DER BLAUE REITER: Le Paradis Funèbre II – L’ Adieu Du Silence (Neuropa Records 2014)

15148736838_3222921c9d_oDer Blaue Reiter son sin lugar a dudas uno de los más interesantes proyectos del panorama internacional en su palo. Llevan ya desde 2005 demostrándolo con cada uno de sus discos, con cada uno de sus temas. Del anterior trabajo, Nuclear Sun, han pasado ya cinco años que, francamente, se han hecho largos por más que en ellos hayan recorrido media Europa poniendo en el escenario todo lo que atesoran y trabajando en este Le Paradis Funèbre II – L’ Adieu Du Silence que edita el sello belga Neuropa Records. Un disco que cierra un poco una etapa, tanto por el propio título (debutaron con Le Paradis Funebre – L’Envers Du Tristesse hace ocho años) como por ser la despedida de Lady Nott. Parece ser que será Cecilia Bjargo (Arcana, Sophia, etc) la que tome el relevo en el dúo. Siendo ésta última una artista enorme, costará asumir el reemplazo. Por fortuna parece que podemos seguir disfrutando de la primera en sus otros proyectos (Narsilion, principalmente). En fin que vuelven por fin los del nombre prestado del movimiento expresionista alemán El Jinete Azul. Ya sabe usté, Kandinsky y sus colegas. Vuelven como decía antes cinco años después de su anterior disco y de alguna manera retornan dónde lo dejaron. Pero a pesar de todo, van un paso más allá. Si has tenido ocasión de seguir al dúo, habrás sin duda disfrutado de la combinación de voces dulces o enérgicas, autoritarias, de las recreaciones elegantemente neoclásicas mezcladas con desoladores paisajes tenebrosos, de las percusiones marciales ensambladas con preciosos violines. De la belleza, en definitiva. Con este adiós del silencio, repiten (es un decir) esos esquemas, pero lo hacen desde un punto de vista tal vez más (aún) desesperado, más apocalíptico, más desesperanzado.

15148786457_b136db2d4b_oL’ Adieu Du Silence está estructurado en episodios, como es habitual en la discografía de DBR, con un prólogo y unos créditos finales. Desde el primer corte de esta siniestra película, Underworld Dreams con su intro sampleada y archiconocida (idéntica a la que abría Le Paradis Funèbre I) un cierto desasosiego apocalíptico e industrial se te instala en el corazón. Una sensación de horror vacui que te acompaña ya durante toda la audición. La entrada de la percusión marcial y las tranquilas notas ambientales del teclado acentúan más lo que digo. También te abre las orejas para todo lo que viene a continuación. Sathorys Elenorth y Lady Nott van desarrollando esta especie de film expresionista. Anthem For The Doomed Youth (In The Memory Of Wilfred Edward Salter Owen 1893 -1918) combina las voces de ambos, con un fondo ambiental, oscuro, gélido, hierático. Impresionante pieza, tan bella y poética como angustiosa. El teclado suaviza pero no lo bastante, el señor Owen fue un poeta inglés que narró como nadie los horrores de la primera Gran Guerra, la misma que le quitó la vida. Así que no hay mucho lugar para algo que no sea espantoso en sí mismo. Conquest Of Glory es también marcial, menos lúgubre que la anterior, con la fantasmagórica voz de Alina (Lamia Vox) narrando con ironía la conquista de la gloria, a sangre y fuego. Un corte de perfecto y redondo sonido, una composición deliciosa. Como deliciosos resultan el piano y el violín de L´Adieu Du Silence – Part I. Tristeza como solo las cuerdas de ese instrumento pueden transmitir, neoclasicismo puro que me trae a la cabeza a los madrileños Aura Noctis, imagino que por esa combinación de elementos sonoros. Otra maravilla de tema, instrumental, triste sí, pero precioso. Comienza el segundo episodio con Il Tempo È La Disperazione. Con la colaboración en la voz de Daniela Bedeski (Rosarubea, Camerata Mediolanense) que aporta dramatismo y fuerza. Mucha culpa la tiene el italiano. Evocadora, oscura… Como oscura empieza The Beginning Of The End con el sampler tan años veinte o treinta. Sepultado ya éste bajo tejido electrónico y acuático, explota más tarde en una emotiva y épica pieza casi experimental. De nuevo las voces combinadas de Sathorys y Lady Nott, marciales ambos, pero rodeados de belleza triste y melancólica, se hacen cargo de la parte más conmovedora, aunque siempre teñida de esa ya aludida desesperanza. Under Deadly Rain viene con la colaboración de Cecilia Bjärgo. Otra vez un sampler neoclásico para empezar y luego la guitarra acústica como protagonista, si la deja la percusión marcadísima y la personal voz de la Bjärgo, claro. Puro dark folk clásico en su planteamiento pero fresco y embriagador como pocos. El segundo episodio cierra con Requiem For A Dying World, uno de mis temas preferidos del disco (si es que me tengo que quedar con uno). Oscuro. Ambiental. Un auténtico réquiem para ese mundo que termina, destruido completamente. El piano de protagonista en otro precioso instrumental (si obviamos los cantos gregorianos que aparecen al principio y al final), el violín ejerciendo su papel. Un anticipo del Nuevo Orden. Tercer episodio. The New World Order. Es la pieza más electrónica del CD. Aun manteniendo las cuerdas que van y vienen en arpegios cíclicos, un renacimiento con bastante mala pinta. No es un himno, precisamente, a las bondades de ese supuesto Nuevo Orden que sustituirá lo arrasado por la desolación anterior. Conspiracy lo termina de dejar claro. De nuevo el industrial, los toques dark ambient. El mal rollo. Para mi gusto, el disco aquí (junto con la composición anterior) baja un poco. Probablemente por el nivel excelso de los cortes anteriores. No es que este tercer episodio sea malo, ni mucho menos, pero no alcanza el nivel de expresión de los anteriores. Aún con eso, Conspiracy refleja mejor el espíritu de todo este Adiós del Silencio. El violín y la (de nuevo) combinación de las dos voces tienen mucha culpa de ello. Sólo restan los créditos finales. La segunda parte de L´Adieu Du Silence (Part II). Otra vez la tristeza del violín y el piano, otra vez la belleza infinita. Grandísimo, este sí, final. Era difícil, era muy difícil. Reconozco que los trabajos anteriores de estos tipos me gustan mucho pero tengo (al menos ahora mismo) la sensación de que este último los supera. Con creces. Le Paradis Funèbre II – L’ Adieu Du Silence es a día de hoy la mejor obra de Der Blaue Reiter. Un dúo que ahora debe reinventarse y que sinceramente espero que este (de alguna forma) final sea solo el principio de algo, como poco, tan grande.