NEW MODEL ARMY, 18 de septiembre de 2022, Sala Shoko, Madrid

New Model Army nunca defraudan. Da igual cuando leas esto. Da igual que hables del último concierto prepandemia al que asistió un servidor, del del año 93 o del que nos ocupa. Nunca defraudan. Da igual que los hayas visto cuando empezaban, cuando tuvieron sus años de hits y gloria (siempre relativos claro, que nunca han sido, a Dios gracias, mainstream), cuando sacaron sus discos más flojos (también relativo, muchos matarían para haber compuesto la peor canción de los de Bradford) o celebrando su 40 aniversario. No recuerdo una sola vez (e iré por la decena) que haya salido de un concierto de los de Justin Sullivan pensando en decepciones o en “podían haber dado más”. Los he visto dar conciertos cortos y largos (aunque se me han hecho cortos todos), con formación original y con novedades en la misma, con tres, cuatro, cinco músicos, con violines y sin ellos, con más o menos percusión o como el otro día, con la inesperada baja en la guitarra de Marshall Gill, no sé si circunstancial o definitiva, aunque espero lo primero. Me indican que definitiva, imagino que habrá reemplazo más pronto que tarde. Gracias Chevi.

 

Y siempre bien, oyes.

El domingo 18 de septiembre, repetían en la Shoko (marzo prepandemia en la misma sala, en aquel con Las Novias) y aún hoy no, tengo claro que tour es el que vimos. Antes del obligatorio aplazamiento covidiano, se suponía que era gira 40 aniversario. Luego se habló de Classics Tour, pero lo cierto es que viendo el setlist y el “reparto” de los temas disco a disco, faltaron “hits” para ser classics, faltaron temas de los últimos discos para ser tour estándar y faltó distribución temporal para ser cuarenta aniversario. De hecho, el setlist se pareció bastante al de los últimos tiempos. Obviamente todo lo antedicho en este segundo párrafo carece de importancia si has leído el primero.

 

Dicho lo cual, fue un concierto cargado de “inconvenientes”: fue corto, más de lo habitual (tres temas menos que en 2020 pese a que no había grupo invitado), al parecer por la imperiosa necesidad de la sala de abrir como discoteca un domingo a las once de la noche; la ausencia de la ¿segunda?, ¿primera? guitarra lastró de garra algún tema; aunque el sonido fue impecable de la mitad hacia a tras de la sala, en las primeras filas (manías de fotógrafo) hubo momentos bastante inentiligibles; las deslumbrantes luces traseras y la ausencia casi total de luz frontal creaba un ambiente especial pero era ciertamente molesto de nuevo en las primeras filas (otra manía del mismo gremio). Todo ello, asuntos menores teniendo en cuenta lo que acontece normalmente cuando vas a ver a New Model Army, porque pese a todo ello, fue un concierto estupendo.

Realmente parece mentira que mantengan el nivel año tras año, pese a las evidentes señales de la edad de los componentes actuales de la banda (Justin Sullivan es del 56 y salvo Ceri Monger, los Dean -Michael Dean y Dean White- no deben ser mucho más jóvenes) y que además ese nivel sea tan alto. Y la tralla tan intensa como siempre. Dejaron buena muestra de ello en todo el repertorio, aunque fueran los temas más clásicos los más coreados por el público (I Love the World, Here Comes the War, 51 State, 1984, The Hunt, Lust for Power, 225 y, por supuesto, Vagabonds). El bis, escaso, final, con Betcha aún resuena en mi cabeza. Por supuesto, el resto de “piezas”, Never Arriving, Believe It, Devil’s Bargain, Maps, Angry Planet, Born Feral, Before I Get Old, Fate, no desmerecieron. Las percusiones casi tribales en algunas de ellas fueron otro de los puntos destacados de la noche. No así, el enésimo lolololo por parte de un numeroso grupo de ¿fans? que acompañó a Vagabonds y que creo que se debería prohibir en la entrada, más peligroso (e infinitamente más molesto) que la introducción de bebida escondida. Plagas modernas.

 

En fin, que la noche del 18 volvió a quedar claro que NMA son apuesta segura. Me atrevería a decir que incluso si no te gustan mucho sus canciones. Nunca defraudan, repito. Si encima te gustan desde siempre, ni te cuento. Contemos los días para la siguiente cita, donde, otra vez, se marcarán un conciertazo. No me cabe ninguna duda.

Gracias Eclipse Group por hacerlo posible.

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