CHRISTINE PLAYS VIOLA: Innocent Awareness (Afmusic 2011)

Siempre que me aproximo a una banda de las de la península Itálica me pasa igual, imagino que lo suyo será el deathrock clasicorro de escuela usamericana. Afortunadamente (aunque es uno de mis “subgéneros” preferidos) últimamente me equivoco siempre. Y con Christine Plays Viola pues también. Y mira tú que clásicos son un rato clásicos y dígame usté si eso hoy en día es defendible y cuénteme vuecencia si debo ser crítico con ellos solo por ese motivo. Pues en este caso no, no y más no. Digas lo que digas y opinen usté y vuecencia lo que opinen. Y ¿por qué? ¿Por qué si ha habido tantos discos, tantos grupos puestos a caer de un burro fundamentalmente por eso? Ehmmm, pues… porque nunca ha sido por eso. Porque se puede ser clásico, se pueden buscar los referentes sónicos en la década que cada cual a bien tenga. Pero, ayssss, hay que hacerlo bien. Hay que ser capaz de conjugar lo añejo con lo moderno, hay que tener la suficiente creatividad como para que cada acorde no sea un bostezo y hay que poder hacerlo sin grietas, sin dejar resquicio alguno a la autocomplacencia. Si a todo eso le añades una indudable (en este caso) destreza instrumental e interpretativa, pues te encuentras con que por ahí poco puedes criticar este Innocent Awareness.

¿Por dónde entonces? Pues en mi opinión, por ningún lado. Obviamente te puede gustar más o menos. Evidentemente puede ser que el estilo de los trasalpinos estos no te seduzca, pero me atrevería a afirmar que si adoras los ambientes fríos, las guitarras punzantes, los bajos pulsantes, las voces inquietantes (demasiados –antes) que manejan registros insospechados, siempre siempre adecuados al momento, si disfrutas con los teclados ominosos pero apenas intuidos y con las atmósferas siniestras, estos Christine Plays Viola te van a encantar. Y pensaras como yo que da exactamente igual que el estilo esté trillado, que da lo mismo que haya quien piense que esto ya lo ha oído antes, porque no será cierto. No es verdad que ya lo hayas escuchado, ese otro disco que tienes en mente no es tan bueno. Es peor, mucho peor.