THE DRESDEN DOLLS: Yes, Virginia (Roadrunner 2006)

El ultimo trabajo del dúo de Boston refleja bastante a las claras los derroteros por los que se mueve el grupo en los últimos tiempos. Más sosegado quizás, más maduro pero manteniendo bastante de la energía de su excelente homónimo. En conjunto, quizá no sea la manera más correcta de aproximarse al grupo (en mi opinión, te haces una idea más ajustada a la realidad con el anterior) pero aparte de ser un excelente disco, hay temas impagables como la muy dulce First Orgasm, la cabaretera My Alcoholic Friends o Backstabber en toda su intensidad, la ochentera Sex Changes o la, en una línea muy parecida a Half Jack, impresionante Mrs. O y otros, los menos, tan pocos que no voy a dar títulos, más discretos. En resumen, Yes, Virginia (el título al parecer está extraído de un editorial de un periódico americano que contestaba eso, allá por los últimos años del siglo XIX, a una niña que preguntaba por la existencia de Santa Claus) responde a la ironía y a la paradoja de la historia en la que se inspira. Es un disco de mezclas de sentimientos. La mezcla de magia, de inocencia, de dulzura con una acidez más contenida quizá en las formas que en otras canciones pero exactamente igual de corrosiva en el fondo. La mezcla entre la rabia (discreta) y la ambigüedad del cabaret, entre la oscuridad y la luz, entre la tristeza y la alegría, en definitiva entre la vida y… la vida.