DATE AT MIDNIGHT: Songs To Fall And Forget (Manic Depression 2016)

 

Hemos hablado ya en laletra de los romanos Date At Midnight en varias ocasiones. La primera de ellas a raíz del concierto que dieron junto con Madre del Vizio en 2008. La última, con motivo del lanzamiento de su anterior trabajo: No Love en 2011. Y ahora Manic Depression editan lo último del cuarteto, este Songs To Fall And Forget sobre el que estás leyendo.

 

Lo primero que llama la atención de este StFaF es que la evolución que el grupo ha ido demostrando a lo largo de estos años parece culminar en el sonido de este CD. Atrás quedaron las influencias demasiado obvias; los referentes (ineludibles en sus primeras canciones) al deathrock americano han ido diluyéndose; el sonido se ha ido puliendo hasta una excelencia vislumbrada anteriormente pero, creo, nunca hasta ahora culminada. En fin, que lo que era ya bueno, es todavía mejor.

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Cold Modern World abre fuego con sus ritmos cercanos al postpunk modernito pero con una vuelta de tuerca que (sin alejarse del siglo XXI) dota de matices y gotiqueo a una canción magnífica, llena de fuerza y de oscuridad molona. Algo similar a lo que sucede con Beautiful Lie (Let It Die) o incluso con Dust, el tercer corte. La deriva comentada hacia el PPunk actual es derrotada por el filo de las guitarras (tremendas) y la versatilidad rítmica. Todo sin perder un ápice de siniestrismo de la mejor escuela. A estas alturas de la película ya sabes (casi seguro) que estas canciones para caer y olvidar van a estar entre tus preferidas muchos muchos meses. Y llega la vertiginosa Black Ashes y te lo confirma. Aquí sí está presente el Deathrock (incluso con cierto airecillo horror punk) en su esplendor. No chirría en absoluto. Black Ashes comienza dónde los grandes del género dejaron el listón y lo eleva unos cuantos centímetros. Uno de los mejores cortes no solo del disco sino de toda la carrera de los trasalpinos. Un hito en toda regla, vamos.

 

Running Round comienza más pausadamente, un pequeño remanso de paz después de las urgentes y aceleradas canciones anteriores. Recuerda un poco a los más inspirados Chameleons y la voz del siempre eficaz Daniele De Angelis da ese punto extra que transforma una canción muy buena en otra magnífica, trayendo a la cabeza incluso los recitados de un Simon Huw Jones oscuro. El trabajo de las cuerdas (tanto guitarra como bajo, a cargo como siempre de Francesco Barone y Pasquale Vico) sigue siendo estupendo. Y se nota. Colabora además Simone de Spiritual Front, qué más se puede decir. Fading Into… actúa de efectiva intro de Waves, pura darkwave elegante y tenebrosa, el otro Francesco (Mignogna, sustituye a Danilo Staniscia) va manejando el tempo de la canción desde parches y baquetas y las ondas van fluyendo y enroscándose alrededor del oído del escuchante. Menos épicos que los temas de por ejemplo Red Sun Revival, evoca siglos y ambientes similares. To Fall And Forget aparte de medio dar nombre al disco, es el corte más largo y complejo. Más de ocho minutos de desarrollos de guitarra, sustentados por los hábiles dedos y brazos de la sección rítmica del combo y proporcionando a Daniele otra ocasión de demostrar la amplitud de registros vocales que maneja. Ocho minutos de ortodoxo rock gótico, de ese que, a Cthulhu gracias, no pasa de moda.

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Tonight vuelve a los ritmos de corte más postpunk aunque con un deje en el bajo “Lucretia-my-reflection style”. Poco importa porque es la propia canción la que revuelve el toque y proporciona casi cuatro minutillos de maravilla oscura. Con The Virgin Light la banda da una nueva vuelta de tuerca demostrando (otra vez) que en el eclecticismo, dentro claro de un cierto orden, tienen una de sus innumerables virtudes. Oscura, lenta, con un punto desquiciado, The Virgin Light es de esos cortes que ganan con cada escucha. La primera vez que me la puse, me pareció un tanto monótona, no aburrida pero casi. Hoy no puedo dejar de oírla. Vamos terminando el CD ya, quedan solamente dos cortes: Last Call (penúltimo) comienza donde terminó la anterior, en un planteamiento superficialmente parecido. Luego estalla inmisericorde con la batería y el resto de instrumentos a pleno rendimiento, completando un tema que para mí, no obstante, es de los menos inspirados del disco. Si es que tiene que haber uno. Probablemente más por lo insultante de la calidad del resto más que por demérito propio. Vamos que sería de notable en un conjunto de canciones sobresalientes. Follow cierra el trabajo con un efectista y logrado aire que de nuevo recuerda (a mí al menos), como Waves, a los británicos del sol rojo. Un tremebundo cierre pleno de sentimiento y que hace que apetezcan nuevas escuchas.

 

Podéis ver que tal y como decía al principio, Songs to Fall and Forget no tiene desperdicio alguno. Es la absoluta consagración de un grupo al que nos enorgullecemos de seguir desde hace un montón de años y que no solo no han dado traspié alguno en este tiempo sino que han ido a mejor allá dónde parecía imposible, haciendo una y otra vez canciones superiores a las anteriores y creando un puñado de temas que el devenir temporal debería hacer absolutamente imprescindibles en cualquier lista o discoteca oscura. Sin duda, de los mejores discos que me he llevado a la oreja este año.