Ô PARADIS: Mârs (Caustic Records 2023)

Más de veinte años de trayectoria (y un buen montón de producciones discográficas entre propias y splits con otros artistas) se concentran en el nuevo trabajo de Ô Paradis, Mârs, que publica Caustic Records en este 2023. Y digo se concentran porque en este reciente digipack están todas las características que han hecho de Ô Paradis uno de los mejores proyectos musicales nacionales de su estilo. En Mârs está destilada toda esa oscuridad neofolk teñida de pop melancólico, todas las influencias que durante estas décadas han sabido ir sublimando hasta conseguir (no de ahora, llevan muchos haciéndolo y muy bien además) un sonido perfectamente reconocible y original. Mârs son ocho canciones que te llevan, otra vez, a esos paisajes sombríos que tan bien recrean.

Se presenta en un muy bonito digipack, con un diseño cuidado al milímetro. Esto no debería sorprender a absolutamente a nadie que conozca las referencias de Caustic Records o, incluso, a nadie que conozca los discos anteriores de Ô Paradis. El plomizo color elegido para la portada anticipa de algún modo lo que encontraremos entre los surcos de plástico del CD. Veámoslo.

 

El disco se abre con una tímida introducción, un Toque de Queda que en su languidez instrumental define atmosféricamente los derroteros que se “repetirán” en todo el álbum. Esa tristeza desarraigada para nada exenta de belleza pese a que, de nuevo, la buscada “baja fidelidad” que ensucia de alguna manera el sonido rompa en poesía casi recitada. Esa sensación de intimidad sonora. Esa lírica que te empapa desde el principio. Senderos de Gloria sería un buen ejemplo de esto último, por decir alguno. Una letra preciosa envuelta en capas y capas de sonidos aparentemente un poco discordantes pero que en conjunto resultan ser bellamente melódicos. Marcha Concéntrica te sumerge todavía más en esa espiral de poesía. El trabajo de Demian Recio arropado por el cello y las voces de Sara Guri es sencillamente impresionante. Belleza es otra vez la palabra que me viene a la cabeza todo el rato. Tal vez sea la sensación más presente en todo el disco, aunque en absoluto la única.

 

Líneas Enemigas está en una clave algo distinta. Otra vez las discordancias que se combinan y “retuercen” sobre sí para llegar a esas líneas melódicas tan marca de la casa. Tristeza oscura, apasionada, reiterando esa languidez que decía antes. Como Un Avión es bastante más canónica en su melodía. Más neofolk y pop. Más convencional, si es que hay algo en Ô Paradis que lo sea, que lo dudo bastante: es un espejismo. Se rompe completamente en Lo Que El Horizonte Esconde. Pese a que pudiera parecerlo, si atiendes solo a las notas de guitarra acústica. O al incesante teclado. Pan y Circo vuelve a la “suciedad” sónica, ese gusto por el sonido que va más allá de lo estilísticamente estándar que cubre todo con una pátina de elegancia raspada, esa especie de huida hacia adelante sonora que también se ha convertido ya en seña de identidad. Recuerda un poco al Corcobado menos torturado, ¿referente? que a mi modo de ver aparece en varios pasajes de todo Mârs.

El cello clásico que envuelve Prisioneros presagia el final. Una especie de muy bonito epílogo, que funciona como un lazo alrededor del regalo para los oídos atentos que es todo este disco; que en realidad es toda la discografía de Ô Paradis. Un proyecto que, lamentablemente, fuera del circuito alerta a lo interesante es todavía poco conocido. Y es una pena, el esfuerzo, tesón y trabajo que acompaña cada referencia del sr. Recio (se podría decir parecido de Caustic Records) merecerían sin duda mucho más reconocimiento. Quizá en otra vida. Quizá en otro mundo. Quizá en otro tiempo. Ojalá pronto.