THE MISSION + GENE LOVES JEZEBEL, 18 de octubre de 2011, Sala Heineken, Madrid

GENE LOVES JEZEBEL. No los conocía y sólo puede ver cuatro temas del final de su actuación – cuestiones laborales-, pero me agradaron. A pesar de que no me parecen que hagan nada diferente, lo que tocan lo hacen muy bien. Temas ligeros, muy ochenteros y bailables, con buenas melodías. El frontman, con sus típicas gafas oscuras, se lo trabajó mucho para animar la música y la gente respondió en consonancia. Pero lo mío eran “los Mission”…

THE MISSION. GIRA XXV ANIVERSARIO. Con un poco de retraso la pantalla de la sala nos recordaba el motivo del concierto. Un gran 25 con notación romana, acompañado de una música orquestal muy cutre, para mi gusto, iniciaban el evento del martes.

Abriendo la marcha con unas pintas propias de tiempos pasados – gorro, gafas, etc- llega Hinkler, le sigue Adams, más calvo que un balón de playa y el batería, cuyo nombre no recuerdo y que me sorprendería a lo largo del directo. Con la llegada de Hussey se inició el concierto y en aquellos momentos encomendaba mi alma al diablo: “ como el sonido sea tan malo como en el de Murphy, me voy y no vuelvo a la sala esta en mi vida”. ¡Pero no! Los primeros acordes de “Beyond the Pale” sonaron perfectos y aunque con el volumen un poco elevado, la cosa marchó como es debido. Este, por cierto, uno de mis temas favoritos de la banda más pop del gótico inglés y que insufló energías al momento con un público aún fresco y entregado.

“Hands Across The Ocean” llegaría para inclinar la balanza a favor de la banda y pronto captó mi atención el batería por su gran presencia a las baquetas y contundencia contra los parches. Una potencia increíble que me hizo pensar que el sonido era tan alto para equilibrar bombos y cajas, que sonaban como si de un bataca metal se tratara. A mi es que me pirran las percusiones furiosas.

Con “Garden Of Delight” cambian la imagen del fondo del escenario y Hussey aprovecha para echar un trago, aunque será “Severina”, a continuación, la que arranque el jolgorio general con coreadas más o menos acertadas del personal.

Para mi sorpresa “Butterfly on a Wheel” se inicia con una percusión programada. Poco a poco el batería irá incluyendo, aquí y allá, ciertos toques en un desarrollo del tema que quedó muy chulo, para acabar con todos los músicos haciendo de las suyas en uno de los temas más light a la par que esperados por el público.

Continúan con “Stay with Me” y en el décimo tema nos lanzan el “Wasteland” donde Hinkler se explaya con la guitarra en una versión muy contundente y pesada que me recordó algunos parámetros típicos de la música metal. Una versión que me pareció muy grande. Con “Deliverance” finalizan el concierto, dejándonos a todos con la miel en los labios.

Ya se da por hecho que hay que hacer bises y así Hussey, con su guitarra, en un tema acústico e intimista, interpretó “Like a Child Again”. Muy a cuento a tenor de la media de edad del público. “Like a Hurricane” y “Tower of Strength” son los otros dos temas de este primer bis. Por supuesto, con Tower of Strength hay torrecita y una moza se sube a los hombros de alguien para contornearse con este pedazo de corte de “los Mission”.

Y si aquí hubieran cortado, pues mira que bien. Porque el rebis no estuvo a la altura. No tanto por los temas: Blood Brother y 1969, como por el hecho de que la edad no pasa en balde y se veía menos contundencia en general. De hecho, la última canción – 1969 – quedó un poco embrollada.

En fin, un buen concierto que nos permitió ver los estragos del tiempo en los cuerpos – que no en la música – y disfrutar de una banda estrella del movimiento siniestro de hace no se cuantos mil años. Por cierto, Hussey no desdeñó algunos comentarios sobre el Real Madrid, que jugaba en ese momento – aunque gracias a las neuronas el fútbol me la pela – y sus preferencias sobre la ciudad de Madrid frente a Barcelona… anécdotas.

Texto: Arriaz
Fotos: Eva Darkstar