LYCIA: In Flickers (Projekt 2018)

Los componentes de Lycia, enfadados conmigo porque he tardado en reseñar el disco

Aunque parezca lo contrario, soy muy muy poco amigo de las etiquetas, especialmente de las musicales. Les tengo manía a esas cajitas que se supone deben de ser tan prácticas pero que en realidad aportan más bien nada. Nada, más allá de encorsetar, clasificar, reducir (a veces al absurdo) o comprimir el talento en una palabra vacía. Las uso a veces, claro, más de lo que me gustaría. En parte por mimetismo, en parte porque sigo manteniendo la vana esperanza de que a alguien le resulten útiles. Digo esto porque tengo un hijo adolescente que está en fase de absorber todo lo que musicalmente le llega al cerebro (y al corazón) con bastante pocos prejuicios (solo uno, en realidad, que no sea yo quien se lo recomiende) y bastante buen criterio en cuanto al acercamiento (rechaza frontalmente –además del consejo paterno- lo manifiestamente mainstream y lo específicamente intrascendente y facilón). Pues bien, el otro día le comenté que los usamericanos Lycia me habían enviado este In Flickers (a la venta a partir del 9 de noviembre, cuando esto se publique estará aún en preorder) y me preguntó que qué hacían. Y, francamente, no supe que decirle. Darkwave dice Discogs. Pues fale. Pues de acuerdo. Y ¿alguien podría definir esa etiqueta?

 

Lycia son un grupo que tocan un montón de estilos muy distintos entre sí. Tanto, que el resultado final no se parece realmente a nada que hayan escuchado mis orejas, ni antes ni después. In Flickers es un buen ejemplo (otro más, llevan con este una docena de LPs). Atmósferas creadas a base de distorsión de guitarra y teclado, ritmos pausados y contundentes, voces masculinas rasposas y susurrantes, voces femeninas “bonitas” y etéreas, talento por arrobas. Y eso que tanto A Line That Connects como este In Flickers incorporan nuevos elementos a la ecuación. Canciones más “convencionales”, menos frías, menos grisáceas. A Failure o She son muestra de ello. Mantienen la atmósfera y la reverb de la voz de Mike VanPortfleet, pero, especialmente en A Failure, tocan más registros. Por el contrario, Mist lleva aparejado un ritmo electrónico que recuerda a piezas de aquel primigenio Wake, pero es de algún modo bastante retorcido, más luminoso. Más moderno también, no desentona ni en el disco, ni en la trayectoria de los de Arizona, pero es bastante distinta de lo que nos tenían acostumbrados. La primera parte de In Flickers (hay como tres trozos diferentes dentro de la misma canción), The Path, Rewrite, 34 Palms o 25 Years responden más a la línea general, aunque son más ricas instrumentalmente de lo habitual. 25 Years añade épica sin necesidad de forzar crescendos habituales en otros proyectos. Rewrite, uno de mis temas favoritos del álbum consigue en menos de tres minutos erizarme todo el vello del cuerpo con sus aires ancestrales y la sensación de que estás ante algo todavía más grande y especial. La dulce voz de Tara VanFlower contribuye claramente a ello.Late Night Solitude, podría haberse incluido sin ningún problema en A Day In The Stark Corner, solo la voz femenina te recuerda que han pasado 25 años. Impresionante de principio a fin, con su ritmo tan “lejano” (lo siento, no se me ocurre otro adjetivo). Autumn Into Winter me llega menos, no es una mala canción, en absoluto, pero creo que los efectos del teclado le restan fuerza, le dan un aire “espacial” que a mí no termina de llenarme, pero probablemente será cosa mía.

 

Lycia se han caracterizado siempre por hacer Canciones de las que bajan la temperatura al oírlas, otoñales a veces, crudas como el más crudo de los inviernos, otras. Sí, Canciones con mayúsculas. In Flickers no es una excepción en ese sentido, aunque como decía antes que ya pasaba en A Line That Connects, han ampliado el ángulo de visión y no se “limitan” a recrearse en la atmósfera gris lápida, en el paisaje neblinoso y húmedo de esos otoños-mortaja que tan bien pintaban (y pintan), sino que se han decidido a adentrarse por más horizontes, tangentes, pero distintos. No sé si eso es bueno o malo, pero sí sé que este In Flickers es un discazo increíble. Recomendado para todo aquel que no tenga los oídos taponados o una piedra en medio del pecho.