CORPUS DELICTI + DATE AT MIDNIGHT, 11 de febrero de 2023, Sala Moby Dick, Madrid

Noche de reencuentros la del sábado 11 en Madrid. Con amigos de los que solo ves cuando la ocasión, al parecer, la merece. Con Date at Midnight, a los que no veía en directo desde hacía quince años. Con Corpus Delicti, desde más, veintiocho, para ser exactos. Y con la propia sala, la Moby Dick (curiosamente la misma, aunque reformada, de la cita a medianoche en 2008), de esta solo poco más de un mes. Por supuesto, también con los amigos de Endemoniada Promotions y All Waves. Noche de reencuentros, por tanto. Noche especial, de las que se recuerdan posiblemente toda una vida.

La cosa empezó con nervios, dificultades variadas e incertidumbres. Quien diga que montar un evento como el del sábado (casi cualquier cosa en realidad, programa de radio, web, pinchada, revista, etc, aunque evidentemente más en el caso que nos ocupa) es fácil es que nunca ha intentado sacara adelante nada. Son tantas las cosas que se pueden torcer o directamente salir mal que es un auténtico milagro -enhorabuena y loores a los organizadores anteriormente citados- que salga medio bien. Y en el del día 11 pintaban bastos, aunque por fortuna todo llegó finalmente a buen puerto. Date at Midnight mostraron rápidamente que si bien en disco son un grupo más que notable, en directo resultan simplemente sobresalientes. Perfectamente conjuntados, desde el primer tema pudimos degustar las rabiosas baterías, las afiladas guitarras -muy grandes Francesco y Manuel-, los poderosísimos bajos de Pasquale y la voz y presencia escénica (de los cuatro en realidad, aunque ya se sabe que todas las miradas suelen dirigirse al cantante) de Daniele. Aunque también es cierto que empezar con Traumstadt es “trampa”…

Fueron repasando posteriormente algunos temas de todos sus trabajos, cortes como No Love, Beautiful Lie o Waves, fueron caldeando al personal (numerosísimo, recordemos que el aforo estaba completo) y desde abajo se disfrutaron muchísimo. Los romanos son muy buenos y en directo como dije antes aún más. Aparte de tocar dos o tres temas nuevos -qué ganas hay de que publiquen nuevo disco- hubo dos momentos especialmente destacables en el recital: Cold Modern World, “interrumpida” por la petición de mano de Daniele a su chica, al pie del escenario, en un momento emocionante y peculiar a partes iguales y, especialmente, la fabulosa interpretación que hicieron del temazo Lights Off / Lights On. Acompañado Mr. De Angelis por dos potentes linternas y casi sin más iluminación que esa, se marcaron una escenografía tan sencilla como impactante. Perfecto complemento a una de mis canciones favoritas de su repertorio. Preciosa. Cerraron con otro tema nuevo, de momento, al menos según el setlist “oficial”, sin título. El único pero que se puede poner a esta primera parte del evento fue la brevedad que, aunque lógica dadas las circunstancias, me hizo (me atrevería a decir nos hizo) quedarme con ganas de más. Ojalá cuando salga ese esperado nuevo disco vuelvan a pasarse por aquí ya con set completo.

Tocaba ya otro reencuentro, con los nizardos (sí, amigos, así son los gentilicios) Corpus Delicti. Sebastien, Franck, Chris y Laurent sustituyendo a Roma (podéis leer/escuchar la razón aquí) y la sensación de que el tiempo no ha pasado. Desde el inicio de Firelight (si empezar con Traumstadt es trampa, qué decir de empezar con el tema que abre Twilight), me recorre el cuerpo ese sentimiento: solo han pasado unos meses desde aquel octubre del 95. Unos meses que, eso sí, se han hecho larguísimos… Noxious (The Demon’s Game) acrecienta aún más esa sensación. Sobre todo al comprobar que pese a los años transcurridos y al evidente (también entre el público, ya talludito) cambio físico, la banda sigue transmitiendo lo mismo sobre el escenario. Misma esencia, misma energía, mismas ganas, misma transmisión. Lo cierto es que todo el setlist (de momento el mismo durante toda la gira) es incontestable: Dancing Ghost, Absent Friend, Dust and Fire, Motherland (preciosa interpretación), Staring, Appealing Skies, The Smile of Grace (no quise saber qué tocarían antes de la fecha señalada y esta reconozco que no me la esperaba, gallina de piel que diría aquel)…

Por supuesto, no podían faltar hits -si es que acaso las anteriores no lo son- como Patient. A estas alturas la locura se ha adueñado ya de todo el público que canta, grita y corea incluso por encima de la impresionante voz del señor Pietrapiana. Lo mismo sucede con Lorelei, Broken o, por supuesto, Saraband. Repito que esto sería un viaje en el tiempo si no siguiera teniendo la sensación de que tengo veintitrés años de nuevo. Recién cumplidos. Me parece percibir que en la sonrisa de, sobre todo, Franck y Sebastien hay algo parecido. Están disfrutando de este reencuentro tanto como nosotros, o eso parece. Y se nota, se nota mucho. No creo que nadie de los presentes pueda poner un mínimo lunar a la actuación. Todo suena estupendamente, las luces y el humo acompañan y subrayan lo musical. Los bajos de Chris marcan el pulso de cada tema y en las baquetas… no se echa de menos a nadie. Laurent está haciendo un trabajo fantástico. Las guitarras franquianas son tan estupendas como siempre y la voz y la interpretación de Sebastien están sin ninguna duda a la altura de antaño. Lo que ya es mucho decir.

Han sido trece canciones, de momento pues quedan los bises pese al empeño de varios primerafilistas de llevarse ya el papel con el set. Impacientes. Bises que se abren con una de las versiones clásicas del grupo: el Atmosphere de Joy Division. Después, Twilight. Otro subidón, uno más. Y las imprescindibles (e indispensable escucharlas juntas puesto que, en mi opinión, son en realidad una sola canción) The Lake… y …Of All Desperations. Sabes que todo se está terminando y no quieres que suceda aunque es también inevitable. Sabes además que si en vez de diecisiete temas llevaran veintisiete pensarías lo mismo. Pero sobre todo sabes que te queda agarrarte a la “rareza” All That Scares. Una de esas canciones que no se entiende que no se publicara de manera oficial, porque es buenísima. Esos bajos que recuerdan a OMD, ese fraseo… un perfecto final para una noche también perfecta.

Con el concierto ya terminado solo restaba saludar y charlar haciendo honor al resto de los reencuentros “programados” que decía al principio. Y aprovechar para echarle el ojo al abundante merchandising y la no menos abundante amabilidad y simpatía tanto de italianos como de franceses, que estuvieron un buen rato prestándose a fotos, firmas, conversaciones y todo aquello que cualquiera de los presentes tuviera a bien solicitar. También me queda agradecer a Endemoniada y a All Waves el inmenso esfuerzo que sé que conlleva organizar algo de estas características y darles la enhorabuena tanto por la impecable organización como por el llenazo. Alegra ver que, a veces, lamentablemente no siempre, el esfuerzo tiene premio. Termino con una curiosidad: Sebastien y Daniele lucían en su antebrazo derecho el mismo tatuaje. ¿Alguna explicación? Sé que la curiosidad mató al gato pero… salvó a más de un humano.  Bowie y Blackstar tienen la culpa-

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