GOLDEN APES: Langsyne Litanies (AF Music 2014)

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Golden Apes publicaron Riot (para nosotros su mejor disco sin duda alguna) hace dos años y después se embarcaron en una exitosa gira por toda Europa que, por no perder la costumbre, no desembarcó en España. Después, ya en 2014, hicieron unos cuantos conciertos acústicos y de ahí surgió la idea para este Langsyne Litanies que vio la luz el 31 de octubre. Escogieron los cinco temas que pensaron que mejor se podían ajustar a lo acústico o los cinco que más les gustaron. Y lo que iba a ser un EP se convirtió en minLP (añadiéndole tres temas nuevos en el mismo formato). Interpretados con profusión de instrumentos, aparte de –lógicamente- guitarras y percusiones: chelos, flautas, tubas… un estupendo despliegue. El CD, limitado a 333 copias, muestra otra cara de los berlineses, una más pausada, más reflexiva si se quiere, más melancólica, pero en absoluto con menos fuerza.

Todo comienza con los primeros acordes de Devil (del citado Riot). La energía que supuraba entonces, sigue muy presente, no se difumina con la exuberancia instrumental y ciertamente gana en intensidad melodramática, probablemente culpa de las cuerdas que llenan los cinco minutos del tema. Oscura, pasional, los adjetivos se quedan cortos. Rosary permanecía inédita. Desde el bajo inicial hasta los coros finales, es un auténtico y sentido himno oscuro, imprescindible en cualquier discoteca, una pieza de orfebrería musical llena de sentimiento y magia. Perfectamente integrada en el sonido actual de la banda además. Blind-Eyed Boy, de The Geometry Of Tempest te abre en canal con el chelo y la guitarra acústica en medio tiempo. La voz de Peer desgrana la letra llena de melancolía sincera con ese timbre profundo que le caracteriza y la sensación de que siente cada palabra, eso que solo se nota cuando coinciden escritor e intérprete. Ferryman del mismo disco, es algo más movida. Otra vez el chelo protagoniza una pieza sentida, repleta de tristeza, en este caso, esperanzada. La guitarra, la voz, nada baja el nivel del tema, a una altura increíble, ciertamente.

15852039680_c6a2948e72_oThe Archers, segunda inédita, tiene un aire como a trova medieval. Rítmica, la entonación como de narrador de leyendas, le da un toque muy especial. Para mí, es la mejor de Langsyne Litanies y teniendo en cuenta de lo que está rodeada… impresionante corte, vamos. Digging Towers, de Denying The Towers Our Words Are Falling From…, comienza con el chelo y el piano, en un tempo similar al de la original. Debo decir que este disco tal vez sea el que tengo menos oído de los germanos y a primera escucha no me terminó de entrar del todo. Hoy me la pondría todo el tiempo. El aire marcial de las percusiones ayuda, la excepcional interpretación tanto vocal como instrumental también. White Days, de Riot, también respeta el tempo original, aunque gana en matices, en belleza pura, lo que se deja de épica eléctrica. Aun siendo una especie de vals acústico la de Riot, no está puesto el acento ahí sino en la potencia de la melodía, tremenda. That Infinity Called Man… es la tercera inédita y cierra el disco. Inquietante, atmosférica, con el piano protagonista de la melodía principal y el resto de instrumentos dibujando por encima, es un epilogo perfecto para un estupendo trabajo. Instrumental, con algún sampler al principio, consigue su objetivo: que vuelvas a poner el CD desde el principio.

Langsyne Litanies tiene como único defecto que se hace francamente corto. Treinta y cinco minutos dos años después del disco anterior, nos sabe a poco. Sobre todo porque esos treinta y cinco minutos son posiblemente de los más intensos en lo que va de 2014 (ya no queda nada) y puesto que ha sido un año repleto de discos más que notables, es todo un gustazo encontrarse con este miniLp de tan preciosa factura. Esperemos que el nuevo disco, las nuevas canciones, no se hagan esperar mucho.