MIGUEL AND THE LIVING DEAD + LA PESTE NEGRA, 31 de octubre de 2006, Sala Y’Asta, Madrid

La tradición de festejar Halloween terminará por implantarse del todo en España. Es una de las consecuencias del imperialismo cultural yanqui, que impone sus formas de vida incluso entre las capas más antiamericanas de la sociedad. Y todavía hay necios que dicen celebrarlo por ser una tradición celta. Claro, por eso nos reunimos alrededor de hogueras cada solsticio de invierno en honor de Frey o peregrinamos a Stonehenge cada vez que tenemos ocasión. En masa, como en Halloween. Al fin y a la postre, esto del “o me das caramelos o te asusto” es otra forma de conquista, la más subrepticia, la más eficaz. Terminaremos celebrando el cuatro de julio por todo lo alto y si no, al tiempo.

El caso es que en ocasiones, mal que me pese, el treinta y uno de octubre sirve para algo más que para disfrazarse bobaliconamente y, en el caso que nos ocupa, el de este 2006 que pronto llegará a su fin sirvió para reunirnos a bastantes en el mítico Y’Asta para disfrutar de lo que prometía ser un estupendo concierto de buen gótico, horror punk o lo que se terciase. La cosa empezó mal, el concierto estaba previsto en la sala El Sol pero finalmente hubo de celebrarse en el Y’Asta, con la consiguiente confusión y trabajo extra por parte de los chicos de la Cripta (organizadores del evento). Me gustaría añadir aquí que a pesar de todos los pesares supieron resolver el entuerto con encomiable profesionalidad y mejor talante.

Metidos ya en harina, comenzó la actuación de “La Peste Negra”, barceloneses ellos, a los que tenía ganas de ver a pesar de que las referencias que me habían dado no eran muy halagüeñas. La verdad es que no me gustaría hacer demasiada sangre de su actuación, correcta en los instrumentos (aunque algo monótona) pero nefasta en las voces a pesar (o a lo mejor precisamente por eso) de que de los cinco componentes tres cantaron algún tema. Especialmente risible para mi gusto fue la interpretación de un tema que presentaron como popular y que habitualmente cantan los críos de seis años. Ese de “tumbas por aquí, tumbas por allá, huesos, tumbas, jajajaja”. Antológico.

En general, el mayor problema que le veo al grupo, aparte de las voces que al menos en directo, dejaron mucho que desear, es que andándose con pintas y actitudes así como muy de muertos vivientes, se toman el tema demasiado en serio, sin sentido del humor, sin aparentemente saber reírse de sí mismos. Probablemente haya gente a la que le parezca una crítica superficial (incluso injusta), sobre todo para un grupo que está empezando, pero la arrogancia no me parece la mejor cualidad en una banda que de por sí lo tiene complicadillo: el panorama español sabemos todos como está, la aportación que hacen a éste tampoco es lo más original del mundo mundial y tristemente sigue habiendo reticencias insoslayables para gran parte del público a todo lo que no venga de más allá de los pirineos. En cualquier caso, insisto en que no quiero cebarme demasiado y que espero que el tiempo me quite la razón y “La Peste Negra” se conviertan en un referente del sonido oscuro, primero del patrio y luego del mundial.

Tras “La Peste Negra” subieron al pequeñísimo escenario los polacos “Miguel and the Living Dead” y esto ya fue otra cosa. Tocaron su primer trabajo (“Alarm!!!”) casi al completo y un buen número de temas nuevos que espero vean la luz lo antes posible (“Postcards From The Other Side”, nuevo álbum previsto para primeros de año). Sonaron bastante bien y fueron más que capaces de descargar toda la rabia punk que destilan sus temas, con el toque justo de oscuridad y cachondeo, para terminar redondeando un concierto memorable. Mezclando punk (bastante), psychobilly (a ratos), serie Z (de continuo) y gótico murcielagoso (unas gotas) hicieron disfrutar, botar, bailar, etc. a casi todo el respetable, que, dicho sea de paso, llenaba con creces la sala.

Aparte de la genial “Alarm!!!”, interpretada gritando Alarma en vez del Alarm original, “Killer Clowns From Other Space”, “Graveyard Lovesong”, “Aliens Wear Sunglasses”, ”Miguel and the Living Dead”, “Night Of Horror” “Salem’s Lot” o “Black Magic Sex Terror” fueron los temas más aclamados por una audiencia cada vez, cada canción, cada descarga, más enfervorizada. Mención aparte merecen las tres versiones con las que cerraron el recital: “Un Día en Texas” (de Parálisis, claro, interpretada junto con Lady Stardust de “La Peste Negra” en un más que buen castellano), “Smalltown Boy” de Bronski Beat y la canción central de la banda sonora de Cazafantasmas (de Ray Parker Jr.) fueron un excelente colofón a un concierto especial.

La fiesta posterior, pinchada fundamentalmente por la gente de La Cripta, aunque no me quedé mucho rato, demostró que hoy en día, esta gente representa seguramente la mejor oferta de ocio sini que se puede encontrar, al menos en lo que se refiere a la capital del reino. Sonó de todo, pero se centraron bastante, como tampoco podía ser de otro modo, en el deathrock, batcave, gothabilly, etc. que suelen poblar sus sesiones.