y así lo debieron entender ellos puesto que fue exactamente lo que hicieron. Los temas, trabajadísimos, ensayadísimos, se nota mucho que el tiempo ha ido pasando y el ensamblaje ya entre músicos es total. La mano “muerta” de Mr. Cabezalí flotando en el ambiente, presente en cada arreglo… una noche que se acercaba a su ecuador y que ya, con solo esa primera parte iba a ser algo a recordar durante mucho tiempo.

IMG_4846

The Neverending Lie (perfecta) y Fearless (increíble) mantienen el tipo pese a que no pueden (sería imposible) llegar al clímax absoluto de la citada transformación. A estas alturas ya es obvio que el acontecimiento es irrepetible, que difícilmente se repetirá y que somos de los afortunados que estamos allí, chillando cada canción. Musicalmente, vocalmente, interpretativamente… ningún pero se puede poner a la actuación. La banda, normalmente bastante estática está completamente desatada. La gente responde y claro, el resultado es el que ha de ser. Comento esto mismo con mi acompañante nórdica y no dice gran cosa pero por su gesto creo que está de acuerdo. Es callada la muchacha pero se la entiende. Y es que la banda ha abandonado el escenario. Quedarán bises imagino.

 

IMG_4418Está casi todo el LICTD repasado, queda What I Am clarostá. Con él comienza el segundo bloque y con él termina el repertorio “nuevo”. Podremos apreciar si los ajustes de la prueba de sonido hacen justicia al tremendo trabajo vocal de Gio en esta canción. Lo cierto es que lo comprobamos pronto. Suena de cine. Y hasta el segundo parón les “da tiempo” a hacer The Garden, The Wait y Once Again. Las dos primeras, estupendas (me encanta el inicio de The Garden y como va creciendo y desarrollándose, sobre el teclado pero con todos los instrumentos a un nivel altísimo), Once Again sencillamente espectacular. Alargada hasta el paroxismo lumínico –por fortuna no había que sepamos epilépticos en la sala- y distorsionado en un final apoteósico, uno de esos que por sí mismo valen una entrada, pero hubo tantos momentos así…

 

Dejan para el segundo bis la esperada –por mí– Juliette. Diferente ligeramente a la de estudio (estábamos avisados), han conseguido que sus temas más añejos suenen con la energía y el “toque” de la última época. Pasó con Juliette y también con el resto, pero quizá ahora se hace más evidente. Juliette always fills the void… Para terminar, ahora sí, con When The Sun Goes Down. Un final perfecto. Aunque tal vez haya hits más hits para terminar, especialmente si presentas disco nuevo. Pero si analizas el repertorio, me parece absolutamente intachable. Seguro que hay quien quería que sonara The War is Over. Seguro. Pero vamos, de un repertorio de veinte o veintiuna canciones (si contamos versiones, dieciocho “oficiales”) tocas quince y hay quien te achaca no haber tocado esta o aquella… En total una hora y tres cuartos o así, y se hizo corto. Sin serlo realmente.

 

La sensación que deja un recital semejante es un poco la que comentaba antes; la de haber vivido algo muy probablemente irrepetible. Habrá más conciertos, más giras, más oportunidades de ver a October People. Habrá más veces, más salas, más canciones. Pero no serán lo mismo, no será “la primera vez que escuché esta o aquella canción en directo”. Y por primera vez en mucho tiempo, no puedo poner ni un solo pero al concierto. Ni a la organización ni a nada. Todo fue sencillamente perfecto. Sin más.

 

El pase de diapositivas requiere JavaScript.