SPECTRES + OBEDIENCIA, 07 de mayo de 2013, Sala Rock Palace, Madrid

Tarde noche un poco rara la del siete de mayo. Es pronto cuando comienza el evento al que hemos sido citados, aún es de día cuando llegamos al Rock Palace de Vara del Rey. Calor sin asfixiar, primavera también rara. Todavía no empieza, nos dicen en la puerta, lo hará a eso de las nueve y media o así. Poquísima expectación, algún parroquiano, algún usuario de los locales de ensayo… algún fan también. Los menos. No conozco a Obediencia, que abrirá el recital, pero por lo que me comentan practican una clase de punk que no me atrae demasiado.

 
Son las diez menos veinte más o menos y Obediencia han empezado su actuación. Lo dicho. No les quito mérito, para nada, pero no son “mi estilo”. Se esfuerzan por agradar al escaso público asistente, que se divide entre los que disfrutan del combo y los que miran y escuchan con respeto. Respeto que debería ser obvio pero que, por desgracia, es menos frecuente de lo que debiera. No se alargan demasiado, aunque tocan un buen puñado de temas, todos con características similares: velocidad, rabia, energía en definitiva, energía pura. Con voz de chica, además, que no es demasiado habitual. Y menos aún dado el angelical aspecto de la muchacha que, desde luego, no presagia la abundante mala hostia que destila cuando grita las canciones. Asombroso, para bien. En fin, me parece más que meritorio todo, aunque a mí no me llegue.

En seguida salen Spectres al pequeño escenario del Rock Palace (un poco sobreactuado el nombre, no me negareis). Sorprendentemente, hay menos público que con Obediencia, estaba seguro de que sería al revés. De todos modos hablamos de una “horquilla” absurda de entre veinte y treinta personas, siendo generosos. Un desastre, vamos. Especialmente para lo que estamos seguros que ofrecerán los canadienses: afterpunk frío lleno de lánguida fuerza y tristeza contenida. O eso esperamos, al menos. Pasma desde el principio la actitud, contrapuesta un poco a la de la banda anterior. Me explico: Obediencia son rápidos, furiosos, rabiosos… pero sobre el escenario sus movimientos son bastante tranquilos, la fuerza no la transmiten con lenguaje corporal, la vomitan con voz e instrumentos. Spectres, musicalmente mucho más gélidos, mucho más melancólicos incluso, se mueven como posesos. Su cantante se retuerce, golpea el aire con agresividad, incluso violencia, chilla y se contornea muchísimo más de lo que, a priori, justificaría el sonido que escupen las dos guitarras, el bajo o la batería. Incluso vocalmente es helado, no intimidante. “Menos mal” que el tamaño del escenario no le permite grandes desfases corporales. En fin, es una anécdota, más que otra cosa. Como anécdota ha de ser la camiseta de Eskorbuto que luce Brian Gustavson. Parece que treinta años después los de Santurce han conseguido hacer llegar su autodestructiva (y genial) carrera hasta la canadiense Columbia británica. Un detalle sin importancia pero ilustrativo, sin duda.

Yendo a lo sustancial, las primeras notas de Between Two Lines ya se deslizan sobre nosotros, los escasos afortunados que allí estamos. Suena bastante bien (en la medida de lo posible) y la banda transmite desde el principio lo que pretende. Alguno me va a querer desollar por lo que voy a decir pero a mí esta gente me parece muy muy original. La música que hacen, sin entrar en detalles, se ha hecho mil veces. La frialdad, el afterpunk, las guitarras lacerantes, los bajos machacones… es más, vivimos un absoluto revival de todo esto. Pero Spectres combinan sus cien mil influencias obvias de una manera fresca, divertida (aunque sea triste) y diferente en realidad a todo lo que les indiscutiblemente emociona. Reto a quien lea esto y no esté de acuerdo a que me demuestre lo contrario. Y ¡voto a Bríos!

Passages, Remote Viewing, Amnesia. Todas de Nothing To Nowhere. Sin parar. Y sin dejar parar, que es lo importante. Sigue sonando bien y la gente a mi alrededor lo disfruta. Cabrea que sea tan poca gente, el quinteto merece más repercusión. Espero sinceramente que la tengan. Vertigo (¿nuevo tema?) mantiene sin problema el nivel. Decompensation también, por supuesto. O más incluso. Todo va rapidísimo, llevamos más de medio repertorio previsto y andamos por la media hora escasa de concierto. Empiezan las “concesiones” al pasado, en forma de Romans y Longinas (de Last Days de 2010). Muy brillantes ambas, muy bien interpretadas. Con alma y técnica, fundamentales las dos. Dos de los mejores temas del disco citado, para mi gusto. De sabor añejo, reminiscencias más ochenteramente afterpunkis, menos coldwave tal vez. Celebradas por la parroquia como tampoco podía ser de otro modo.

Nueva sorpresa, esta sí es en forma de novedad: Strange Weather. Más que a la altura del resto del repertorio, sirve para que si quedaba alguien entre el público por rendirse (que lo dudo) lo haga ya del todo. Cierran con Missing Time (también de NTNowhere). Estaba prevista una canción más (Figures, siempre según los “papeles”) pero a última hora decidieron no tocarla redondeando así un recital cortísimo (unos cuarenta y cinco minutos, en plan magnánimo), sin bises, pero lleno de energía, fuerza y calidad. Dicen que lo bueno si breve, pues eso. En el caso de los conciertos no estoy muy de acuerdo, creo que entre las tres o cuatro horas de algún dinosaurio de esos que aún tocan por ahí y los tres cuartos de hora (que suena parecido pero no es igual) de éstos, tiene que haber forzosamente un término medio que agrade a todo el mundo.

Quedaba ya poco más que hacer, poco que rascar. Salimos ordenadamente de la sala, acababa casi de anochecer, como de costumbre comentando la jugada y felicitándonos de lo poco que costará madrugar mañana en relación con el trasnoche que no tendría lugar, no esta noche al menos. La conclusión incluye necesariamente agradecer el esfuerzo de la organización, que debe rondar el “amor al arte” (cinco euros la entrada, un capital, para ver dos grupos) y reconocer también que lo obtenido supera con creces lo entregado. El resto, la constatación de que de toda esta nueva hornada de grupos deudores del siniestrismo primigenio, Spectres son de lo mejorcito. Sacarán disco nuevo dentro de poco. Estaremos atentos.