DIE FORM: The Bach Project (Trisol 2008)

Coge el repertorio de Bach, sí el de Johann Sebastian, estúdiatelo, machácalo en el estudio, comételo, mastícalo, trata de digerirlo y luego, aplicándole tu forma de entender la música, empápalo de tu propia estética y devuélvelo a tu público. Si lo haces mal, harás el ridículo; posiblemente uno de los más espantosos y humillantes que hayas sufrido jamás. Si lo haces bien (y te llamas Die Form) te saldrá un disco como este. Siempre he huido como de la peste de dos tipos de versiones: las que calcan el original (risibles, nunca llegarán al nivel de la escogida) y las que lo modifican tanto que deja de ser una versión y se transforma en otra cosa (pretenciosas y prepotentes, faltan al respeto a la obra de la que parten). Por otro lado, me gustan las versiones que reinterpretan, hacen suyas las canciones que las motivan y les muestran admiración, consideración y afecto. Este es el caso. Es claro que Die Form admiran al compositor barroco, es obvio que lo respetan y lo aman a partes iguales. Se nota en cada nota. Pero cuidado, no se limitan a interpretarlo, no se conforman con tocar sus piezas sin más. Este trabajo es Die Form por los cuatro costados y es Bach también. Es difícil llegar a esto, es complicado no perderse en la excelencia de la partitura y no faltar al mismo tiempo a la naturaleza íntima e intrínseca de la obra, el espíritu mismo, manteniendo además lo que te ha hecho grande. Pero sin duda, lo han logrado.