ARSENIC UNBIRTHDAY: RAVENS AND WRITING DESKS EP (EPITRONIC 2014)

 

15931722301_97ac185597_oArsenic Unbirthday es una banda de rock alternativo italiano, que después de varios cambios,  tanto en el nombre como en la formación, y con la sabiduría que da el tener varias experiencias en  el extranjero, como haber grabado en los estudios Death Island de Dinamarca, Marya Mallow y  Nick Farlight dejan nacer en este caso “Ravens and writing desks” su primer EP, de la mano de  Epictronic, concentrándolo en seis canciones porque como todos sabemos, el veneno siempre va  en botes pequeños.

“My Enemy” abre el disco recordando irremediablemente a Evanescence, aunque ya a mitad de  canción, que es bastante pegadiza, gracias a la batería y teclados pega un giro hacia Muse que te  hace olvidar que te han recordado al otro grupo anteriormente y te centra nuevamente los oídos.

Arsenic Unbirthday se define como una “venenosa” banda de rock alternativo y es en  “Unnecessary Pain”, la segunda canción, donde ya podemos encontrar esas gotas de veneno a  través de un sonido menos melódico y más depresivo conseguido con la guitarra y la batería de Alex Stowe que colabora en este EP.

 “Imperfect”, quizás es por el título que no le acabo de coger el gusto más que a la primera mitad  de la canción. Como es característico en el rock alternativo el grupo que se arriesga a hacer  canciones de cinco minutos se enfrenta a dos problemas: que parezca que se ha rayado el disco  por lo repetitiva o que quieran cambiar tanto dentro de la misma canción que al final quede como  una especie de refrito extraño. Y para mi este es el caso. Me agobia, pero igual es parte de ese  veneno que me está empezando a hacer efecto.15314045083_05bf140dcc_o

“Another sin to hide “ te envuelve con la voz de Marya y la guitarra dulce, eléctrica y potente  característica de las semibaladas alternativas, para que en “Leaves Beneath” le den prioridad a los teclados, efectos y batería volviendo otra vez a ese sonido tóxico que no por definirlo así es malo. Sparklet cierra este variado EP con un sonido fresco, guitarrero, como si fuera el cubo de agua fría necesario para espabilar de tanto veneno y que te deja pensando de qué estilo sería la siguiente canción si hubiera más, por lo que la sensación en general es bastante buena: cuidadas letras, gran voz muy moldeable la de Marya Mallow, la impecable y guerrera guitarra de Nick Farlight y la indestructible y necesaria percusión de Alex Stowe hacen que este pequeño (por lo corto) bote de arsénico sea a tener en cuenta.