MOONSPELL + AVA INFERI, 2 de diciembre de 2011, Sala Heineken, Madrid

He de reconocer que Moonspell me gustó mucho cuando los descubrí, allá por el año 96. Y con el mismo entusiasmo con el que escuchaba Wolfheart e Irreligious, también reconozco que a partir del Sin/Pecado me daban bastante pereza, y a partir del Butterfly Effect ni me molesté en escuchar sus discos. Moonspell es un grupo de esos que tienen nombre, que casi todo el mundo de la escena oscura y/o metalera conoce… y también de esos que se te «olvidan». Tienen temazos, tienen incluso discos bastante potables en general, pero no sé si es por el sonido tirando a monótono que han ido desarrollando con el tiempo, se hacen cansinos de escuchar continuamente.

Eso no ha sido obstáculo para que acudiera con bastante entusiasmo a verlos en la recientemente renombrada Sala Marco Aldany. Este último nombre ha despertado más de un sarcasmo, por cierto. Arena, Heineken… llamémoslo el antiguo Discoplay. El hecho de ser un concierto basado en los dos primeros discos de los portugueses, antes mencionados, era un aliciente grande para aquellos que ya les conocimos en directo a partir de su tercer trabajo. Sin duda alguna son lo más preciado de su discografía, y apetecía rememorar temas que hacía tiempo que no escuchaba.

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Una entrada abarrotada, casi lleno en el interior, recibió a los teloneros Ava Inferi. Con toda sinceridad he de comentar que los grupos de metal con cantante soprano al frente me producen más sopor que otra cosa, y este caso no fue distinto. No sonaron mal, y la muchacha, que más tarde se uniría a Moonspell como corista en algunos temas, tenía una voz agradable. Pero cuando vas predispuesto a que algo no te guste, rara vez termina convenciendo.

Unos 50 minutos después comenzó el plato principal de la noche. Llamaba la atención la enorme batería que presidía el escenario, se comía buena parte del mismo, así como el doble teclado que quedaba al lado izquierdo. Los acordes de Wolfshade inauguraban el concierto, como no podía ser de otra manera. El carismático líder de Moonspell, Fernando Ribeiro, hizo entrada y con una voz potentísima entonó las primeras frases. Todo el conjunto sonaba a la perfección, creo que es de las primeras veces que puedo decir eso de esta sala. Alfonso, el promotor, me comentó que Moonspell había traído varias mesas de sonido y un ingeniero dedicado, y he de decir que se notaba.

Wolfshade fue continuada por el segundo corte de Wolfheart, y así hasta concluir el disco, incluyendo un tema «extra» del mismo, Ataegina. No me detendré en cada tema, pero sí he de hacer mención especial a dos: Trebaruna y Alma Mater. Antes de comenzar ambos, Fernando dedicó unas palabras al público. Comentó el origen de este tour, hizo alguna pequeña broma («hay más portugueses en el mundo, aparte de Cristiano Ronaldo y Mourinho»), y agradeció en numerosas ocasiones el apoyo del público español. Esto se repitió más veces a lo largo del concierto, nunca había visto a una banda ser tan agradecida con el respetable. Da gusto ver artistas de un cierto renombre actuar de esta manera y dar importancia a quien realmente encumbra a una banda, que es su público. Esto, sumado a cómo animó a la gente «para lograr la mejor interpretación de Alma Mater jamás tocada» y algún otro detalle, creó un ambiente inmejorable entre público y banda. Por cierto, ese Alma Mater fue ciertamente especial, divertido, intenso y participativo.

La noche continuó con un incompleto repaso a Irreligious, faltaron temas como Herr Spiegelmann pero los principales brillaron. Potentísimo Mephisto, no menos intenso Opium, y una gran interpretación de Full Moon Madness. Tras ésta, Moonspell hizo repaso a otros temas de su repertorio; en este momento yo esperaba haber escuchado algo de Sin/Pecado o The Butterfly Effect, pero ellos prefirieron hacer hincapié en unos pocos temas de sus discos más recientes. Eligieron Memento Mori, Finisterra y Scorpion Flower. Esta última fue una grata sorpresa, la cantante de Ava Inferi a duo con Fernando Ribeiro en una canción más melódica que las dos anteriormente citadas.

La voz de Fernando Ribeiro fue uno de los puntos fuertes del concierto. No han sido pocos los conciertos de metal a los que he acudido y he visto la mayor pega en la voz, y me alegra decir que en este caso fue lo contrario. En temas como Wolfshade, Finisterra o Mephisto mostró que es un vocalista como la copa de un pino. El resto de la banda estuvo a un buen nivel, pero Moonspell tampoco es que sea un grupo muy técnico o con unos arreglos excesivamente complicados, todo sea dicho.
En resumen, gran concierto de los lusos, pocas sorpresas pero todo lo que tocaron se ejecutó impecablemente. Esto, sumado a la ejemplar actitud y el buen ambiente generado harán que esta noche sea recordada con un buen sabor de boca.

Texto y fotos: Kindgott