Double Echo: La Danza (Gothic Music Records 2015)
Double Echo. De Liverpool. Nombre y procedencia ya suenan bien. Creada en 2012, hasta el momento tenían publicados 3 EP’s , pero el próximo 25 de Abril sale a la venta “La Danza” , su primer LP bajo el sello de Gothic Music Records. Chris Luna y Ash Lerczack son los componentes y ejecutores del proyecto encargándose de las bases, programación, voces y sintetizadores, con Roland a cargo de la caja de ritmos.
El primer corte del disco, del mismo título que este, es una buena presentación y muestra de lo que nos vamos a encontrar a lo largo del disco: sonido gótico ochentero, con sus sintetizadores, guitarras y bajos emulados y letras, y un sonido totalmente The Cure pero con voz femenina. Que a mi personalmente, me ha encantado. Aunque no he podido evitar acordarme de la imitación de Joaquín Reyes de Robert Smith cuando dice que su mejor época fue la del “dindondin”, pero es que soy de asociaciones raritas.
I Used To Be In Pictures sigue en esa línea de los grupos más clásicos de nuestro pequeño mundo, pero sin dejar de imprimir su propio sello. Sé que hay mucha gente a la que les molesta que haya grupos actuales que suenen “igual que” sin arriesgar en lo que definen como “sonidos nuevos”, pero a mi no me molesta. Y Double Echo es de esos grupos que podían haber sonado hace 20 años y ahora, que su música iba a ser igual de buena.
The Sentence es otra de esas canciones que a los 20’’ te provocan esa placentera sensación que nos provocan ciertos acordes, o sonidos específicos, a los que nos gusta este tipo de música; esas pocas notas que te hacen sentir como en casa, canciones que son en si un cartel de bienvenido, disfrútala.
The Waiting Game, otro gran tema con voz femenina y todos los elementos clásicos mencionados, incluidas guitarra, bajo y batería de ritmo envolvente… es de esas canciones que si las que hasta ahora no te han transportado 20 o 25 años atrás (no vamos a seguir desvelando la edad), te plantará en Marqués de Vadillo de un tirón.
Distance, la canción elegida para presentar como single para este lanzamiento, es un temazo, así, sin más. Que sí, que pueden recordar a los clásicos antes mencionados, o a Clan of Xymox, o a Joy Division, incluso a los Sisters, pero si esta canción no te mueve los pies y te hace rebobinar hasta recordar situaciones vividas en las que podría haber sonado esta canción aunque no existiera, es que has perdido toda la chispa.
Lustless Silences por suerte es todo lo contrario a lo que su título indica; la voz de Chris Luna en perfecta armonía con las clásicas notas de las melodías más románticas de años ha, pero como ya he dicho antes, sin serlo. Me gusta cuando al escuchar un grupo nuevo, su música hace que la luz de la habitación vaya atenuándose según me va entrando cada canción, hasta dejarme completamente a oscuras y con un mini de cerveza con granadina (puags, en serio, aún no sé porqué bebíamos esa mezcla de bisolvon con burbujas) en la mano. Y Double Echo me está haciendo recordar tanto que hasta estoy recorriendo los miles de transbordos de metro que tenía que hacer hasta llegar a al sitio que ahora es un local de salsa, snif.
Statue es otro de los temazos que contiene el disco, una especie de balada tecno esta vez interpretada por Ash con una mezcla de todos los sonidos clásicos en formato guitarra, sintetizadores, ahora suenan a, dos segundos más tarde a estos otros, pero a la vez unidos en una magnífica conjunción. Vamos, temazo.
Quizás Concrescence, el tema que cierra el disco, tiene el título perfecto para definir lo que es Double Echo, guitarra, voces, sintetizadores y batería como órganos independientes unidos en una misma masa. Sin duda, un disco muy recomendable si te gusta teletransportarte en tus recuerdos pese a que nunca hayas escuchado la canción que suena, si te gusta el sonido clásico gótico 80’-90’ pero en realidad quieres escuchar algo nuevo, La Danza (que además invita a ello) es tu disco.