JUJU: Maps and Territory (FuzzClub Records 2019)

Pic Marzia Falcone

Pic Marzia Falcone

FuzzClub Records sigue empeñada en lanzar y promover productos bastante chulos y bastante alejados de cualquier atisbo de comercialidad. O quizá sea en parte eso lo que los hace chulos, no sé. The Underground Youth, A Place to Bury Strangers, Sonic Jesus, 10000 Russos, Dead Skeletons o The Telescopes son algunos de los habituales del sello londinense. Y, por supuesto, Juju, que es quien nos ocupa. Maps and Territory es su tercer largo (el segundo con este sello) y dibuja su sonido en algún extraño lugar equidistante entre el rock ruidista, el funk loquísimo y la oscuridad bien entendida. Con toques de otras cien mil cosas. Originales. U original, mejor dicho pues Juju es el proyecto del palermitano Gioele Valenti. Él se encarga de tocar y grabar todos los instrumentos y de componer todos los temas. Cuenta con la ayuda, en esta ocasión, de Goatman (algunas percusiones, djembé y órganos en I’m Trance) y Amy Denio (saxo barítono en Archontes take control). Es francamente complicado definir con un mínimo de exactitud el desarrollo melódico que propone el de Sicilia, pero intentaré contaros algo de cada una de las canciones.

Master And Servants abre el CD. En canal. Es el tema más breve del disco, pese a sus más de cinco minutos. Mantras que se repiten como debe de ser, bucles instrumentales… una de esas piezas deliciosamente retorcidas. Bella a la par que inquietante. Para escuchar a oscuras o con los ojos cerrados. I’m In Trance juega con ritmos más o menos funkys y más o menos de inspiración africana para ir acercándose a algún sitio difícil de reconocer a simple vista. Los efectos en la voz y en las guitarras la emparentan con el resto del disco. No me termina de llegar al mismo nivel, seguramente por mi menos acentuado interés en los palos que roza, pero es un buen tema. Motherfucker Core trabaja la psicodelia rockera desde el inicio, rítmico y ensoñado. Tema que sugiere calor y psicotrópicos, discotecas atestadas y luces de colores, elegancia y desfase kraut. A partes iguales. If You Will Fall va por otros retorteros. Muuuuucho más pausada, más introspectiva y, al mismo tiempo, más marciana aún. Aires de improvisación musical con guitarrazos rozando el blues (despojado de todo desgarro): la vanguardia era esto. Una pieza ensamblada de otras muchas, una especie de matrioska psicodélica. God Is A Rover es más convencional. Convencional como si coges a Talking Heads y los convences de que lo importante sigue siendo mover los pies al ritmo de la música. Algo imposible de evitar mientras repites el título de la canción envuelto en teclados. Para mí, junto con Master and Servants, lo mejor de Maps and Territory. Por lo menos hoy, por si acaso, no me preguntes mañana. Ah, el videoclip es una puta locura, no podía ser de otra manera.

Me queda, a propósito, decir algo sobre Archontes Take Control. Saxos, algo de toque free jazzístico, aires de jam session… la canción (instrumental), fluye libremente sobre los surcos del cd trasladándote al mundo imaginado por este Gioele Valenti, que con la inestimable participación de, como dije antes, Amy Denio, no da puntada sin hilo. Más de nueve minutos de abstracción extraña e hipnótica. Completa un disco ecléctico, apto solo para personas que mantengan limpios sus canales auditivos, escuchantes que renieguen del anquilosamiento estilístico, seres pensantes, o no, de mentes abiertas y cerebros hartos de normalidad y por tanto, mediocridad. Maps and Territory es tan fresco como una bocanada de aire serrano y tan útil para despejar orejas y sesos de aire viciado como eso mismo. Un disco (y un proyecto) más que recomendable si eres de los anteriormente citados. Abstenerse el resto.