VARSOVIE: L’Ombre et la Nuit (Icy Cold Records 2021)

Varsovie. O lo que es prácticamente lo mismo, uno de los grupos oscuros franceses más interesantes de estos últimos años. Mezclando sin pudor un montón de influencias muy distintas, es de los pocos (no solo en Francia) que consiguen sonar frescos y originales en cada una de sus producciones. Desde aquel ya lejano État Civil (2008) es imposible ponerles un pero. Y en directo aún menos. Acaban de publicar (en los omnipresentes Icy Cold Records) L’Ombre et la Nuit, su cuarto largo. Arnault Destal y Grégory Cathérina están de vuelta. Y esa es una magnífica noticia.

 

 

L’Ombre et la Nuit es un disco estupendo, vaya esto por delante. Diez canciones repletas de fuerza, oscuridad bien entendida, energía a raudales y un exquisito cuidado en letras, composición y producción. Las guitarras y las baterías, muy presentes en toda su trayectoria, brillan con especial luz (oscura, insisto) en cada una de las piezas y la melodramática a veces, poética siempre, voz de Monsieur Cathérina acaricia o araña más que nunca. Desde la preciosa Sur La Nature Du Vide, que recuerda inevitablemente (el timbre vocal y el idioma francés ayudan mucho) a unos Lucie Cries redivivos, se aprecia un buen gusto y una elegancia poco común en el palo. Calidad, calidad y calidad. Es complicado cansarse de escuchar este corte, perfecto para abrir (y dar pistas sobre lo que te vas a encontrar) un álbum que continúa con Magnitizdat -fue el single de adelanto, junto con el tercer tema del disco, single digital que lanzaron hace algunos meses-. Más rápida y enérgica, más rockera, no da respiro. Uno de esos temas que estoy deseando disfrutar en directo. Kissa Kouprine está en un tiempo intermedio, más post punk, sobre todo al inicio. Leves disonancias le dan un toque especial. Gran tema, aunque me guste más el otro del single. Cas Contact explora registros menos habituales en el dúo. Llena de fuerza, rockera, iba a decir guitarrera, pero guitarreras son todas, otro tema que apetece -especialmente- en directo.

 

Evelyn McHale (quinto corte del álbum) fue una joven de 23 años, que en 1947 se suicidó dejándose caer desde el piso 86 del Empire State. Lo “curioso” es que tras estamparse (y morir en el acto, claro) sobre el techo de una limusina aparcada abajo, quedó en una postura absolutamente natural y sin ningún daño visible. Fue fotografiada y ocupó la portada de la revista Life bajo el epígrafe “The most beautiful suicide”. Os recomiendo leer la historia y echarle un ojo a la foto. El tema trata de ello, haciéndolo universal y “jugando” poéticamente con la historia. Musicalmente es Varsovie puro: épica, guitarras, bajos y baterías potentes… Estupendo. Solo añadir que Yelena Mitseva, que ya pusiera alguna voz en L’Heure et la Trajectoire, recita la nota de suicidio de la propia srta McHale casi al final de la canción. Ne Plus Attendre recupera la letanía y el post punk clásico en un corte que va creciendo y desarrollándose según transcurre. Es una de esas canciones que no te imaginas cantada, recitada, en otro idioma que no sea el francés. Además tiene la particularidad, a mi juicio, de que ese crecimiento sucede también con las escuchas, se te va metiendo dentro con cada una de ellas, hasta hacerse imprescindible. L’Ombre Et La Nuit, da nombre al disco y es una de mis canciones favoritas del mismo. Otro tema con el suicidio como fondo, en este caso, el de Francis Giauque, poeta decadente suizo. Esa guitarra punteada… de verdad que todo lo que pudiera escribir palidecería, mejor escucha el tema.

Série Noire abre el último “bloque” del disco. De nuevo pieza de corte clásico (en la discografía de Varsovie), contiene todo lo que justifica a mi juicio el primer párrafo de la reseña. Post punk atemporal de letras cuidadosamente poéticas y música impecable. Otra de las que apetece que suenen todo el rato y de las que sueño poder ver en directo. Spectres es cortita pero muy intensa. Cantada enteramente por la Mitseva, es una cuchillada afilada, rabioso y distorsionado post punk del que llega dentro, muy dentro. Buen ejemplo de que no es necesario hacer ocho minutos para que una canción se quede, en ocasiones con dos y poquito es más que suficiente… L’Ombre et la Nuit termina con L’Offensive. Y es un final tremebundo. Por el recitado, por el ritmo, por la guitarra… Otra de mis favoritas, claro. Imposible no serlo, es una canción absolutamente perfecta de principio a fin.

 

¿Estamos ante el mejor disco de Varsovie? ¿Estamos ante el mejor disco del año? Pues sinceramente no lo sé, ya sabéis que estos “listados internos” van por épocas y es difícil ser categórico en algo así. Sí que puedo decir que si las respuestas a esas preguntas no son un SÍ categórico y definitivo, poco le falta. Muy muy poco.