MAUD THE MOTH + TRAJEDESALIVA: Bordando el Manto Terrestre (Time Released Sound/Woodford Halse 2023)
Precioso. El nuevo trabajo de Trajedesaliva y Maud the Moth es una auténtica maravilla, tanto en forma como en fondo. Se publica, vía Time Released Sound (ediciones especiales en lathe -acetato- y CD, con un sinfín de añadidos estéticos ambas y superlimitadas en número) y Woodford Halse (cassette limitado especial también con funda en cartón troquelado y más detalles que lo hacen único), además de la edición digital y la de digisleeve “normal” autoeditada aunque con diseño de Colin Herrick de los propios TRS. Todo esto ya sería razón sobrada para hacerse con este Bordando el Manto Terrestre, por puro placer visual, pero es que además los ocho temas que lo integran son un auténtico goce.
Bordando el Manto Terrestre es, en palabras de sus autores, un recorrido musical por la figura de Remedios Varo, pintora nacida en España en 1908, que vivió exiliada en México hasta su muerte en 1963. Este recorrido comienza con un movimiento oceánico; impulsada por la ruina de la guerra y el exilio, y sigue, en México, con la construcción de un nuevo espacio íntimo inundado de luz y asombro. Este es un camino de fantasía habitado por lunas cautivas, tejedoras del cosmos y jardines humanos, y en el que recuperar la armonía perdida y reubicarnos en el mundo. Que dicho así podría parecer un conjunto de palabras más o menos vacías, como tantas veces sucede en las (¿necesarias?) descripciones que se hacen en plataformas tipo bandcamp y en notas de prensa diversas. No es el caso. Ese espacio íntimo inundado de luz, ese camino de fantasía, están presentes en los ocho cortes que componen el disco. Perdí Pie, primer tema lanzado como adelanto del LP, es una deliciosa melodía que va tejiendo, enhebrada en el poema recitado de unavena y los alardes vocales de Amaya López-Carromero, una amalgama de emociones de las que es difícil escapar y no quedar extasiado ante el despliegue de BELLEZA. Atmósferas ambientales diseñadas por la propia Amaya e interpretadas con la solvencia habitual de Mon Ninguen y sus sintetizadores analógicos que consiguen, junto con las voces y textos, dejarte literalmente sin aliento. Y el caso es que estos adjetivos (que se quedan cortos, cortísimos) podrían aplicarse al resto de los temas porque la tensión y la excelencia no decaen en ningún momento. Jardincito de Rosa y Tierra suena tremendamente redondo, se nota el trabajo en la producción y arreglos para que todo esté exactamente en su sitio y el relato, porque a mi modo de ver eso es BeMT, no “pierde pie” (nunca mejor dicho) en los casi cuatro minutos y medio que dura el tema ni, en realidad, en todo el metraje del disco.
He dicho metraje, no casualmente, pues esa es la sensación que me invade al re-escuchar Bordando el Manto Terrestre: la de encontrarme asistiendo a una proyección visual más que a un disco puramente musical, por muy conceptual que este sea. Una proyección dividida en tres partes: Trasmundo, Naturaleza Muerta Resucitando y Rompiendo el Círculo Vicioso. Trasmundo se “cierra” con Habitantes del Desgarro: Teclas y sonidos naturales van entretejiendo la atmósfera que no abandona ya tu cabeza. La preciosa voz de Amaya dota el conjunto de un aire 4AD en clave surrealista. De nuevo, resalta la Belleza. Encharcada más de melancolía que de tristeza, por más que las palabras recitadas en el precioso poema final de unavena parezcan más asentadas en lo segundo que en lo primero. Cuerpo de Gato y Fruta Alrededor de una Vela forman el segundo bloque. Los títulos, claro, hacen referencia de nuevo a obras de la Varo. Los poemas de unavena, la garganta de Amaya (en Fruta) y la música fantásticamente, de nuevo bien interpretada y producida, les ponen voz. Es muy difícil conseguir mediante artes auditivos generar imágenes visuales potentes pero si quieres saber como se hace o, por lo menos, disfrutarlo, ambos temas son buenos ejemplos de ello. Me faltan palabras para expresar lo que te recorre el cuerpo a estas alturas del disco. Además tengo la sensación de que cualquier cosa que diga solo ensuciaría las sensaciones conjuradas, así que pasemos a la tercera (y última) parte.
Rompiendo el Círculo Vicioso: Perla, Círculo Roto e Hilos de Fantasía. Líricamente, surrealismo conceptual de una riqueza y sensibilidad altísimas, especialmente en Círculo Roto. Musicalmente, de nuevo las reminiscencias más cercanas a la 4AD que al dark ambient lo empapan todo. Si no fuera porque lo pienso de todo el trabajo, diría que esta tercera parte es de esas que te invitan a escucharlas una y otra vez, intentando aprehender todos los matices que encierra, que son muchos. Capas y capas de envolvente hedonismo musical. Especialmente en el único corte instrumental de este Bordando el Manto Terrestre, Hilos de Fantasía. Estupendo cierre que de alguna manera resume todo lo anterior, perfecto epílogo para un disco que es, de nuevo, una película en sí mismo (imagino o quiero imaginar que no en vano la edición especial en CD se presenta en un estuche metálico de película de 35 mm). Hay muchos discos importantísimos, cruciales en cualquier ámbito, pero como decía aquel, si esos son contingentes, Bordando el Manto Terrestre (y por ende Trajedesaliva y Maud the Moth) es y son necesarios. Siendo muy fan de la solidísima trayectoria de ambos proyectos, creo que aquí han alcanzado un cénit que va a ser muy difícil de superar, aunque también es cierto que esto ya lo he pensado con trabajos anteriores y hasta ahora me han ido poco a poco quitando la razón. Veremos (oiremos en realidad), veremos, porque este bordado es exquisito.