VIDI AQUAM: Fog Vision (Rosa Selvaggia 2013)

10609805336_899d0503bd_oVidi Aquam es una banda italiana que, con altibajos, lleva activa desde hace casi veinte años. Siempre han estado presentes en bastantes recopilatorios y tienen una trayectoria discográfica tan prolífica como brillante (Fog Vision es su décimo lanzamiento) pero como sucede en demasiadas ocasiones, no han terminado de ser un grupo conocido, al menos por estos lares. Una realidad que por conocida no es menos injusta. Digo esto porque ciertamente Vidi Aquam son notables en muchos aspectos y, desde luego, su capacidad para combinar elementos puramente góticos con darkwave resultona, deathrock abrasador o, incluso, estilos más pausados y melancólicos está fuera de toda duda a poco que revises su historia. Fog Vision no es una excepción. Los tres años transcurridos desde el también estupendo «The World Dies» no han hecho más que acentuar los rasgos que han definido siempre al trío: calidad, creatividad y talento. Tres virtudes imprescindibles para poder mezclar rock gótico del bueno, ramalazos deathrockeros, algo de afterpunk y el toque darkwave elegante, casi sensual, que es también marca de la casa. Tres virtudes indispensables para poder combinar tradición y modernidad, lo mejor de los ochenta y noventa con todo el eclecticismo de estos últimos años.
10668817245_628f03df4c_oThe Puppets Show empieza añeja, con aires circenses o como de tiovivo. En seguida cambia, entra la excepcional guitarra de Daniele, bien acompañada por bajo y teclados, la voz dramatiza, se imposta y retuerce, interpreta. Que se nos ha olvidado eso, que hay cientos de cantantes que lo hacen muy bien, clavando cada nota, sin desafinar pero sin interpretar. No es el caso. Aquí te cuentan una historia (las letras lo hacen) y la voz lo expresa, lo representa, lo glosa. Me parece una diferencia fundamental. Luego ya podemos entrar en si la forma de exposición es la correcta, si tiene un punto de sobreactuación… lo que quieras. Pero es otro tema. Forest Shout recuerda a todos los grandes del género, épica, con el desgarro necesario y a la vez, elegantemente decadente. El ritmo se revela “demasiado” enlatado pero tanto el resto de la instrumentación como la voz, tanto el alma que tiene la canción como la estructura misma del tema, se llevan por delante cualquier crítica. El bajo del tema que da nombre a todo el LP, Fog Vision, vale por sí mismo más que un buen puñado de discografías completas de más de un advenedizo. Fabio maneja las cuatro cuerdas como si diera un cursillo acelerado de siniestrismo. La voz otra vez dramática, menos que en She Says And Does Not Say, dónde la protagonista es la guitarra bien secundada por el teclado de Nikita, la tercera pata del trío (ordénalas como gustes). Una canción para ser pinchada todo el tiempo. 10 Agosto ’44 es ciertamente diferente. La introducción del teclado con guitarrazos distorsionados por detrás, bajos y ritmos casi mortuorios, triste y oscura, la Segunda Gran Guerra de fondo, plomiza como un día de niebla. Igual de magnífica. Pigface parece de clásicos semiolvidados como Sleeping Dogs Wake. Por decirlo de algún modo. Un tema distinto, diferente, repetitivo pero lleno de energía. Tres minutos que se hacen muy cortos. We Bare The Light es más ortodoxa, tal vez demasiado. No es de mis favoritas de Fog Vision, pero sería notable en otros muchos discos. Withered Flowers redunda en el aire puramente gótico de ramalazo deathrockero, bastante difuminado en ese caso. Junto con la anterior, son los temas que menos me llaman la atención, por sensación de ya oídos, no por mediocres. Posiblemente influye la excelencia que los rodea. Ya digo. Nos acercamos al final. Suena una especie de proyector de cine antiguo. Diva Glance. De nuevo la fuerza interpretativa, en este caso en una pieza lenta, que cuenta con la voz de Marta Ultre (a la que ya conocíamos de 10 Agosto ’44, pero que aquí toma mayor preponderancia) y le da un empaque distinto, mejor. Cierra Fosca. De nuevo la interpretación vocal acusada. De nuevo un ejemplo de cómo sí. Un perfecto broche final para un disco que pone a estos italianos en el sitio que llevan ganándose tanto tiempo. Vidi Aquam son una estupenda realidad y Fog Vision no sé si es su mejor obra pero si no lo es, se acerca mucho. Ojalá no haya que esperar otros tres años para volver a disfrutarlos.