LAS NOVIAS: Invicto (A La Inversa Records Reloaded & La Ley Seca Rock Pub 2014)

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El otro día me invitaron a la fiesta de presentación del nuevo disco de los maños Las Novias y, claro, no podía decir que no. Ya de por sí la propia fiesta en sí era interesante, cuánto más si encima era una ocasión de escuchar en primicia (o casi) el nuevo disco. Porque sí, amiguitos, cinco años después de Ego, ya está Invicto disponible. Catorce temas que se dice pronto, algunos bastante largos y la promesa de que, como con los discos anteriores, ganarán con las escuchas. Catorce temas complejos, estudiadamente barrocos, cuidados hasta el paroxismo perfeccionista en estructura, rítmica, armonía y letra. Nada más y nada menos. Catorce piezas con la épica justa, la oscuridad medida, el sentimiento impreso. En fin, nada que no os suene si escuchaste Ego (o cualquier otro de los anteriores) o si simplemente os gusta el grupo. No sé si estamos ante el mejor de los cuatro discos largos de los de Zaragoza. Tampoco me preocupa. O no demasiado. Sigue leyendo, verás a que me refiero.

Con el digipack en la mano, lo primero que llama la atención es el diseño. Tres paneles negros con el logotipo de la banda en hierro en la portada. Aspecto antiguo, como si hubieran pasado muchos años por él pero se mantuviera indemne, a pesar de todo. Como el propio grupo supongo, que tras más de un cuarto de siglo de carrera y carretera, siguen intactos. Más mayores, claro, pero también más sabios. Con una cierta pátina, como la portada. Negro y plata. Un completo libreto con las letras y el cd en sí. Con cierta ceremonia. Play.

Invicto, dando nombre al trabajo, abre fuego. Inmediatamente trae consigo la influencia cultera, Ian Astbury en la cabeza. Pero, obviamente, el desarrollo es otro, queda la referencia como un (poco velado) homenaje. Y lo de abrir fuego no es, en este caso, un tópico. Es un tema caliente, abrasador. Te mete de golpe en lo que, será, todo el ambiente del disco. A guitarrazos secos y bajos contundentes. Como establece el rock, como dictan Las Novias, de toda la vida. Rock por prescripción facultativa. Casi. Rápido, se nos acaba el tiempo. Declaración de principios. El que ha sido segundo single (y videoclip), El León Enjaulado, no puede dejar indiferente a nadie. Ensillo mi alma y abandono este arenal. Inspirados como ese verso. Demostrando que si alguien tenía alguna duda, estaba en un error. Mayúsculo. Pero hay más, mucho más. Hypnos se te queda dentro durante un buen rato. Es una de esas canciones que gustan desde la primera escucha, que gustan más con las siguientes, pero que no necesitan larga digestión. El mundo de los sueños se mezcla con la realidad. Narcotizante atajo irreal. Seguimos con una de mis preferidas: La Bóveda Hundida De Las Retinas. Sobran palabras. En realidad es justo al revés, me faltan para poder describir con un mínimo de precisión lo que me emociona escuchar este tema. Me siento como un neurocirujano intentando hacer mi trabajo con un bate de béisbol. Contundente pero poco efectivo, el bisturí de madera. Puede que sea por los constantes cambios de ritmo (la culpa es de Pedro, la culpa es del bajo, grita una vocecilla en mi cabeza). Puede que por la poesía que destila cada frase. No lo sé. Pero la estaría oyendo todo el tiempo, como me pasa con Yugular, sin ir más lejos. Mucho más dura en todos los sentidos, es rock puro, oscuro y denso. Novias en estado de gracia. El regalo envenenado que me queda por abrir. Destaca además la producción, Nacho Serrano mediante, que abre la canción en canal y llega lejos, mucho.

Radiocontrol es un clarísimo single, una de esas que no tarareas porque la cantas a voz en grito y no sólo por el estribillo latiendo al ritmo de la transmisión. Sin embargo la escogida para hacer de presentación del disco (y primer videoclip) fue Postales Envenenadas. Que no es peor, sin duda. Para nada. Aunque sí un poco menos coreable; también menos obvia. Somos piezas de ajedrez de un embuste teatral. Ochentera, rítmica. Cojonuda. Seguimos en los ochenta con Calendas De Un Fugaz Invierno, aunque algo menos (Luismi, esa batería es más moderna). A mí es de las canciones que más me recuerdan a Ego, no sé la razón. Imposible otro lugar. Venial destaca los innumerables registros de la garganta de Toño y termina siendo otra declaración de principios: Cuando no te mire a los ojos, es señal de que algo no anda bien. Aires pop del bueno. No exento ni mucho menos de fuerza. Me encanta Claroscuro. Muy maña. Sí. Ya sabes. Acaso imploro en vano abrir mis ojos y esperar. Que se dice pronto. Extraordinario el talento lírico. Elegancia extrema en toda la pieza. Pegadiza además. Mucho. El Atlas De Un Corazón Escéptico. El peso de la trayectoria se nota en cada acorde de la guitarra de Oskar. Muy Novias toda. Especialmente la segunda parte, la más rápida. Montones de silencios que andan despistados por la vía y acercan sus oídos al raíl. Poco que añadir. Bokeh. Otra pegadiza. No siendo de mis favoritas, me puedo pegar tres horas chillando el Cuando esté muerto, despertadme; cuando despierte, desterradme. Gana sin duda la canción al desarrollar y decir que no es de mis favoritas no significa que no sea buena, es buenísima. El problema es la comparación. Algo parecido a lo que sucede con el único “respiro” del álbum: De Un Sorbo Amargo. Una preciosa lenta de esas épicas que bordan los zaragozanos. Sería todavía más perfecta si lo de alrededor no fuera tan tan bueno. Siéndolo, queda como una maravillosa pieza dulce y romántica (en el buen sentido, el del XIX), de ocho y medio sobre diez. ¡Joder, que ya es! Raíz secreta en mi bahía. Seis minutos y medio de beldad hecha armonía, en definitiva. Cielo De Medio Punto cierra Invicto. Nadie echará de menos la distancia… Esta sí necesita varias escuchas para enganchar. Luego no te suelta, pero reconozco que no me dijo mucho la primera vez que la escuché. Llamadme loco pero pienso además que sólo ya el incluir el adjetivo áureo en una letra debería ser motivo de compra obligada. De toda la discografía.

Queda quizá la sensación, releyendo las líneas anteriores de que Invicto es un disco irregular. No lo es. Es un magnífico disco, repleto de estupendas canciones. Es una clarísima demostración del buen hacer del grupo, es un resumen de veinticinco años largos de carrera. ¿Es su mejor disco? Ya decía al principio que no me preocupa en absoluto que lo sea. Aunque podría serlo. Al fin y a la postre, Quien no se rinde brilla Invicto…