BROTHERHOOD: In the Violet Hour (Post Gothic 2019)
Los que seáis fieles lectores de laletra (y/o seguidores del podcast), sabéis de la especial devoción que sentimos por cierto dúo sueco de fraternal nombre. Desde un ya lejano 2012 en el que osaron sacarse un discazo como aquel Turn the Gold to Chrome, han ido editando nuevos trabajos y sacando nuevas canciones que no han sido refrendado lo que pensaba de ellos hace siete años: combinan con sapiencia y soltura instrumental lo mejor del clasicismo siniestro, del de antes de popularizarse el término gótico, con el aire melancólico y elegante de los mejores Depeche Mode y en ocasiones con la frialdad del afterpunk más añejo. Esto, que no dejaban de ser más que unas cuarenta palabras que intentaban describir una sensación, una etiqueta, un simple intento de definición, han ido corroborándolo y sosteniéndolo durante estos años. Y esto es precisamente lo difícil. Cualquiera (es una forma de hablar) puede sacar un buen disco. Pero pocos, muy pocos, consiguen tener por un lado un sonido absolutamente personal y reconocible y, por otro, ir mejorando y evolucionando canción a canción, sin perder además un ápice de la esencia.
En el caso concreto de este In the Violet Hour, es bastante (creo) absurdo desgranar tema a tema el disco. Los nueve cortes se mueven en parecidos derroteros. Gothic rock, darkwave, teclados bien entendidos, voces cuidadas, ritmos que exudan sabiduría, melodías tremendas y siempre por encima de lo demás… Recuerdan a todo sin parecerse a nada. Hay piezas más “bailables” (en pista sini se entiende) como Rain o Shadows (tema que ya conocíamos en otra versión ligeramente cambiada, pues salió como single hace un par de años), otras más “reflexivas” como Down o Voices… Aunque realmente todas pueden funcionar de una manera parecida, no hay grandes cambios rítmicos en cuanto a la velocidad o incluso en cuanto al tono general de las canciones. Todas tienen ese aroma a ochentas sonando al mismo tiempo deliciosamente modernas.
Mención aparte merece la estupenda versión del Loverman de Nick Cave & the Bad Seeds que cierra el disco. O cómo lograr que la canción original mantenga toda la fuerza y al mismo tiempo sonar como si fuera propia. Mira que las versiones del señor Cueva con francamente difíciles, la acusadísima personalidad del Mala Semilla Jefe es muy complicada de remozar. Pero este Loverman es francamente magnífico.
No lo he apuntado antes, pero este In the Violet Hour lo edita la gente de Post Gothic Records (su tercera referencia tras Miazma y Sonsombre) y tanto la producción como el artwork (tanto en el vinilo como en el digipack de 8 paneles) están tan cuidados como suelen estarlo los trabajos de sello, directo heredero de Gothic Music Records. En resumen, que ITVH es un estupendo trabajo, uno de los mejores a mi modo de ver de lo que va de año. Queda mucho 2019 todavía, claro que sí, pero me atrevería a decir que va a ser muy difícil que sea superado. Por el sonido, por la originalidad, por las referencias, por los matices, por… todo.