LA BROMA NEGRA, 14 DE ENERO DE 2017, SALA MOBY DICK, MADRID

Sábado 14 de Enero, Madrid. Noche que llevaban avisando que iba a hacer un frío del carajo toda la semana, incluso con amenaza de nieve. Joe, que guay, concierto de La Broma Negra y luego nevada a la salida, la noche iba a ser perfecta.

Aviso desde ya que la objetividad va a brillar por su ausencia porque soy súper fan del grupo, tanto, que la noche fue insuperable pese a que no nevó.

 

No sé si empezaron puntuales porque el pre concierto estuvo lleno de risas y chorradas, y aunque llegamos hora y media antes porque tenemos un grave problema de híper puntualidad, la espera se me hizo corta gracias a la compañía, así que no miré el reloj en ningún momento.

 

26 canciones, algo más de dos horas de concierto. Pero como siempre, si hubiesen tocado 30 más, se me seguiría haciendo corto.

 

Abrieron con Los Pies de los Santos el primer tema de Amigos, temo que ya no estemos en la Tierra, ya que como indicaron durante la promoción de estos meses el concierto iba a ser un repaso al disco nuevo y temas antiguos. A ver, ya habíamos asomado la cabeza al setlist y había soltado 26 “biiieeenn” al leer los títulos, pero a algunos les tengo más cariñito, como a Sonetos, que entra en mi top tres porque me parece una pedazo de canción que debería incluso de enseñarse en los colegios para estudiar a Shakespeare.

 

La enfermedad del beso dio la paso a Su decisión mi capitán, que sirvió para que ya el concierto tuviese un ambiente de comodidad y disfrute que se notó en el escenario y en el público. Continuaron con Tos de medianoche, con ese “primero me pudriste y me mataste después” tan desgarrador. Venga va, esta vez no voy a decir lo de que La Broma Negra son trovadores y que hay que escuchar sus letras con atención porque son pu*as maravillas (poned una r o una t según os convenga). Y el sonido que tiene la Moby Dick ayuda un montón a disfrutarlas. Y encima la voz de Carlos yo creo que es la adecuada para sus canciones, por lo que el círculo anoche fue perfecto.

Balas para matar el tiempo fue la primera del disco Envenenador de Manzanas , para continuar deseándonos una feliz navidad tardía con Ten misericordia de nosotros, otra de las canciones que entran en mi top diez. Mientras ella cerraba las cortinas la canción que me pasé cantando todo el día que estuve en Eurodisney este verano, también sonó. Bueno, vale, aquel día al vigesimoquinto “José Zamora Guirao, soy yo, soy yo” que me canté quise trepanarme el cerebro, pero anoche me hizo ilusión volver a escucharla en directo.

Acto seguido tocaron Los niños de Dickens, otra de las canciones top cinco de mi lista, que además me volvió a recordar al verano pues fue la canción oficial de estas vacaciones y los 7.000 Km en coche que nos hicimos (imaginaos la de veces que pudo sonar) así que yo ya estaba de doble subidón, ayudada por Laura de la que me gustan especialmente los tambores en esta canción. Soy muy fan de Laura en general porque me encanta cómo toca, cómo se mueve, lo bien que se lo pasa y cómo sabe transmitirlo. Y además tiene pelazo. Todo el grupo es así (con pelazo no, de transmisores), pero lo normal es que “los percusionistas” pasen más desapercibidos por estar al fondo, pero ella también sabe buscar tu atención. Mola.

Nuestro amor destruirá el mundo de Déjanos la luz encendida nos llevó a la decena, otra de esas canciones que tiene letraza con frases de las que te hacen sonreír para dentro, para continuar con Los últimos días católicos del mismo disco; Nieto de maestro de escuela es inamovible de mi top tres porque ese “no te metas en líos, no soy muy bueno con los puños” me parece la frase más bonita del mundo para definir la amistad.

Total, que si ya estaba disfrutando del concierto, que la siguiente canción fuera Los muertos me hizo hasta reír porque me la canto mucho… mientras trabajo. Otro de mi top cinco, Las Chicas del Corte Inglés, dio paso a Fantasma, canción que agradezco mucho a mi misma no haber conocido cuando fui de viaje a Budapest porque conociéndome, hubiera empezado a cantarla en el aeropuerto de Barajas.

Fue un gran repaso a toda la discografía, continuando con Heridos, Nunca se quiere demasiado a alguien (imposible no escribir el título y continuar cantándola), Virginia en los Infiernos y Me vas a hacer llorar, canción que tiene otra de esas pequeñas joyas en forma de frase que es tan maravillosa, que hasta contiene la palabra orinal.

Señor danos la victoria nos quitó el miedo a morir como siempre, y Cenicienta es de esas canciones del top 10 que me fascinan especialmente porque sí se puede contar el cuento sin pajaritos que silben. Los cuerpos celestes es otra de esas canciones imprescindibles (aquí Laura otra vez se sale) para acabar, antes del bis, con Protege tus secretos, que es un sabio consejo. Volvieron para cerrar con Envenenador de Manzanas, cuyo estribillo debería entrar en el top 25 (venga, va, por no hacerme la muy fan) de los mejores estribillos españoles de la historia. Así, sin exagerar una mijita. Por fin, Franco tenía un polvo, uno de mis greatest hits para ir al cole de mi hija con la ventanilla bajada como ya sabéis. De hecho este verano (que pesadita estás con las vacaciones, mona- ya, es que me acompañaron todos los discos del grupo así que son mi b.s.o. principal de recuerdos actualmente) en Belgrado iba cantando por lo bajini “Serbios, Milosevic tenía un polvo” , porque además de ser fan del grupo, tengo mi puntito gilipollas.

El concierto cerró, aunque ya os digo que a mi si tocan 20 más me hubiese seguido pareciendo corto, con El descanso de los bañistas.

 

Y de ellos, qué deciros. Sonaron tan bien que parecía que estaba en el salón de mi casa escuchándolos. Carlos, pese a estar jodidillo como luego nos contó, estuvo tremendo sobre el escenario. Los cuatro son magníficos juntos, esta vez David con dos teclados y con un pie muy molón, y Álex que está hecho todo un Bricomanía y solucionó un problemita en cuestión de un minuto al principio del concierto. Un millón de gracias por lo de anoche, chicos. Fue alucinante. Por mi os vería cada semana encima de un escenario, pero como igual no nos daba la vida a ninguno, con unas cuantas veces más en 2017 me conformo. Y al resto, en serio, no dejéis pasar ningún concierto más de este grupo porque os estáis perdiendo algo muy grande, y es mejor verlo que el que venga yo a contároslo.

Gracias mil. Volved pronto, que si no me vais a hacer llorar.

 

La web del grupo: www.labromanegra.net

 

Las fotazas son de JFC Fotografía para La Letra Capital.

 

El pase de diapositivas requiere JavaScript.