DOLORES: Disco Póstumo (Origami Records 2011)
Esperaba con ganas este Disco Póstumo. No tanto por las referencias que de él se hacían (se parecen a los Cure, sobre todo en The Head On The Door, suenan como unos My Bloody Valentine vitaminados, Joy Division en luminoso…) como porque lo que conocía de ellos a través de ese estupendo invento que es el Bandcamp me había parecido espectacular. Un correo me avisaba: puedes descargarte el disco de la web de su sello. Me faltó tiempo. Trágome el miedo (no sería la primera vez que un adelanto buenísimo es todo lo que ofrece un grupo en su primer disco) y me dispongo a paladear los diez temas (de los que cuatro ya estaban en el adelanto). No sé que es lo que hace especial este disco, no se por qué me gustan todas las canciones por igual. Tal vez la personalísima voz de Teresa Cobo (cráneo privilegiado que también dibuja la portada del álbum), combinando agudos y graves superpuestos sabiamente, tenga la culpa. Tal vez las inteligentes letras, por más que a veces suenen algo confusas cubiertas por un muro de sonido y distorsión, sean responsables. Tal vez sean las bases rítmicas, los bajos saturados o las guitarras ora luminosas, ora punzantes, las causantes. Desde luego no son los parecidos citados ya que la mayoría me parecen cuando menos, dudosos. No veo cabezas en el muro por ningún sitio, saben dónde tienen los zapatos sin necesidad de mirarlos constantemente y son infinitamente menos gélidos y menos sincopados que cualquier referencia al afterpunk clásico. ¿Ochenteros? Mucho. Especialmente las voces. ¿Oscuros? También. Influencias diversas y en ocasiones evidentes, claro que sí, absurdo sería negarlo, pero no caen nunca en burdas copias. Pero es que sobre todo, buenos, son muy buenos. Y ahí, ahí dónde se pierden tantísimos proyectos, ahí, en esa especie de Olimpo raro es dónde Dolores destacan sobre el resto y dónde confirman (a mí por lo menos) que puede que estemos ante uno de los mejores discos de este 2011. Ahí, en la calidad de las canciones. Son diez composiciones brutales, muy bien llevadas a cabo además. Son diez temas incontestables. Pero, pero, ¿y los peros? Pocos. Algo de confusión en la mezcla final que puede hacer perder algún matiz, algo de espesura en el sonido unas pocas veces y poco más. El resto, más que recomendable.