SGM FESTIVAL: PHANTOM VISION, TERMINAL GODS, UK DECAY, SOROR DOLOROSA, 2 de noviembre de 2013, Sala Gruta 77, Madrid

No ha podido faltar en 2013, en lo que a las artes oscuras se refiere, el evento musical de la semana gótica para este mes de noviembre, esta vez con un cartel tan ecléctico como irregular en su conjunto, pero no por ello menos disfrutable para los allí presentes, con las clásicas preferencias de cada individuo. Por eso y dadas las características del evento, me gustaría obviar los términos bueno y malo para definir las actuaciones en sí, puesto que cada uno tendrá sus propios gustos y sabrá valorar sin problema quienes fueron sus propios ídolos esa noche.

Respecto al aforo, me pareció que había bastante menos público que en otras ocasiones, si bien la avalancha de conciertos que hubo en ese mismo mes fue apoteósica, y es de comprender, que asistir a todos y cada uno de los eventos acaecidos en la capital en las últimas semanas resulta, cuanto menos, complicado de cuadrar. Imagino que una vez más, será cuestión de posibilidades y gustos de cada uno los que decidan a qué eventos se acude o no.

Si es cierto que, una vez desaparecida la sala ritmo y compás, el Gruta 77 era la mejor opción, por delante de la sala el Sol y otras del estilo, con precios más caros y menos visibilidad en líneas generales. En ese sentido, tanto los conciertos como la post fiesta se pudieron disfrutar de una manera agradable, cómoda y distendida, lo que supone un plus añadido a los grupos en sí, o a la música que pueda sonar en la posterior fiesta.

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El evento comenzó puntual como se había avisado sobre las 23:15h más o menos con los portugueses PHANTOM VISION en su, creo, segunda visita a la capital. Este veterano grupo luso que comenzó en el año 2000 fundado por el cantante Pedro “Morcego” y que ya tiene unos cuantos trabajos circulando, bebe directamente de las fuentes del after punk o el dark wave más básico y tradicional de grupos como Sisters o Bauhaus, pero con algún toque más electrónico y con unas líneas vocales menos virtuosas a mi entender. Personalmente nunca les vi nada en particular, pero cumplieron muy bien su papel (el más difícil y menos agradecido), de abrir el festival ante un público escéptico que iba entrando en el recinto con cuentagotas. El sonido tampoco les acompañó realmente pero supieron bandear todas estas dificultades con energía y mucho valor. Al no llevar un batería físico, ni bajista, todo el sonido recaía en un guitarrista de lo más concentrado en su ejecución y un teclado programado que reproducía el resto de sonidos, teclados, samples, bajos y ritmos, dando pocas alas al error y la improvisación, dando como resultado un concierto “para salir del paso”, en el cual todo el espectáculo escénico recayó en el cantante Pedro, que con su cresta y su baile histérico alentó y exasperó a la audiencia a partes iguales, haciendo gestos, muecas, lamiendo el micro y haciendo el mono hasta que, en el último tema, se quitó la camiseta y salió del escenario sin despedirse, dejando a la banda terminar dicha canción y dando por finalizada la actuación, como un toque de actitud punk, puesto que no creo que fuera por ningún tipo de mosqueo o mal rollo, ya que después estuvo departiendo con fans y asistentes con la mejor de sus sonrisas, así como el resto de la banda.

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Tras unos minutos de descanso y ya con algo más de público salieron los ingleses TERMINAL GODS. Estos jovenzuelos admiradores de Andrew Eldritch, The Wake y Rosetta Stone salieron al comedido escenario del gruta con una actitud acorde a sus perfectos de cuero. Con algo menos de voz por parte del cantante Cowlin que en las grabaciones pero con mucha más energía. Desgranaron casi todos sus temas más potentes como “The Wheels Of Love”, “Machine Beat Blues” o el megahit “Lessons In Fire”, digno sucesor de “Nineties” de STAR INDUSTRY o “Sideshow” de THE WAKE. La gente disfrutó en general bastante con su show, dando ellos todo de su parte para que así fuera, y creo que nadie salió decepcionado. Seguro que en un futuro próximo se oirá hablar bastante de ellos, y su revival del gótico inglés de los años 90. Se lo montan bastante bien en escena, tocando todos en fila con una energía y dinamismo que nos hizo movernos al ritmo de sus canciones, aprovechando una gran mejora de sonido respecto a sus predecesores.

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En teoría, según me contaron, estaba previsto que los veteranísimos U.K. DECAY cerraran la noche, pero por lo visto ellos mismos pidieron a la organización salir los penúltimos. Sus razones tendrían y en el transcurso de la velada me daría cuenta de que fue una más que acertada decisión. Mientras el cantante “Abbo” se abría paso entre el respetable para pedir el último litro de cerveza antes de salir al escenario, turno cedido por un servidor, los señores de Lutton salieron delante de un gran telón con su nombre a desgranar lo más selecto de su escasa discografía.

