WICKED KING WICKER: Evolving (Cold Spring Records 2013)

Wicked King Wicker presenta ahora su séptimo trabajo, Evolving, de la mano de Cold Spring Records (de nuevo, vuelven al sello británico que ya publicara su God Is Busy… Save Yourself en 2009). El proyecto del neoyorquino Jim Gibson (también presta su talento el inefable Logan Butler) mantiene las coordenadas que lo han definido siempre: la mezcla de doom y ruido, para crear un muro de sonido difícilmente recreable. Inimitable y tremendamente peliagudo de etiquetar. Las referencias son difusas, los parecidos casi imposibles de encontrar. Evolving está compuesto por cuatro temas que conforman cuarenta y cinco minutos francamente brutos y ásperos como un trago de polvo e igual de difíciles de tragar. Cuatro temas, que podrían ser dos u ocho pues están todos en sintonía perfecta. Una sinergia oscura, espesa como sangre casi coagulada, completamente vacía de esperanza o de cualquier cosa que se le parezca. La destrucción ha llegado, preparad vuestras orejas, amigos, porque no hay vuelta atrás. ¿Cómo describirlo, entonces? ¿Cómo hacer que si no te has acercado antes al palo puedas entender de qué estamos hablando? Bueno, intentémoslo. Imagina por un momento que combinas toda la pesadez negrísima del doom más abismal con el ruido y la experimentación sónica industrial: ruiditos, voces lejanas, guturales, edificado todo sobre la muralla usual, construida a base de hirvientes guitarrazos y tremendos y aplastantes graves. Una pared tan poderosa como pueda hacer el mejor doom y tan dañina como sea capaz el ruidismo extremo más deliciosamente “insoportable”. Añádele toneladas de mala hostia y unos litros de esencia del fin del mundo.b Mezcla bien todo lo dicho, mastícalo y luego escúpelo, a máximo volumen. El resultado se llamará Evolving. Seguramente. O no.

No es sencillo describir un estilo de música tan falto de melodía, de letra inteligible o casi de cualquiera de las habituales características comunes a otros estilos. No es sencillo cuando la manera de buscar en el oyente una sensación o un sentimiento es a través de semejante martillo sonoro. Menos aún cuando cada “nota” supura mal rollo. Evolving es el disco ideal para poner a todo trapo y convencer al vecindario de que no solo estás como una puta cabra sino que además eres probablemente peligroso. El disco ideal si quieres que vendan sus casas y se muden a un barrio más “tranquilo”. Un suburbio de esos de asesinatos silenciosos. El sonido perfecto para que los perros aúllen, los gatos se escondan y los ancianos mueran de un ataque cardíaco. Todo esto, mientras tú que, efectivamente, estás loco y eres peligroso (aunque menos por supuesto que el propio Mr. Gibson), te retuerces de placer por el suelo dándole a la tecla de repetir del reproductor una y otra vez. Y será en este estado en el que te encontrarán cuando vengan a buscarte, cuando te pregunten por el responsable de la apocalíptica muralla sónica que daña sus delicados oídos y no puedas contestar, y no quieras hacerlo, y solamente indiques con la mirada desquiciada el aparato de música. Ese estado será el que provocará este Evolving. Ese estado absolutamente maravilloso.

En definitiva, un trabajo muy recomendable si eres de los que gustan de este tipo de sonidos. Uno de esos discos que dudas si aconsejar, por difícil, pero qué sería de nosotros si todo fuera sencillo de digerir, fácil de asimilar. Qué sería de nosotros sin ratos de una cierta tortura auditiva, si no pudiéramos maltratar nuestras orejas con sonidos como los descritos. Una ruina, fijo.