LAS NOVIAS + LÁUDANO, Sala Nazca, Madrid, 3 de diciembre de 2022

Noche fría y lluviosa en Madrid. Sala Nazca, relativamente céntrica y bien comunicada, como escenario elegido para la actuación de Las Novias (presentando en Madrid su reciente Detente Bala) y de Láudano (también presentando su último trabajo, Musa). La noche promete, algo habitual cuando hablamos de los conciertos de los zaragozanos. Llego pronto, poca gente aún en las cercanías de la sala. Nada que el tiempo no arregle, imagino.

Es difícil abrir para cualquier grupo. Más si el público, aún escaso, decide mantenerse a distancia del escenario, cosa que siempre me ha resultado poco entendible, pero en fin. Los riojanos, hoy cuarteto, están dispuestos a calentar la velada. Para ello se esfuerzan, atronan las guitarras, las baquetas se multiplican y el buen hacer vocal y de programaciones de la sección femenina ponen de su parte. Van presentando canciones, dan todo lo que tienen, sin importarles la mala educación y la frialdad del respetable (al que en ocasiones es complicado respetar). Es de agradecer, sin duda. Algunos problemas técnicos no los desaniman. Quedan canciones, que sonarán aún más entregadas. Buen calentamiento, mejores personas. A ver si hay ocasión de verlos con repertorio íntegro, espero que pronto.

Ya hay más gente, la sala casi llena. Ahora si se acercan al escenario, se agolpan en las primeras filas. La sala suena bastante bien, ya lo tenemos comprobado de otras ocasiones, otros conciertos. Las Novias son más que fiables también en ese sentido y Detente Bala es un discazo, así que nada puede salir mal. Toño presenta las primeras canciones. Explica que la primera parte va a ser ese nuevo disco del tirón, con el mismo orden que en el CD. Estupendo. Y que además habrá segunda parte con éxitos de ayer y de hoy. Dos conciertos en uno. Gran noticia.

 

Las canciones nuevas funcionan estupendamente en directo, como cabía esperar. El sonido llega limpio, reconocible cada instrumento. El bajo de Pedro, gato con guantes no caza ratones, pero permite el recreo de las cuatro cuerdas que están más en su sitio que nunca. Tremendo. El filo de la guitarra corta perfectamente, Oskar lo muestra en las piezas más aceleradas, LF, La Mala Hostia, Sincronización, las partes más épicas de Dos Hemisferios o Misericorde y lo remarca en los pasajes menos bestias. Madre mía como suena Sirio. Que Germán es un estupendo batería ya lo sabíamos, que en directo se multiplica también. Pero no está de más que sea pensamiento circular cada vez que tengo ocasión de disfrutarlo en vivo. La voz de Toño no desfallece un ápice con los años, casi diría que al contrario, ha ganado poso, recursos, tanto cuando el tema pide desgañite, como cuando se apunta un toque más íntimo. Las Novias son una máquina cada vez (si cabe) más engrasada. Si le añades a ese talento un buen puñado de canciones maravillosas, pues tienes ante ti un espectáculo como hay pocos hoy en día, la verdad.

 

Se les echaba de menos por la capital, cuatro años son muchos. Se echaban de menos los leones enjaulados, los reyes del frío, etc. Había ganas además de disfrutar cara a cara ese reivindicativo y personalísimo “villancico” que es Diario de Navidad. La segunda parte del recital remarca lo dicho de la primera: combinar talento, horas de ensayo y canciones tremendas solo puede dar un resultado. El antedicho. Dejar Atrás, Imagínate el Aire o Dulce Decisión. Clásicos como pocos, remozados para la ocasión. Incontestables. Toque triste con el recuerdo del que ya no está. De todos los que ya no están, que lógicamente y por desgracia, cada vez son más. Permanecerán en la memoria y en el corazón. Subtitulado, El Sol Dentro de Ti… coreadísimas. Se echan de menos canciones de Invicto (salvo error u omisión, solamente sonó El León que citaba al principio del párrafo). Lógico, siempre va a pasar, elijan las que elijan una veintena quedarán en el tintero.

El tiempo pasa volando y el concierto, como todo o como nada, está terminando. Curiosamente, pese a que se me ha pasado rapidísimo, no tengo ni idea de cuanto tiempo han tocado, no he mirado el reloj. Da igual en realidad, estaría -estaríamos- muchas más horas escuchando, cantando, voceando, bailando -más o menos-… Menos mal que nos quedan las Promesas de que habrá próximas ocasiones, seguramente distintas, seguramente igual de intensas. Siempre Novias.

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