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Nunca he sido gran fan de esta gente, y su after punk demasíado rítmico y básico nunca me llamó la atención, aunque hay que reconocer que tiene su aquel ver en 2013 uno de los pocos grupos en activo de la primera generación de la escena punk/after. Les honra no venir a deslumbrar a sus acólitos con lo puesto, sino que traían bajo el brazo un nuevo disco llamado “New Hope For The Dead”, que no desvela nada nuevo pero que da que pensar que no hayan vuelto a la carretera sólo por las cervezas o para sacarse unos euros a costa del prestigio que tengan como grupo de culto. Además les ha producido Chris Tsangarides, técnico reputado donde los haya, y responsable de los lanzamientos más populares de grupos como Killing Joke, Helloween, Depeche Mode, Black Sabbath o incluso Barón Rojo. Nunca en su vida sonaron mejor.

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Cayeron temas como “The Black Cat” o “Unexpected Guest”, que calaron bastante hondo entre los fans de after punk más primario. Fue una oportunidad de ver un auténtico grupo de culto sobre el escenario, bastante alejados de su época y contexto, en el que tantas y tantas bandas se quedaron en la cuneta del underground, engullidos por su propia escena.

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SD2Tras unos minutos de descanso entre tanto decibelio, visitas al puesto de Merchandising, salidas a la calle a echar un cigarro, unas cervezas, etc, nos disponíamos a presenciar la actuación de los improvisados cabezas de cartel, ni más ni menos que los franceses SOROR DOLOROSA.

Si no recuerdo mal, es la tercera vez que aterrizan por la capital, si bien es cierto que cada vez arrastran más público y cosechan más éxito. Llama la atención que esta banda es, con toda seguridad, una de las que más está tocando en directo en toda Europa. Salas pequeñas, festivales y auditorios por toda Europa se rinden a sus pies, aunque realmente no han inventado nada nuevo, se nota en sus directos que tocan con toda la sangre y toda la fuerza que se puede imprimir, ellos dan todo, y se nota que sienten cada nota y cada letra como si les quedasen escasos minutos de vida. Su último disco “No More Heroes”, no ha hecho más que situarlos completamente en lo alto de la escena gótica underground, y espero que sigan allí por mucho tiempo y dentro de poco nos ofrezcan algo más de material nuevo para poder seguir saciando la sed.

El lacónico Andy y su banda salieron a por todas, y ¡vaya! Se nota en el tiempo que llevan como banda que cada vez tocan mejor. La cohesión entre los músicos es total y absoluta, sonaron compactos, ensayados y unidos como pocas veces he visto, entregados completamente al ritual. Desgranaron temas de “No More Heroes” y “Blind Scenes” a partes iguales, así como alguna perla de su primer mini lp “Severance”.

Realmente no podías dejar de mirar al escenario, es increíble como logran la perfecta comunión entre banda y público, estuvieron técnicamente perfectos, a pesar del escaso escenario en el que los músicos a duras penas podían dar un paso sin chocar con sus compañeros.

El frontman Andy Julia, como viene siendo habitual, comenzó su personal “descomposición” en escena, empezando enfundado en su clásicas gafas de motorista y chupa de cuero, para acabar semi desnudo tan sólo cubierto con una gran capa de maquillaje blanco, como si fuera el resultado de una fusión nuclear entre Anna Varney Cantodea, Marilyn Manson y Sean Brennan, con la puesta en escena de un primerizo Nick Cave o Iggy pop. Digno de ver.

Su actuación únicamente quedo ensombrecida por el excesivo uso del eco en el micro, no sé si por expreso deseo de Andy o por la sala, pero no se podía entender nada de lo que decía, por una reverberación excesiva del todo, a menos desde la parte central donde yo estaba. He de decir, por algunos asistentes al evento, que realmente si no os gusta el concierto, no vayáis, en vez de andar soltando estupideces a grito pelado y molestando a la gente que quiere ver y escuchar. Que si Andy tiene pinta de heavy, que si se está quedando calvo… ¿Y tú de qué tienes pinta? Qué mala es la envidia. En fin….

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Tras los conciertos, hubo una pequeña fiesta en la que se estuvo pinchando grupos del estilo, mientras tomábamos las últimas cervezas o departíamos con los amigos sobre quién nos había gustado más o menos. Por mi parte creo que lo he dejado bastante claro, y sé que no fui el único.

Solamente nos queda esperar a los próximos eventos y que no estén tan juntos los unos con los otros, y nos permita asistir al máximo de conciertos posibles. ¡Carpe noctem!

Texto: Espíritu
Fotos: Jesús Der Erzengel