THE MISSION + THE AWAKENING, 14 de octubre de 2016, SALA BUT, MADRID

Reconciliación, bueno, mejor Rec-on-ciliaci-on, sería la palabra que mejor resumiría la sensación que me invadió cuando finalizó la actuación en la Sala But de Madrid de los británicos The Mission. Nunca había podido disfrutar en directo del grupo (pese a ser uno de mis preferidos desde finales de los ochenta) y me acerqué a la sala con más miedo que otra cosa. Pero esto sería más tarde. Antes de esa sensación, antes de ese pensamiento, hubo otros.

 

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Era una noche, tarde noche casi, de nuncas. Nunca había visto a los Mission, nunca había visto a The Awakening, nunca había estado en la sala But… a las siete y media se abrían las puertas y a las ocho estaba previsto que empezara todo. Y así fue. Entre humo (no demasiado, no molestaba) apareció Mr. Ashton Nyte acompañado de banda. Guitarrista, bajista y batería. Antes de la salida especulábamos con la idea de que apareciera en solitario y la dificultad de llenar el escenario de esa forma. Nada más lejos.

 

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La banda del sudafricano Nyte calentó de forma notable el ambiente, gélido al principio (poquísima gente cuando empezó el show) y bastante caldeadito ya al final. Repasaron su abundante discografía con una actuación que rozó los tres cuartos de hora y a la que, desde luego, pocos peros se le pueden poner. Razors Burn, Descent, Indian Summer Rain, Maree, The Dark Romantics o la peculiar versión del Sound Of Silence de Simon y Garfunkel dejaron un gran sabor de boca a quien esto escribe. Pese al endurecido guitarreo y a la pérdida del matiz electrónico (respecto de las versiones en estudio). A la gente también debió gustarle porque vi a un montón de personas comprando discos del grupo en el puesto de merchandising.

 

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Mención aparte merece la puesta en escena del propio Ashton, entregadísimo y dejando todo lo que tenía sobre el escenario. Encima, al menos en mi opinión, sonó estupendamente. Un gran acierto tanto la elección del grupo para abrir la gira como el que fuera la sala But la que la recogiera aquí en Madrid. Una sala, que al menos en su rango de aforo, es la mejor de las que he pisado aquí en Madrid. Desconozco condiciones, pero salvo que sean absolutamente draconianas, debería ser LA SALA para este tipo de eventos. Por mil razones.

 

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Y con algo de retraso, poco, salieron los esperadísimos misioneros al escenario. Atrás quedaron flores y sombreros, pinturas de labios y aspecto entre sini y hippy. Hussey, Adams y Hinkler, en buena forma pese a los años (concretamente el bajista está mejor que nunca), están ya más allá de modas y etiquetas. O esa sensación me dio. Gira treinta aniversario, disco nuevo reciente reciente… Tras la intro, Beyond the Pale. Empezamos fuertecito. ¿Evi Vine? a los coros. Desde donde estaba yo apenas se la oía, así que poco puedo comentar de su parte en el espectáculo. Sigue sonando todo estupendamente. La garganta de Wayne H está como siempre; tanto Craig A como Simon H demuestran en cada nota que quien tuvo retuvo y Mike Kelly hace que lo de Mick Brown parezca un mal sueño. Y eso con Beyond the Pale solo.

Serpent’s Kiss, otro clásico (serían mayoría durante la noche) y la Neilyoungiana Like a Hurricane mantienen el tipo. El público, que ahora sí llena la sala grita, canta y corea. No podía ser de otro modo. El inicio está siendo impresionante. Tyranny of Secrets (para mí la mejor y la más “misionera” canción de Another Fall From Grace) es también bien recibida. Con más frialdad pues el disco lleva quince días en la calle y las tres anteriores son de finales de los ochenta. No esperaba escuchar Dance on Glass, siguiente pieza escogida. De God’s Own Medicine, preciosa letanía que dio paso, a mi modo de ver a la parte más floja del show. Cuestión de gustos únicamente, ojo. Siguió sonando bien y el grupo mantuvo el nivel sin mayores problemas.

_mg_1891_mg_1984Sometimes the Brightest Light Comes from the Darkest Place, Blood on the Road, Evangeline (con un trocito del Gimme Gimme Gimme de ABBA –Sisters mediante- en el medio), Like a Child Again, Met-Amor-Phosis. Ninguna es mala en sí misma (aunque Evangeline y Like a Child Again sí que me parecen bastante flojitas) pero en comparación con el resto del setlist… A ver, que es lo de siempre. Cada uno de los presentes, segurísimo, sacaría unas canciones y metería otras. Pasa con grupos de trayectoria corta, con grupos de tres décadas de carrera… después Tower Of Strength y aquí sí que se termina de desatar ya todo. Uno de los grandes hits de la carrera de los de Leeds y una pena que los coros tampoco terminen de oírse. Estupenda la interpretación, eso sí. Y para cerrar el concierto (prebises), Wasteland. Todo el mundo enardecido, cantando más alto casi que Hussey, grandísimo cierre.

El primer bis comienza con Wayne y Evi en plan guitarra acústica y voces. Bird of Passage. Muy bonita. Estropeada algo por algún imbécil que decidió vociferar no sé qué chorrada desde el fondo de la sala y que fue “reconvenido” desde el escenario. Normalmente no soy muy partidario de que los músicos se encaren con el público pero creo que hoy era necesario. Butterfly on a Wheel borra el mal sabor de boca del último fuck off y pone de nuevo todo en su sitio. Y más si terminamos llamando a la tía Severina para cerrar otra vez en lo más alto este primer bloque de bises.

 

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Otro cover, en esta ocasión de los Beatles (Tomorrow Never Knows), da inicio al último bis. Un bis que se desgarra a lo bestia con Blood Brother y, sobre todo, con Deliverance. Esta última fue tal vez la constatación de esa reconciliación que decía al principio, toda vez que llegué a tenerle cierta manía producto de la inmisericorde repetición en TODAS las sesiones góticas postCarved in Sand durante años. Sobre las tablas de la But volvió a convertirse en temazo para mí. Y eso se lo debo a los organizadores, especialmente a Roxana de Sun On Concert y a Juan Carlos de Melodías de Sombras.

 

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Casi dos horas de bolo que vino a suponer para mí el re-enamoramiento con una banda que llevaba un tiempo sin sorprenderme (Another Fall From Grace lo ha hecho) y que dieron una masterclass de lo que debe de ser un concierto. Un treinta aniversario de un grupo siempre honesto y que no se queda en los laureles del pasado ni toma el pelo a sus seguidores como alguna otra. ¿En quién estaré yo pensando?

Texto: Avatar

Fotografías:  www.jfcfotografia.es para laletracapital

 

 

 

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